Enlaces accesibilidad
Coronavirus

El 81% de los trabajadores en el mundo se ven afectados por cierres totales o parciales de su lugar de trabajo, según la OIT

Por
Un hombre paga con tarjeta la compra
Un hombre paga con tarjeta la compra

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) denuncia que el coronavirus está teniendo “un efecto catastrófico” en el mundo laboral y es “la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial”. La pandemia ha provocado que cuatro de cada cinco empleados (un 81 %) sufran cierres parciales o totales de su lugar de trabajo.

En todo el mundo, el organismo con sede en Ginebra prevé que se pierdan el 6,7 % de las horas de trabajo en el segundo trimestre, lo que equivale a 195 millones de trabajadores a tiempo completo de un total de 3.300 millones, según la segunda edición del Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo.

Los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe

Su director general, Guy Ryder, apunta que “los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo” e insta a actuar “con rapidez, decisión y coordinación”.

“Las medidas correctas y urgentes podrían marcar la diferencia entre la supervivencia y el colapso”, añade Ryder ya que los efectos son peores que los de la crisis financiera de 2008. La OIT ve muy probable que su previsión inicial de 25 millones de parados a final de año sea “significativamente más alta” si no se toman medidas políticas acertadas.

Por zonas geográficas, en Europa se perderán 12 millones de empleos a tiempo completo y en los Estados árabes 5 millones. Unas cifras que palidecen ante los 125 millones de puestos de trabajo destruidos en Asia y el Pacífico. La incidencia del Covid-19 será mayor en los países con ingresos medios altos donde se eliminaran 100 millones de empleos de marzo a mayo.

1.250 millones de trabajadores vulnerables

Los sectores que más sufrirán la crisis sanitaria son la hostelería, la restauración, la industria manufacturera, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas.

Según este estudio, 1.250 millones de personas están empleadas en estos sectores con trabajos mal remunerados, de baja calificación y un alto riesgo de que aumenten los despidos y bajen los salarios y las horas trabajadas. En toda América, representan un 43 % de la fuerza laboral, porcentaje que baja al 26 % en África.

El continente negro tiene niveles de trabajo informal más altos, lo que unido a la falta de protección social, la gran densidad de población y la débil capacidad de respuesta plantea a los gobiernos “serios desafíos sanitarios y económicos”. A nivel mundial, 2.000 millones de personas trabajan en la economía sumergida y corren un riesgo especial durante la pandemia.

Soluciones que ayuden a todos los segmentos de nuestra sociedad global

Ryder subraya que “esta es la mayor prueba para la cooperación internacional en más de 75 años” y que si un país fracasa ·”todos fracasamos” por lo que llama a “buscar soluciones que ayuden a todos los segmentos de nuestra sociedad global, en particular los más vulnerables y los que tienen menores posibilidades de valerse por sí mismos”.

Recuerda a los gobiernos que las decisiones que tomen afectarán a la vida de “miles de millones de personas” y que con las medidas correctas se puede limitar “su impacto, las heridas que dejará”. Por último, concluye con el objetivo de “reconstruir mejor para que nuestros nuevos sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles que los que permitieron que esta crisis ocurriera”.