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Trump cree que Ucrania podría ganar la guerra sin ceder territorio y Zelenski celebra este "punto de inflexión"

Trump cree que Ucrania podría ganar la guerra sin ceder territorio

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha protagonizado este martes un giro inesperado en su política internacional al instar a Ucrania a luchar hasta recuperar los territorios ocupados por Rusia. Hasta la fecha, el mandatario había presionado a Kiev para que aceptara la pérdida de esas regiones como paso previo a un eventual acuerdo de paz, algo que los líderes ucranianos rechazaban categóricamente al considerarlas parte irrenunciable de su soberanía.

El este de Ucrania ha sido, desde el inicio de la guerra, el principal foco de disputa y la condición indispensable para alcanzar la paz. Es allí donde se enfrentan las ambiciones de ambos países y donde, una y otra vez, se han estancado las negociaciones. Rusia reclama esas tierras como propias y Ucrania las reivindica con la misma firmeza. Hasta ahora, la Casa Blanca defendía que Kiev debía ceder parte de su territorio para facilitar un acuerdo, pero este martes, Trump ha cambiado el discurso. A lo largo de los meses, el magnate ha ido alternando su apoyo entre Putin y Zelenski, sin que ninguno haya cedido a sus exigencias. Ahora, bajo el foco de las Naciones Unidas, le toca al ucraniano.

Trump se pronunció ante la Asamblea General de la ONU con un discurso sin novedades sobre la guerra, en el que reiteró su plan de imponer sanciones a Rusia solo si los países europeos dejan de comprarle petróleo y gas. Sin embargo, tras reunirse de forma bilateral con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el estadounidense se mostró dispuesto a romper los puentes con Vladímir Putin, en una de las declaraciones de apoyo más fuertes que ha dado a Kiev desde que está en la Casa Blanca. Según ha escrito en su red social Truth Social, "durante tres años y medio, Rusia ha estado librando una guerra sin un rumbo claro que una verdadera potencia militar habría ganado en menos de una semana", ha escrito, catalogando a Moscú como "un tigre de papel".

El anuncio ha sido bien recibido por Zelenski, que ha celebrado este "importante punto de inflexión". Desde hace meses, Kiev busca el respaldo de Estados Unidos para obtener compromisos de seguridad que vayan más allá del apoyo de sus socios europeos. Su principal demanda consiste en establecer mecanismos sólidos que impidan y disuadan a Rusia de emprender nuevas agresiones contra su soberanía. En este sentido, Zelenski ha asegurado que su relación con Trump ha mejorado, que mantienen llamadas constantes y ha agregado que posiblemente el viraje se deba a que Putin "le ha mentido en repetidas ocasiones".

Zelenski también ha confirmado que "Trump está listo para brindar garantías de seguridad después de la guerra", una referencia directa al debate sobre la posible presencia de tropas extranjeras en suelo ucraniano una vez finalizado el conflicto. Aunque Trump ha deseado "lo mejor a ambos países", ha indicado que Estados Unidos continuará "suministrando armas a la OTAN para que esta haga lo que quiera con ellas". Esta cuestión, que lleva meses discutiéndose en los círculos diplomáticos, se ha convertido en un punto clave para Kiev, que busca garantizar una defensa creíble y duradera frente a futuras amenazas rusas.

Por ello, una de las peticiones concretas que Zelenski ha emitido este miércoles a Trump es instar a India y a China a reafirmar su postura en apoyo a Ucrania. Y ha afirmado que Pekín podría, si quisiera, obligar a Moscú a poner fin a la guerra.

A falta de repuesta oficial del Kremlin, el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, ha declarado ante el Consejo de Seguridad que los países europeos "viven en una realidad paralela" al creer que Ucrania está ganando en el campo de batalla. "No se emocionen tanto con cada tuit", ha señalado Polianski, restándole importancia a las palabras de Trump.

La comunidad internacional celebra este giro

Tras el anuncio, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, una de las voces más firmes contra el Kremlin en el seno de la UE, ha elogiado las declaraciones de Trump. "Han sido declaraciones muy contundentes que no habíamos escuchado antes en estos formatos, así que es realmente positivo que ahora estemos de acuerdo", ha afirmado.

El presidente francés, Enmanuel Macron, también ha aplaudido este nuevo giro de guion. El mandatario ha dicho que cree en la negociación de Ucrania, no solo para aguantar, sino para defenderse y asegurarse de que sus derechos prevalecen. El jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, ha suscrito las declaraciones de París. Ha recordado que España defiende una "paz justa y duradera basada en el derecho internacional y la carta de Naciones Unidas".

Es precisamente allí, en Nueva York, donde esta semana se reúnen los líderes internacionales para abordar los principales conflictos del mundo, entre ellos el de Ucrania. "Esta agresión es especialmente alarmante porque ha sido perpetrada por un miembro permanente de esta sala", ha subrayado Sánchez, refiriéndose al órgano encargado de velar por la paz y la estabilidad global.

Las mismas palabras han resonado en la mayoría de las tribunas. El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha dicho que comprende el cambio de tono de Trump y aplaude los esfuerzos de su vecino, aunque advierte de que Putin ha fallado "una y otra vez".

El este de Ucrania, clave en la guerra

Trump llegó al poder en enero con la promesa de poner fin a la guerra en Ucrania, un conflicto del que culpa constantemente a su antecesor, Joe Biden. En sus primeros meses, lideró un acercamiento sin precedentes con Rusia y fue muy crítico con Zelenski, a quien llamo dictador y con quien protagonizó una encarnizada pelea en la Casa Blanca el pasado febrero.

Ese mismo mes, su secretario de Defensa, Pete Hegseth, dejó claro ante los miembros de la OTAN que volver a las fronteras ucranianas previas a 2014 era "un objetivo poco realista".

Pero en los últimos meses, después que Zelenski aceptara una propuesta de tregua, Trump se mostró frustrado ante la negativa de Putin a detener los bombardeos. Impuso varios ultimátums sin resultados, algo que tampoco logró durante la cumbre que ambos mantuvieron en agosto en Alaska.

Este cambio supondría que Kiev expulsara a las fuerzas rusas del 20% de su territorio, incluida la península de Crimea que Moscú ocupa desde 2014.

En junio, Putin expuso sus condiciones para la paz. Ucrania debería renunciar oficialmente a sus ambiciones en la OTAN y retirar sus tropas de la totalidad del territorio de las cuatro regiones ucranianas reclamadas y controladas en su mayoría por Rusia. Moscú ocupa algo menos de una quinta parte de Ucrania, mientras Kiev sigue perdiendo cada vez más territorio. Rusia controla el 75% de las regiones de Donetsk, Zaporiyia y Jersón y más del 99% de la región de Lugansk, según estimaciones rusas. Rusia afirma que este territorio forma ahora parte legalmente de Rusia y nunca serán devueltas a Ucrania, que, por su parte, denuncia que han sido anexionadas ilegalmente y que nunca reconocerá la soberanía rusa sobre ellas.