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De la petición de explicaciones a las comisiones de investigación fallidas: el rey emérito sacude la política

  • La llegada de Juan Carlos I a España este jueves vuelve a evidenciar las diferencias en el espectro político
  • Sánchez ha pedido explicaciones por sus finanzas pero el PSOE ha vetado las investigaciones en el Congreso

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El rey emérito, en una fotografía de archivo.
El rey emérito, en una fotografía de archivo.

La llegada del rey emérito a España tras casi dos años viviendo en Abu Dabi vuelve a sacudir de lleno la política española, dividida al máximo entre quienes son sus incondicionales defensores (PP y Vox), quienes piden investigarle y cuestionan la utilidad de la monarquía (Unidas Podemos, nacionalistas y socios de investidura) y el PSOE, cuya postura está a medias entre el reproche por las sombras en sus finanzas y el apoyo a la Casa Real.

La situación del monarca, pese a que ya no tiene cuentas con la justicia en España, sigue siendo un punto de fricción en el Gobierno de coalición. Uno de los hechos más destacados es que los socialistas han vetado siempre, junto con PP y Vox, las comisiones de investigación que los ‘morados’, junto con los socios de Pedro Sánchez en el Congreso, han tratado de impulsar.

El presidente del Gobierno ha instado en varias ocasiones a Juan Carlos I a dar explicacionespor las "informaciones perturbadoras que socavan la confianza del pueblo español en las instituciones". Sánchez se mostró muy crítico con las conductas “incívicas” del monarca después de que Don Juan Carlos presentara su segunda regularización ante Hacienda por valor de más de cuatro millones de euros por dinero no declarado al fisco correspondiente a los más de ocho millones en pagos en especie de la fundación Zagatka, de su primo Álvaro de Orleans. Ya entonces la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dice que la conducta de Juan Carlos I tras sus dos regularizaciones fiscales cuenta con "el rechazo del conjunto de la sociedad y del Gobierno".

Pero ahora, ante su llegada, Sánchez no se ha pronunciado. El PSOE, por su parte, ha dicho “respetar” la decisión de Don Juan Carlos y ha subrayado que no le compete ningún aspecto de su regreso ya que es una “visita privada”, tal y como han dicho las ministras Isabel Rodríguez y Montero. Pero la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (Unidas Podemos), ha exigido al emérito que rinda cuentas y que se abra un debate sobre la inviolabilidad de la Corona. La titular de Igualdad, Irene Montero, ha restado importancia, sin embargo, a las discrepancias en la coalición :"Como en muchas otras cosas, hay cuestiones con las que tenemos diferencias. El PSOE es un partido monárquico y Podemos es un partido republicano".

Desde antes de su marcha a Emiratos Árabes en agosto de 2020, las informaciones sobre las finanzas del emérito han estado en el ojo del huracán y fueron fruto de tres investigaciones en la Fiscalía del Tribunal Supremo: una por las supuestas comisiones por el AVE a La Meca por valor de 85 millones de euros, otra por el supuesto uso de tarjetas opacas sufragadas por un empresario mexicano y una última por la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey. Además, el caso del AVE a La Meca también fue investigado por la Fiscalía Suiza. Todas estas diligencias fueron archivadas en ambos países, pero Don Juan Carlos tiene aún una cuenta pendiente con la justicia británica por supuesto acoso a Corinna Larsen.

Cada goteo de información en la prensa relativo a estos hechos ha sido fruto de controversia y críticas en la política española, pese a los intentos de la Casa Real de desligarse de las sombras del rey emérito y del Ejecutivo por hacer la Corona más transparente y ejemplar.

Felipe VI renunció a la herencia de su padre tras descubrir que era beneficiario de una cuenta ‘offshore’ en Panamá de Juan Carlos I y lleva sin verle desde que marchó a Abu Dabi. En su discurso de Nochebuena de 2020, dejó claro que "los principios morales y éticos" están "por encima” de consideraciones “personales o familiares". Pero para algunos partidos es difícil desligar al rey emérito de la Casa Real, más cuando Felipe VI recibirá el próximo lunes a su padre en La Zarzuela.

Sánchez, por su parte, anunció el 29 de diciembre de 2020 que la Casa Real emprendería una “hoja de ruta de renovación” de la Corona. El Ejecutivo se abrió a impulsar la reforma constitucional para acabar con la inviolabilidad del rey, tras lo cual Unidas Podemos pidió directamente la abdicación de Felipe VI y un referéndum sobre la monarquía. Finalmente, el Gobierno no llegó a impulsar la ley de la Corona ante la previsión de falta de apoyos parlamentarios.

El Gobierno también anunció en enero de 2021 que Juan Carlos I conservaría “vitaliciamente” el título de rey con carácter honorífico e informó (a raíz de la publicación en un diario) de que el monarca conservaba tres asistentes en Abu Dabi sufragados por Patrimonio Nacional, lo que volvió a tensar la situación en la coalición. Unidas Podemos cargó en contra de pagar “la lujosa vida” del “rey huido” y criticó que “no son suficientes sus millones en paraísos fiscales” sino que todos debían seguir pagando con dinero público “todos sus caprichos”.

PSOE, PP y Vox vetan las investigaciones en el Congreso

Desde que empezaron a salir las informaciones sobre las finanzas del emérito, varios partidos han registrado en el Congreso más de una decena de solicitudes para constituir una comisión de investigación sobre Don Juan Carlos, todas sin éxito ante el veto de PSOE, PP y Vox.

A los partidos nacionalistas y socios minoritarios de investidura como Más País, acabó sumándose Unidas Podemos, en contra del criterio de sus socios de coalición.

La inviolabilidad que protegía al rey emérito antes de su abdicación en 2014 impedía, tal y como confirmaron en varias ocasiones los letrados del Congreso, investigar ciertos hechos sucedidos antes de esa fecha. Los partidos trataron de sortear los impedimentos legales por múltiples vías y los letrados de la Cámara acabaron avalando que se pudiera investigar al rey emérito por el presunto uso de ‘tarjetas black’.

Pero de nuevo, el veto del PSOE y desencadenó un sonoro choque entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la de Derechos Sociales y Agenda 2020, Ione Belarra (líder de Podemos). La primera aseguró que la investigación no era “procedente” y acusó a Podemos de “cuestionar las instituciones”. Belarra, por su parte, defendió que investigar es “proteger las instituciones” y criticó a Robles porque “proteger los privilegios y alinearse con la derecha y los ultras una vez más” era “decepcionante”.

PP y Vox, por su parte, siempre han defendido al rey emérito y su legado. Alberto Núñez Feijóo ha defendido que Don Juan Carlos "pueda volver a su país" y ha acusado al Gobierno de "erosionar" la jefatura del Estado, mientras que Santiago Abascal ha dejado claro que no le “gusta” que Don Juan Carlos esté fuera de España.

Ciudadanos, que se ha dicho en alguna ocasión “decepcionado” con el rey emérito y se ha abierto (a diferencia de PP y Vox) a estudiar la eliminación de la inviolabilidad, considera que Juan Carlos I es “un ciudadano libre” para volver a España y ha criticado que el Gobierno le haya exigido en diversas ocasiones una “humillación” al pedir explicaciones.

El emérito, en el punto de mira del independentismo

El independentismo, particularmente el catalán, ha sido muy crítico con la monarquía con ataques constantes y cada información sospechosa sobre el emérito que salía a la luz ha servido para incendiar a partidos como ERC, Junts, la CUP y Eh-Bildu.

En Cataluña, el rechazo a la monarquía ha llegado desde las propias instituciones. El presidente catalán, Pere Aragonès, ha criticado este jueves que al rey emérito “se le pone una alfombra roja con todos los honores”, algo que a su juicio es “absolutamente incompatible con la democracia”. Don Juan Carlos, ha asegurado, “tendría que asumir todas las responsabilidades”.

El Parlament catalán, pese a las resoluciones del Tribunal Constitucional, ha llegado a reprobar a la monarquía (lo que ha valido una causa por desobediencia al expresidente de la Cámara Roger Torrent) y declarado que Cataluña es republicana y no tiene rey.

También el Ayuntamiento de Barcelona ha revocado la Medalla de Oro de la Ciudad al rey emérito otorgada por su contribución a los Juegos Olímpicos de 1992.

Y en la calle, las imágenes de manifestantes quemando fotografías del rey se han convertido en casi un habitual en las protestas del independentismo, especialmente cuando Felipe VI visita esta comunidad autónoma.

Ahora, la llegada del rey emérito genera de nuevo máxima expectación entre los partidos ante una visita que durará varios días. Más, cuando el lunes será recibido en el Palacio de La Zarzuela por Felipe VI y la reina Sofía. Previsiblemente no será la única visita a España del monarca, ya que la intención de Don Juan Carlos es visitar de forma asidua el país "para visitar a familia y amigos", tal y como comunicó a su hijo en una carta el pasado mes de marzo, tras el archivo de las investigaciones del Ministerio Público en España.