El Gobierno coge banderas clásicas de la izquierda con la vista puesta en elecciones
- El Ejecutivo propone que el aborto se incluya en la Constitución, un mensaje claro y directo al voto feminista
- Los socialistas no desaprovechan la oportunidad para mostrar su solidaridad con Gaza
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Por motivos electorales, el año que viene hay comicios en Andalucía y en Castilla y León, nada más y nada menos. Por dejar en evidencia a quienes no apoyan esos objetivos, el Gobierno, con su presidente al frente, se agarra a banderas muy clásicas de los distintos sectores de la izquierda.
Para empezar, el derecho al aborto. El Ejecutivo de Pedro Sánchez acaba de proponer que se incluya en la Constitución. Un mensaje claro y directo al voto feminista que ha sido siempre uno de sus firmes aliados.
La alarma sobre ese derecho a la interrupción voluntaria del embarazo de la mujer ha saltado ante el apoyo del PP, incluida su dirección nacional, a VOX en el Ayuntamiento de Madrid. Los de Abascal, con el voto a favor de los de Feijóo, han aprobado obligarnos a las mujeres a que seamos "informadas" por los médicos de un bulo. Supuestos efectos como la depresión, aislamiento, alcoholismo, anorexia o bulimia, entre otras enfermedades. Un síndrome inventado, carente del mínimo respaldo científico.
Un derecho, no una obligación
El PP ha intentado dar marcha atrás. Tarde. Está escrito negro sobre blanco en el texto presentado por VOX en el Ayuntamiento de Madrid y que salió adelante gracias al Partido Popular. El partido de Feijóo ha enseñado la patita, de nuevo, en este tema y la rectificación cuesta creerla, ya que no es la primera vez que les vemos con vaivenes sobre la cuestión.
Y digo yo, ¿hasta cuando van algunos van a seguir pensando que las mujeres tenemos que ser tuteladas, que no tenemos capacidad de decisión individual?
El aborto es un derecho que incluso tiene el apoyo del Tribunal Constitucional. No es una obligación, a nadie se le impone. Es un asunto personal, muy personal.
La iniciativa del Gobierno para llevar ese derecho a la Constitución sería un hito si prosperara. Saben, sin embargo, que no tienen votos en el Congreso para conseguirlo y en el Senado mucho menos. Así que suponemos que en realidad lo que quieren es que sepamos quienes puede poner en peligro el derecho al aborto y quienes no.
Que no está mal refrescar esa información para que tomemos conciencia de que los derechos que ya tenemos son reversibles. No todo lo conseguido está garantizado para siempre jamás. No, depende de que nosotros sigamos defendiéndolos, cada día.
Palestina y la vivienda
La segunda bandera, el Estado de Palestina, es un clásico en la izquierda desde que recuperamos la democracia. Siempre ha movilizado a los ciudadanos de ese sector ideológico Así que, empezando por Pedro Sánchez, los socialistas no han desaprovechado ni una oportunidad para mostrar que sigue ahí apoyando.
Lo han hecho llamando genocidio a lo que lo es a entender de muchos expertos, incluso de la ONU. Además han respaldado todas las movilizaciones, y también han protegido a la llamada "flotilla" que se dirigió a Gaza para intentar la ayuda humanitaria.
Otro capítulo en la del Gobierno: la vivienda. Hay movimiento para que el derecho constitucional (artículo 47 de la Constitución española) a una vivienda sea una realidad casi medio siglo después de que se aprobara la Carta Magna. En este tema los avances están siendo lentos y llegan tarde, muy tarde, para quienes llevan años malviviendo y pagando precios astronómicos por una casa.
Echemos además un vistazo al intento de que haya Presupuestos Generales del Estado para 2026. Es prácticamente imposible que el Gobierno los saque adelante. No solo porque está fuera de plazo, que lo está. Eso tan solo supondría que entraran en vigor más allá del 1 de enero, sin más. El verdadero problema es que Hacienda no tiene, ni hay pistas de que vaya a tener, votos suficientes, salvo gran sorpresa.
Así las cosas, ¿qué pretende el Gobierno abanderando en estos momentos tan importantes asuntos? Hay quien opina que se trata de dejar en evidencia ante los ciudadanos a los partidos políticos que impiden que prosperen esos temas de interés, para los que están a favor y para los que están en contra.
Y ¿se creen realmente los socialistas todos estos proyectos o lo hacen por las elecciones? Sin duda se lo creen pero también parece que pueden tener intereses electorales.
Los dos motivos son compatibles y legítimos. Iremos viendo qué pesa más y qué consiguen, o no.
