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España elude por el momento el proceso sancionador de Bruselas por la contaminación del aire

  • La Comisión Europea avisa que vigilará la aplicación de medidas para reducirla
  • Alemania, Francia, Italia y Reino Unido sí serán llevados ante la Corte europea

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Perfil de la ciudad de Madrid con una nube de contaminación sobre sus edificios
La ciudad de Madrid es uno de los cuatro puntos con problemas de polución atmosférica, junto a Barcelona, Avilés y Villanueva del Arzobispo.

España se ha librado de que la Comisión Europea le denuncie ante el Tribunal de Justicia de la UE por la mala calidad del aire, aunque seguirá bajo vigilancia para comprobar que las medidas propuestas para mejorarla se aplican de forma "completa e inmediata". Así lo ha anunciado este jueves el comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, quien considera que los planes presentados por el Gobierno español son suficientes para cumplir "en un tiempo razonable" con la directiva europea de lucha contra la contaminación atmosférica.

Las medidas planteadas por el país "parecen ser las adecuadas para hacer frente a las carencias detectadas, siempre y cuando se ejecuten correctamente. Por ello, la Comisión continuará supervisando de cerca la ejecución de dichas medidas, así como su eficacia para mejorar la situación lo antes posible", señala la Comisión en un comunicado.

En enero pasado, el Ejecutivo comunitario reiteró las advertencias a España y otros ocho países de la Unión Europea -ya realizadas en febrero de 2017- por exceder los niveles permitidos en el aire de partículas finas (PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2), y les avisó de que les demandaría ante el tribunal europeo, iniciando así el proceso de sanción, si no adoptaban medidas adecuadas para cumplir a tiempo los objetivos marcados en la normativa europea.

"Seriedad y urgencia" europea en la lucha contra la polución

República Checa y Eslovaquia también han eludido el proceso de sanción, mientras que los cuatro grandes países de la UE (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) y dos miembros del Este (Rumanía y Hungría) no han corrido la misma suerte y serán llevados por Bruselas ante la Corte de Luxemburgo.

Los dos contaminantes con niveles superiores a los permitidos tienen graves repercusiones para la salud: el dióxido de nitrógeno, que proviene fundamentalmente del tráfico vial y la industria, y las partículas, que se encuentran principalmente en las emisiones de la industria, la calefacción de los hogares, el tráfico y la agricultura.

Cada año mueren 400.000 personas en los países de la UE a consecuencia de la contaminación del aire que respiran, por lo que la Comisión Europea asegura que está determinada a luchar contra este problema "con seriedad y urgencia", por lo que quiere tener garantías de que las medidas aplicadas por los 28 países miembros son "suficientes y efectivas" para rebajar los elevados niveles de polución atmosférica.

Cuatro puntos conflictivos: Madrid, Barcelona, Avilés y Villanueva del Arzobispo

En el caso de España, el Gobierno trasladó a la Comisión Europea que no se trata de un "problema generalizado", sino que se localiza en cuatro puntos concretos: la localidad asturiana de Avilés, la jiennense de Villanueva del Arzobispo, el municipio de Madrid y el de Barcelona y su conurbación.

Esa característica hace, según el Ejecutivo español, que el país esté en mejores condiciones de cumplir la normativa. Además, en sus reuniones con la Comisión Europea, Madrid ha indicado que en el caso de Avilés existía un problema con la ubicación de la estación de medición, por lo que se ha solicitado a Bruselas un cambio de localización.

Sobre el resto de zonas afectadas, el Gobierno ha asegurado que las administraciones centrales, autonómicas y municipales trabajan conjuntamente para atajar el problema.