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EE.UU. amenaza con romper las negociaciones de paz con Ucrania y Rusia "en cuestión de días" si no hay avances

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Rubio exige avances en las negociaciones sobre la guerra en Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado este viernes con abandonar las negociaciones para un acuerdo para la paz entre Ucrania y Rusia si no hay avances pronto. El primer ultimátum ha venido de parte del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, tras reunirse en París con líderes ucranianos y europeos, entre ellos el mandatario francés, Emmanuel Macron. "No vamos a continuar con este empeño durante semanas y meses. Así que tenemos que determinar muy rápidamente, y estoy hablando de cuestión de días, si esto es factible o no en las próximas semanas", ha indicado en la capital francesa, donde ha viajado junto con el enviado especial de Trump, Steve Witkoff.

Horas después, Trump se ha mostrado más optimista al considerar que hay "entusiasmo" de Rusia y Ucrania, por lo que cree que hay "una muy buena oportunidad de lograr el acuerdo",. Con todo, ha refrendado públicamente esta advertencia: "Pasaremos si las dos partes lo ponen difícil".

Las tres partes han acordado volver a verse la semana próxima en Londres, mientras Estados Unidos espera que Moscú, que sí ve "avances concretos", les proporcione "esta semana" una respuesta a la propuesta de Estados Unidos sobre un alto el fuego entre Rusia y Ucrania.

El secretario de Estado de EE.UU. y Europa exigen claridad a Rusia sobre su compromiso con el alto el fuego

Las primeras negociaciones entre EE.UU., Ucrania y la UE

Tras las conversaciones en París —las primeras de alto nivel y en persona sobre la paz que han incluido a potencias europeas—, Rubio ha indicado que el marco de paz estadounidense recibió una "acogida alentadora". La oficina de Zelenski también ha calificado las conversaciones de constructivas y positivas. Desde Francia se considera que la reunión han mostrado el "alineamiento" de Estados Unidos con los europeos y con las autoridades de Kiev en cuanto a la necesidad de conseguir una paz en Ucrania que sea duradera.

En una entrevista a la emisora France Info, el ministro delegado francés para Europa, Benjamin Haddad ha puesto el acento en que como Rusia no ha respondido a la aceptación de Ucrania de una tregua incondicional, ahora el presidente Trump "está dispuesto a aumentar la presión económica y militar" a Rusia. Además, ha avisado de que las exigencias de Putin —la desmilitarización de Ucrania, que esta "abandone su libertad de elegir sus alianzas y orientaciones políticas" o la salida de Zelenski— "son inaceptables", ya que estas decisiones corresponden a los ucranianos.

Una cierta relajación en la postura estadounidense también se ha visto en Trump. Aunque el mandatario mantiene sus críticas al líder ucraniano, ha reconocido que no lo responsabiliza de la guerra. "Si yo hubiera sido presidente, esa guerra nunca habría tenido lugar. No le estoy culpando, pero lo que digo es que no diría que ha hecho el mejor trabajo. No soy un gran fan, de verdad", ha indicado Trump, después de que en su encuentro de febrero con Zelenski le acusara de estar "jugando" con una guerra mundial.

El Kremlin responde que ha habido avances concretos

Tras las palabras de Rubio, el Kremlin ha asegurado que sí ha habido "avances concretos" en las negociaciones. "Nosotros consideramos que se pueden constatar ciertos avances. Ese progreso está relacionado con la moratoria provisional que fue respetada por Rusia de no lanzar ataques contra la infraestructura energética" de Ucrania, ha defendido el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Reconoce, sin embargo, que "aún tenemos muchas discusiones complicadas por delante" y ha admitido que la tregua energética de 30 días "venció" después de que Rusia y Ucrania se acusaran constantemente de violaciones. Preguntado sobre la posible reanudación de los ataques, asegura que "en estos momentos no existe ninguna otra orden" del presidente Vladímir Putin.

En cuanto a la reunión de París, ha señalado que, "últimamente, no hemos escuchado ningún llamamiento de Europa en favor de la paz". "Al contrario, ha habido llamamientos hacia una mayor militarización de la propia Europa y Ucrania. Lo que hemos escuchado últimamente de los europeos difícilmente puede contribuir a la búsqueda de vías de arreglo", ha comentado.

Sobre las declaraciones del presidente de EEUU, Donald Trump, de que espera que Moscú les proporcione "esta semana" una respuesta, Peskov se ha mostrado cauto. "El asunto del arreglo ucraniano es complejo. La parte rusa está a favor del arreglo de este conflicto, la defensa de sus propios intereses y está abierta al diálogo", ha indicado. Rusia, por el momento, se niega a aceptar un alto el fuego por tierra, mar y aire hasta que se tengan en cuenta sus preocupaciones en materia de seguridad.

Por su parte, Dmitry Medvedev, subdirector del Consejo de Seguridad de Rusia, ha suscrito las declaraciones de Estados Unidos. "Funcionarios estadounidenses han dicho que si no hay avances en el tema ucraniano, Estados Unidos se desentenderá. Sabiamente", ha escrito Medvedev en la red social X. "Y la UE debería hacer lo mismo. Así, Rusia lo resolverá más rápido", ha añadido.

Avance en las negociaciones para explotar recursos minerales

Paralelamente, Ucrania y Estados Unidos están avanzando para cerrar el acuerdo de explotación de recursos minerales antes del próximo 26 de abril y su intención es firmarlo "cuanto antes", según el texto del memorando de intención firmado la víspera y publicado este viernes por el Ministerio de Economía ucraniano.

Para ello, el primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, viajará la próxima semana a la capital estadounidense para reunirse con el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent. Según el viceministro de Economía de Ucrania y representante comercial, Taras Kachká, la delegación ucraniana llegará el próximo jueves a Washington. El objetivo del viaje es concluir las discusiones técnicas sobre el fondo de inversión para la reconstrucción de Ucrania que se creará en el marco del acuerdo.

En el caso de que se firme el acuerdo, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania y el Congreso de EE.UU deben aprobarlo. El memorandum recoge, además, que EE.UU. y Ucrania "pretenden establecer un fondo de inversión en la reconstrucción". "Esperamos que el fondo se convierta en un instrumento eficaz para atraer inversiones en la reconstrucción de nuestro país, la modernización de la infraestructura, el apoyo a empresas y la creación de nuevas oportunidades económicas", ha escrito en X la ministra ucraniana de Economía, Yulia Sviridenko.

En el texto se describe que EE.UU. ha aportado una importante ayuda financiera y material a Ucrania, reafirma que ambas partes buscan "una paz duradera" y una "fuerte alianza entre sus gentes y gobiernos" y reconocen además la contribución de Kiev "al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales a través del abandono voluntario del tercer mayor arsenal nuclear" en 1994. Ucrania deja claro que quiere evitar conflictos con la adhesión de la UE o a otras instituciones.

El acuerdo preliminar, que se debía haber firmado en la fallida visita en febrero del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la Casa Blanca preveía la creación de un fondo dominado por EE.UU. en el que se depositaría el 50% de los beneficios de la explotación de los minerales. Aunque nunca llegó a firmarse, Washington presentó a Kiev a finales de marzo un nuevo documento con más detalles que pretendía obligar a Ucrania a reconocer como deuda la ayuda militar recibida.

Zelenski dejó claro que no aceptaría esta condición y, según medios ucranianos y estadounidenses, EE.UU. habría aceptado eliminar algunas de las condiciones más desfavorables para Ucrania. Kachká ha explicado que, no obstante, Estados Unidos "ganará al menos tanto como la asistencia aportada" mediante ese fondo de inversión.