Los economistas del Foro Económico Mundial afirman que el crecimiento será débil en 2026
- Los expertos del Foro prevén que el motor del crecimiento mundial será Oriente Medio y África del Norte
- Entre los principales lastres para el crecimiento destacan la disrupción del comercio internacional o la deuda
El 72% de los economistas jefe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) creen que la economía global se debilitará en 2026 [PDF]. Además, afirman que continuarán las perturbaciones en varios sectores como el comercio, la tecnología, las materias primas y las instituciones.
En este sentido, Oriente Medio, África del Norte y otros mercados asiáticos (mercados emergentes), son vistos como los motores del crecimiento mundial. A pesar de esto, en el caso específico de China, los expertos de la organización pronostican un crecimiento moderado y una tendencia a la deflación. Uno de cada tres economistas prevé que el crecimiento será fuerte en estas regiones.
Por su parte, para las economías avanzadas ofrecen un panorama menos optimista debido al estancamiento del crecimiento, sobre todo en los casos de Europa. El 40% de los expertos creen que el crecimiento será débil y el 74% esperan que haya una expansión fiscal. El 88% espera una inflación moderada en estas economías. En el caso de Estados Unidos, el 52% anticipa un crecimiento débil o muy débil y el 59% vaticina una inflación alta. Además, el 85% considera que estos dos factores serán consecuencia de la relajación de la política monetaria.
Perturbaciones estructurales
Estos expertos destacan que uno de los aspectos novedosos que han encontrado en sus observaciones es que buena parte de las perturbaciones que afectan a la economía no son cíclicas. Las definen como estructurales, es decir, "la economía no está simplemente enfrentando choques aislados, sino realineándose". Este problema llevará a nuevas formas de liderazgo, cooperación y resiliencia, según el análisis del WEF.
El comercio, la política fiscal o la deuda son los cambios estructurales de la economía global que se manifiestan de forma más visible. Entre las previsiones más negativas, en la que coinciden el 75% de los economistas, es que la disrupción del comercio internacional y de las cadenas de valor globales, debido a los aranceles, se propagará a otros ámbitos de la economía.
Asimismo, los economistas han destacado la vulnerabilidad relacionada con la deuda. Antes, este factor se asociaba en general con las economías emergentes, pero cada vez más se concentra en los países considerados ricos. En este sentido, el 80% de los expertos creen que los riesgos para las economías avanzadas aumentarán durante el año 2026.
Las vulnerabilidades fiscales también se identifican como uno de los principales lastres para el crecimiento de las economías desarrolladas, según el 41% de los expertos. El 12% de estos considera que ese factor también perjudica a las economías en desarrollo.