Tres meses de la toma de posesión de Trump con el mundo pendiente de sus decisiones
- En este tiempo, el presidente estadounidense ha iniciado una guerra comercial al imponer aranceles a 180 países
- Ha deportado a miles de inmigrantes y ha desmantelado, junto a Elon Musk, varias agencias federales
Este domingo se cumplen los primeros tres meses desde que el presidente estadounidense Donald Trump volvió a la Casa Blanca. En tan solo 90 días, el republicano ha declarado una guerra comercial que tiene al mundo en vilo, ha deportado a miles de migrantes y ha desmantelado varias agencias federales.
A nivel internacional, también ha intentado mediar en la guerra en Ucrania, aunque con más escándalos y tensión que progresos reales; y en la Franja de Gaza, a la que, pese a los miles de muertos en el conflicto, ve prácticamente como una transacción inmobiliaria. Se muestra firme, asimismo, en la anexión de Groenlandia y en conseguir el control del canal del Panamá y a desairado a su vecino Canadá al decirle que debería ser parte de los Estados Unidos.
Con cada decisión, el mundo ha estado pendiente de él y de sus características ruedas de prensa. No obstante, aunque llegó ganando el voto popular, su índice de aprobación en Estados Unidos ha caído estas primeras semanas. Esta misma noche, por segunda vez en pocos días, miles de estadounidenses se han echado a las calles en las principales ciudades de su país para expresar su rechazo al nuevo rumbo del país.
El arranque: indultos, deportaciones y bloqueo de ayuda exterior
Una vez en el poder, las medidas de Trump no se hicieron esperar. En el primer día de su segundo mandato, las carpetas ocupaban toda la mesa del Despacho Oval. Bolígrafo en mano, Trump indultó a los condenados por el asalto al Capitolio, cambió el nombre del Golfo de México a 'Golfo de América', retiró a Estados Unidos del Tratado de París y declaró la emergencia nacional en la frontera.
En poco tiempo, el legado de su predecesor, el demócrata Joe Biden, había quedado desmantelado. Con sus medidas, Trump ha llegado a deportar a miles de migrantes sin papeles. Muchos de ellos, acusados de pertenecer a bandas criminales, han sido expulsados a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, sobre la que recaen denuncias de abusos a los derechos humanos.
Esto, sin embargo, le ha llevado a un complejo periplo judicial. La última novedad fue este sábado: el Tribunal Supremo ha ordenado a Trump suspender temporalmente las deportaciones de inmigrantes amparadas en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 utilizada únicamente hasta ahora en tiempos de guerra. Otra de las batallas con el tribunal es la nacionalidad por nacimiento, a la que Trump quiere poner fin.
En el terreno institucional y de la mano del magnate Elon Musk, ha acabado con organizaciones enteras, entre ellas, el departamento de Educación o las agencias de cooperación, lo que ha bloqueado la ayuda exterior. Ha arremetido, asimismo, contra la Justicia, las universidades e incluso contra el responsable de la Reserva Federal, Jerome Powell, al que ha pedido despedir porque considera que sus informes son "un completo desastre".
Polémico papel como mediador en las guerras
Muy polémico ha sido también su papel de mediador en las guerras. En la de Ucrania, comenzó conversaciones con Rusia de manera unilateral, lo que provocó la protesta del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y de los países europeos. Y, aunque, parecían estar en sintonía, en los últimos días, Trump ha afirmado estar molesto con la actitud del dirigente ruso, Vladímir Putin, y ha amenazado con abandonar las negociaciones si no hay avances.
El republicano tampoco ha ocultado sus rencillas con Zelenski, al que ha acusado de empezar la guerra —algo de lo que después se desdijo—, de ser un "dictador" por no haber convocado elecciones durante la guerra, y de "estar jugando" con una Guerra Mundial, en una tensa reunión que provocó el cierre de filas europeo en torno al dirigente ucraniano.
Este viernes, no obstante, Kiev y Washington anunciaban que ultimaban un acuerdo para la explotación de minerales ucranianos, posiblemente como contrapartida de la ayuda militar donada por EE.UU. en la guerra, que Trump reclama al dirigente como deuda. Al día siguiente, Putin, por su parte, anunció una tregua hasta el lunes, aunque Ucrania asegura que siguen los ataques rusos.
En cuanto a Gaza, el presidente estadounidense se ha posicionado claramente a favor del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pese a los miles de muertos en la Franja y a que no todos los rehenes israelíes no han regresado. Trump incluso ha dado un paso más ha propuesto deportar a los palestinos a otros países de alrededor y transformar el enclave en "la Riviera de Oriente Medio". También ha comenzado negociaciones con Irán sobre el programa nuclear, unas conversaciones que han sido calificadas, hasta ahora, como "productivas".
Aranceles a más de 180 países que dejan la bolsa en rojo
En Europa, Trump también ha desbaratado en gran parte el orden político. Ha amenazado con abandonar la OTAN si los países de la UE no aumentan su inversión en defensa. Los europeos, en cambio, buscan ahora reforzar al Viejo continente ante posibles nuevas agresiones rusas y para depender menos de Estados Unidos.
Otra de las medidas más sonadas estos meses ha sido su guerra comercial. Ha impuesto aranceles a más de 180 países, lo que ha dejado en rojo a la Bolsa durante jornadas enteras y ha provocado pérdidas de 1.000 millones de dólares. Ello le ha obligado a recular y ha pausado 90 días los aranceles a la UE para negociar y los ha retirado a los productos tecnológicos chinos.
No obstante, Trump confía en su propuesta estrella y se mantiene firme, así como en su ofensiva comercial con Pekín. Los analistas reconocen la dificultad de hacer precisiones ante las decisiones y cambios constantes del presidente estadounidense, por lo que habrá que seguir pendiente de este mandato que, en principio, está previsto que dure hasta 2029.