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Elecciones catalanas 2021

Los vetos encaminan a Cataluña a la ingobernabilidad y avivan el fantasma de una repetición electoral

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Los candidatos a las elecciones catalanas del 14F del PSC, ERC y JxCat
Los candidatos a las elecciones catalanas del 14F del PSC, ERC y JxCat

La carrera electoral hasta el 14F entra en su recta final con un empate en las encuestas entre ERC y el PSC, con Junts per Catalunya (JxCat) pisándoles de cerca los talones. A falta de horas para el cierre de campaña, nadie se casa con nadie por el miedo a salir perjudicado en las urnas. Ahora todos quieren gobernar en solitario con apoyos puntuales externos, una fórmula prácticamente inviable teniendo en cuenta los sondeos, que apuntan a que serán necesarios dos o tres partidos para formar Gobierno.

"Hay tres partidos que pueden ganar las elecciones o articular mayorías y los tres ya han dicho que va a ser difícil colaborar entre ellos", explica el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Valencia, Joan Rodríguez.

La fórmula del tripartito de izquierdas ya ha sido descartada por socialistas y republicanos. Mientras que la opción de reeditar un Govern independentista tampoco entra en los planes de sus principales implicados: ERC y JxCat. Tres años después del referéndum unilateral del 1-O, el independentismo está más dividido que nunca, desgastado por peleas internas y sin una hoja de ruta unitaria para enfocar los próximos pasos del ‘procés’.

Ante este contexto, el cordón sanitario a Illa solo viene a complicar aún más la situación, ya de por sí deteriorada por los continuos reproches entre candidatos durante toda la campaña.

Los expertos consultados por RTVE.es coinciden en que será complicado articular mayorías e incluso no descartan que haya que repetir los comicios, aunque advierten de que el partido que provoque esa repetición podría salir muy mal parado porque el electorado está, sencillamente, “harto” de acudir a las urnas. En poco más de diez años, los catalanes han sido convocados hasta en cinco ocasiones a votar: en 2010, 2012, 2015, 2017 y, ahora, en 2021.

En esta ocasión, a la habitual fragmentación parlamentaria catalana, se suma la profunda división entre independentistas y no independentistas y los vetos cruzados dentro de cada bloque, que se han multiplicado en las últimas semanas.

“A diferencia de los últimos cinco o seis años, donde en Cataluña se habían cerrado los votantes a favor o en contra de independencia, parece que se han empezado a abrir espacios de entendimiento de votos más pragmáticos donde los electores apuestan por romper esa frontera, sobre todo en los votantes no independentistas”, señala Rodríguez, quien al mismo tiempo advierte: “Otra cosa es que los partidos sean capaces de convertir eso en decisiones concretas el día de mañana”.

La pugna por ganar dentro del bloque independentista

La formación de gobierno también estará condicionada por quién gane las elecciones, sobre todo dentro del bloque independentista. Si lo hacen los republicanos, JxCat y la CUP podrían imponer un nuevo referéndum unilateral o una declaración de independencia, unas exigencias que no entran a día de hoy en los planes de ERC. Pero si es JxCat la formación más votada, tanto ERC como la CUP ya han manifestado sus reticencias a investir a su cabeza de lista, Laura Borràs, investigada por el Tribunal Supremo por un presunto delito de corrupción.

“Hoy en una fotografía fija es imposible saber quién va a ganar, pero si atendemos a la evolución durante estas últimas semanas podemos distinguir una tendencia al alza del PSC, que puede pinchar en el último momento, y una tendencia al alza de Junts, que creo que es más fiable teniendo en cuenta que sus votantes son los más movilizados”, apunta la profesora de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Ana Sofía Cardenal.

Durante las últimas semanas JxCat ha recortado distancias con ERC, que siempre parte con ventaja en intención de voto en las encuestas y, una vez comienza la campaña, se va desinflando. “Cuando llega la campaña Junts coge carrerilla, ya ha pasado más veces, y puede acabar haciendo el sorpasso a ERC”, afirma. Si esto ocurre, y JxCat consigue ganar la batalla dentro del bloque independentista, "esto va a atar completamente de manos a ERC”, explica Cardona.

En caso contrario, alerta el profesor de la Universidad de Valencia, si los republicanos consiguen un mayor número de escaños que Junts per Catalunya se encontraría en una posición hasta ahora desconocida como segundo partido "y su viabilidad podría desbaratarse por los condicionantes de estar supeditado a su gran adversario, que es ERC”.

Pese a ello, Cardenal cree que los republicanos tendrán la llave de la gobernabilidad, tanto si buscan un nuevo Gobierno independentista, junto a JxCat y la CUP, como si se abren a explorar un Ejecutivo que rompa la dinámica de bloques que ha marcado esta última década. “Se podrían dar unos resultados que hicieran posible una mayoría de izquierdas o que hicieran posible una mayoría independentista y ERC tendría que decidir", subraya.

La alternativa de Illa y los constitucionalistas

La otra fórmula de Gobierno que se podría abrir paso es una encabezada por el PSC de Salvador Illa, pero las encuestas más favorables no le otorgan más de 35 diputados, por lo que tendrá que emplearse a fondo en busca de apoyos. Su objetivo es repetir la fórmula nacional y formar gobierno con los ‘comunes’, que aspiran a entre 6 y 12 diputados, pero le faltaría una veintena más de votos si quiere ser investido presidente.

Contar con ERC parece imposible, a tenor de lo dicho por ambos candidatos. Para el cabeza de lista republicano, Pere Aragonès, su partido es "incompatible" con el PSC porque los socialistas catalanes "han asumido el programa político de Ciudadanos". Illa, por su parte, rechaza cualquier fórmula de Gobierno en la que estén presentes los independentistas.

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De esta manera, la única combinación aritmética viable sería un gran pacto entre los llamados partidos constitucionalistas. Ciudadanos ya se ha ofrecido a los socialistas para formar Gobierno, pero las malas expectativas electorales de los de Inés Arrimadas también lo dificultan. El PP ha rechazado cualquier tipo de pacto con Salvador Illa, si bien no cierra la puerta a elegir un "candidato constitucionalista" por "consenso".

El partido que no entraría en esta fórmula sería Vox. Los de Abascal han dicho que no facilitarán una investidura del PSC porque son los "socios del golpismo", mientras que los socialistas tampoco no quieren contar con "ningún apoyo de la ultraderecha” para investir a su candidato. "¿Cómo quiere que cuente con una gente que dice que yo tendría que estar en prisión?", respondió Illa tras ser preguntado por si "aceptará" el apoyo de la candidatura de Ignacio Garriga para una eventual investidura.

Pero, ¿se podrá formar gobierno?

El número 68 es la clave una vez se hayan depositado los votos el 14F. Es la cifra de diputados necesarios para conseguir una mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña y el objetivo que se han propuesto alcanzar los tres favoritos una vez arranque el baile de posibles coaliciones. La doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Leicester, Berta Barbet, cree que se alcanzará esta cifra pero será difícil formar gobierno porque la política de bloques en Cataluña complicará mucho la formación de coaliciones con un número suficiente de diputados.

A su juicio, va a ser fácil que un pacto de izquierdas sume, es decir, una coalición formada por PSC, ERC y Catalunya en Comú, pero las izquierdas están divididas por el tema nacional y es difícil que el PSC pacte con los independentistas. También cree que sumarán las fuerzas independentistas -ERC,JxCat y la CUP-, “pero aquí encontramos diferencias muy importantes en términos de ideología que, como se ha demostrado en el último gobierno, generan un Ejecutivo poco funcional”.

“De modo que las opciones de formar gobierno son limitadas y pasan, o bien porque se rompan algunos de los vetos (los más fáciles son los que hay entre ERC y JxCat si suman, a pesar de que esto implique repetir gobierno), o que haya alguna opción de formar un gobierno entre PSC, Comuns y ERC que no implique formar gobierno de forma explícita. Es decir, que haga que se puedan relajar los vetos", explica.

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No se descarta una repetición electoral

Ante este contexto, algunos trasladan ya al tablero catalán lo que ya se vivió en la política española en las generales de 2015 y 2019 y no descartan una repetición electoral en los próximos meses. “No es nada prematuro, sobre todo a la luz de las experiencias que hemos tenido en la política española en los últimos años”, señala Rodríguez.

En su opinión, la llegada de nuevos partidos, la fragmentación de los parlamentos y, en el caso de Cataluña, los vetos sobrepuestos a un lado y a otro, hace muy difícil articular mayorías, de manera que ese escenario se hace mucho más plausible de lo que había sido en décadas anteriores.

La gente está muy harta y agotada

Asimismo, los expertos consultados advierten de los riesgos que una repetición de los comicios tendría en el electorado, cansado de que la falta de acuerdo entre los partidos se traslade a las urnas. “Quien lo provoque, tendrá que explicar a su electorado por qué lo hace. Y no será nada fácil. La gente está muy harta y agotada”, asegura Cardona.

Todo dependerá, afirma Barbet, de si los partidos tienen expectativas de poder mejorar sus resultados con la repetición. “Y la experiencia demuestra que, muchas veces no sirve para cambiar el resultado”, concluye.