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La reforma del 'sí es sí' entra en su recta final con la coalición dividida y la mirada del PSOE puesta en el PP

  • El PSOE ha llegado ya a un primer acuerdo con el PP y rechaza negociar las enmiendas de sus socios y aliados parlamentarios
  • Unidas Podemos rechaza "volver al Código Penal de La Manada" con el texto del Partido Socialista

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Un grupo de personas manifestándose con motivo del Día de la Mujer en Huelva, Andalucía
Un grupo de personas manifestándose con motivo del Día de la Mujer en Huelva, Andalucía

La reforma de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como del ‘solo sí es sí’, entra esta semana en su recta final parlamentaria sin que haya consenso entre PSOE y Unidas Podemos tras meses de discrepancias y choques que han supuesto la mayor crisis dentro de la coalición. Los socialistas hace tiempo que no miran a los 'morados' para sacar su proposición de ley y esperan que la norma salga adelante con el apoyo del Partido Popular, que ya salvó su toma en consideración en el Congreso ante el rechazo de los socios de coalición de Pedro Sánchez y algunos de sus aliados de investidura. Para ello, se han abierto a añadir "algunos retoques técnicos" que plantea el PP y ya ha habido un primer acuerdo en una de sus enmiendas. Mientras, sigue la incógnita de qué votarán finalmente los de Alberto Núñez Feijóo, que ya han avisado: "No avalaremos parches".

La reforma, que el PSOE registró en solitario el pasado 6 de febrero, tiene por delante varios trámites parlamentarios. El primero, este mismo lunes, cuando se reúne la ponencia de la reforma, cuyo dictamen deberá pasar el martes el filtro de la Comisión de Justicia del Congreso. Será el jueves cuando el texto se vote en la Cámara Baja por los grupos parlamentarios y necesitará el aval de la mayoría absoluta para poder seguir su trámite en el Senado, donde bastará con un respaldo de mayoría simple. Si supera todos estos trámites, la nueva norma entrará en vigor previsiblemente la próxima semana, una vez sea publicada en el Boletín Oficial del Estado.

Este lunes, fuentes del Grupo Popular en el Congreso informan de que ha habido ya consenso con el PSOE para tipificar la difusión pública de imágenes que insten a cometer agresiones sexuales a menores de 16 años a través de teléfonos y otros medios. Apuntan asimismo a que algunas enmiendas del PP ya se incorporan en la ponencia este lunes a través de transaccionales con el PSOE. Desde el PSOE, la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, ha admitido que han aceptado alguna enmienda del PP pero ha incidido en que es algo "puramente técnico".

La reforma, que Unidas Podemos no veía necesaria aunque se abrió a ella para “preservar la unidad de la coalición”, fue presentada por los socialistas con el fin de evitar los “efectos indeseados” de una ley cuya aplicación ha provocado rebaja de condenas y excarcelaciones. Un efecto derivado de la fórmula legal por la que el abuso pasa a ser agresión sexual, lo que conlleva que la agresión ahora incluye un rango de penas más amplio en el que se han reducido las penas mínimas.

La última cifra del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sitúa ya en 978 las rebajas de penas a agresores sexuales, de los cuales 104 han salido en libertad, según el último balance ofrecido el pasado viernes, en el que determinaba que el 32% de las revisiones de condena supusieron una reducción de la misma.

Cabe recordar que la mayoría de estas revisiones no son firmes y, de hecho, el Tribunal Supremo ha convocado ya un pleno los días 6 y 7 de junio para analizar la situación y fijar doctrina, algo por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros socialistas, abogaron en un principio pero cambiaron después de opinión a medida que el número de rebajas iba creciendo.

El propio Sánchez pidió perdón por primera vez en primera persona por lo ocurrido este fin de semana en una entrevista en el diario vasco El Correo: "Creo que ningún diputado, incluso los que han votado en contra de esta ley, está a favor de rebajar las penas. Por tanto, pido perdón a las víctimas y vamos a poner una solución a estos efectos indeseados". Según el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, esta disculpa implica una asunción de responsabilidad que debería implicar ceses: "Si se ha equivocado y pide perdón, debe cesar a los responsables".

El PSOE rechaza las enmiendas de sus socios

Para los socialistas, las rebajas de condenas se han hecho “insoportables”, como dijo la ministra de Justicia, Pilar Llop. La propuesta del PSOE, basada en su ministerio, no solo propone subir las penas para los supuestos en los que haya violencia e intimidación, sino incluir ambos supuestos como subtipos penales y no como agravantes, algo que rechaza el Ministerio de Igualdad y Podemos.

Los ‘morados’, que insisten en que el problema no está en la ley sino en la “incorrecta aplicación” de los jueces y que las rebajas son una “minoría”, han accedido a subir las penas pero rechazan la premisa de los subtipos penales al considerar que con ello se vuelve al Código Penal “de La Manada” en el que había que demostrar que había violencia, algo que en el 85% de agresiones sexuales, dicen, no es posible.

Las negociaciones entre Podemos y PSOE se dieron prácticamente por zanjadas cuando los socialistas presentaron en febrero su reforma en solitario, aunque desde el partido de Pedro Sánchez insistieron que las negociaciones seguirían en el trámite parlamentario.

Precisamente, Unidas Podemos ha presentado varias enmiendas a la reforma socialista, que van en la línea de las presentadas por ERC y EH-Bildu, para “mantener el consentimiento en el centro” de la ley aumentando las penas para la violencia y la intimidación pero dejándolas como agravantes, según explicó hace varios días la delegada del Gobierno para la violencia de género, Victoria Rosell.

Pero el PSOE, que insiste en que con su reforma el consentimiento “no se toca”, ha rechazado las enmiendas de los tres partidos, que son “muy similares y prácticamente idénticas”, porque “no solucionan los efectos indeseados de la ley”, afirmó la semana pasada la portavoz socialista y ministra de Educación, Pilar Alegría. Y no las negociarán, a diferencia de las propuestas del Partido Popular.

Su decisión, para Podemos, es “difícil de explicar”, según la propia ministra de Igualdad, que ha asegurado haber “cedido” por encima de sus “posibilidades”. En los últimos días, ha insistido Montero en que los ‘morados’ han accedido a los dos requisitos del PSOE: aceptar una reforma de la ley y subir las penas.

El pasado viernes, en declaraciones a los medios de comunicación, Montero dijo que era inexplicable que el PSOE “pacte con el PPla reforma de una ley feminista” y “de la espalda a la mayoría de la investidura”, cuando los propios socialistas “reconocen que el Partido Popular se ha opuesto toda la democracia a todos los avances de los derechos de las mujeres”. Y ha advertido a sus socios de coalición de que lo que está haciendo el PP es tratar de “humillar” al PSOE l"obligándole" a pactar enmiendas que todavía abundan más en esa vuelta al Código Penal de la violencia y la intimidación.

El PP pide negociar sus enmiendas y avisa de que no avalará “parches”

El Partido Popular también ha presentado sus enmiendas para cambiar el texto socialista. Entre las propuestas presentadas, los ‘populares’ reintroducen la agresión sexual por engaño o abuso de confianza o autoridad para menores de 18 años y mayores de 16, así como el castigo de la difusión y distribución de contenidos destinados a promover la violencia sexual. Y admiten que su objetivo es “dejar el Código Penal como estaba” antes de la ley.

La semana pasada, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, defendió que sus enmiendas "buscan únicamente dar seguridad jurídica para que no vuelvan a producirse efectos indeseados". E instó al PSOE a que, "si quiere solucionar la chapuza", tiene a su disposición las propuestas del PP: "Espero que puedan trabajar con el Partido Popular y el PP pueda ayudar al PSOE a salir de esta chapuza legal y de esta vergüenza que sentimos como españoles".

También la portavoz ‘popular’ en el Congreso, Cuca Gamarra, urgió por su parte al PSOE a negociar sus enmiendas, a hacer una “rectificación completa” de la ley y avisó de que no avalará “parches que dejen lagunas”.

Yolanda Díaz votará con Unidas Podemos

El PP fue necesario para que la reforma socialista fuera admitida a trámite en el Congreso. En la votación del pasado 7 de marzo, Unidas Podemos en bloque, junto con otros dos aliados habituales del Gobierno, ERC y EH-Bildu, votó en contra. Esa votación reflejó la profunda división que ha generado esta ley en el Gobierno de coalición, puesto que los ministros de Unidas Podemos votaron ‘no’ frente al ‘sí’ de los socialistas.

La semana pasada, preguntada sobre cuál sería el sentido de su voto final respecto a la reforma de la ley del ‘sí es sí’, la vicepresidenta Yolanda Díaz dejó claro que votaría aquello que decida Unidas Podemos: "Yo soy una demócrata y, por tanto, emitiré el voto que decida el grupo parlamentario al que pertenezco, lo suelo hacer desde que estoy en la vida pública".

En la votación del 7 de marzo, aparte del PP, hubo otros grupos que votaron a favor de la reforma, incluso algunos aliados del Ejecutivo, como el PNV. También Ciudadanos, el PDeCat, Coalición Canaria o el PRC. Formaciones cuyo apoyo para esta reforma es insuficiente.

Por tanto, todo parece indicar que el voto de los ‘populares’ es el que será determinante. Decida lo que decida el PP, los socialistas tienen por delante un difícil trago para la coalición del Gobierno a falta de acuerdo con Unidas Podemos y a poco más de un mes de las elecciones municipales y autonómicas del 28M.