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Absuelta e inhabilitada por su alteración psíquica la enfermera del País Vasco que simulaba vacunar a los niños

  • El tribunal le impone un tratamiento médico psiquiátrico de siete años y otros tantos de inhabilitación
  • Tendrá que indemnizar con 20.000 euros al Servicio Vasco de Salud por la revacunación de los menores
Un momento del juicio celebrado el 15 de septiembre contra la enfermera del ambulatorio de Kabieces, en Santurtzi.
Un momento del juicio celebrado el 15 de septiembre contra la enfermera del ambulatorio de Kabieces, en Santurtzi. ARCHIVO EFE / JON GARAI
RTVE.es / AGENCIAS

La Audiencia Provincial de Bizkaia ha absuelto a la enfermera del centro de salud de Kabiezes, en Santurtzi (Bizkaia), juzgada por la simulación de cientos de vacunaciones a menores. El tribunal ha apreciado en su caso la eximente completa de alteración psíquica. Es una decisión firme que pone fin al proceso judicial por estos hechos.

En la sentencia, hecha pública este miércoles, 8 de octubre, se determina esta absolución. Sin embargo, no queda exenta de medidas de seguridad, dada la naturaleza de su estado mental. Se le impone un tratamiento médico externo de siete años, supervisado y pautado por un médico especialista en psiquiatría. Asimismo, se establece el mismo periodo de siete años de inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión o empleo público dentro del ámbito sanitario.

Adicionalmente, la enfermera deberá indemnizar a Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) con 20.000 euros. Esta cuantía está destinada a sufragar los costes que supuso para la administración sanitaria la revacunación de todos los niños afectados por su actuación. La Audiencia considera que su conducta, motivada por su rechazo a las vacunas, estuvo directamente influenciada por su trastorno, una clave para entender la resolución.

Ideas delirantes

La Sala ha declarado probado que la acusada "presentaba un trastorno por ideas delirantes que le causaba una anulación total de sus capacidades intelectivas y volitivas para los hechos imputados". Ha apreciado los informes psiquiátricos que recogían que la enfermera padecía un trastorno delirante con presencia de "ideación delirante compleja de corte mesiánico, esotérico y místico".

Por ello, "sus facultades intelectivas están anuladas y no solo severamente afectadas", razón por la que la Audiencia de Bizkaia ha declarado a la acusada exenta de responsabilidad criminal en una resolución que no es firme y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. La sentencia ha destacado "la necesidad de que la acusada se someta a tratamiento médico debido a la patología mental que padece y a que no preste servicios sanitarios incompatibles con su trastorno mental".