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Las emisiones de dióxido de carbono marcaron un nuevo récord en 2017

  • La Agencia Internacional de Energía las estima en 32.500 millones de toneladas
  • El aumento de consumo energético duplicó la subida media del quinquenio anterior

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Chimeneas de la planta de carbón de Bottrop, en el oeste de Alemania
El 70% del aumento de demanda energética del año pasado se cubrió con combustibles fósiles.

El fuerte aumento del consumo de energía registrado el año pasado provocó que en 2017 se marcase un nuevo récord de emisiones de dióxido de carbono, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que cifra esas emisiones contaminantes en 32,5 gigatoneladas (32.500 millones de toneladas), un 1,4% más que el año anterior. Este repunte se produce después de tres años sin incrementos sustanciales, favorecidos por la ralentización derivada de la crisis económica.

Según las estimaciones preliminares de ese organismo, la demanda mundial de energía fue equivalente a 14.050 millones de toneladas de petróleo, un 2,1% más que en el año anterior. Ese crecimiento más que duplica el 0,9% de aumento registrado de media en el quinquenio previo.

Las energías fósiles cubrieron casi dos tercios del alza del consumo

Más del 70% de ese aumento de la demanda se cubrió mediante el recurso al petróleo, el gas natural y el carbón, mientras que las tecnologías renovables atendieron la mayoría del restante 30%, según el informe de la agencia vinculada a la ONU.

"El crecimiento significativo en 2017 de las emisiones de dióxido de carbono ligadas a la energía nos muestra que los esfuerzos actuales para combatir el cambiar climático están muy lejos de ser suficientes", ha advertido el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Fatih

Birol.

Las emisiones de CO2 son la principal causa del incremento de la temperatura media mundial, por lo que un centenar de Estados se han comprometido a reducirlas para evitar los efectos más devastadores del cambio climático. Precisamente, el año pasado también registró un récord de pérdidas económicas derivadas de los fenómenos climáticos extremos consecuencia de ese calentamiento global.

Asia, donde más subieron, y EE.UU., donde más se redujeron

Según el informe presentado por la AIE, "las emisiones deberían alcanzar su máximo pronto y bajar progresivamente hasta 2020; ahora esta reducción necesitará ser aún mayor [de lo previsto] como consecuencia del aumento de emisiones registradoen 2017".

Los datos recopilados por la agencia internacional muestran que dos tercios del incremento total de las emisiones llegó de Asia. Allí, China registró un aumento del 1,7% en sus emisiones, hasta sumar 9.100 millones de toneladas, una subida menor a la temida gracias al despliegue de tecnologías renovables en ese país y a la aceleración del paso del carbón al gas natural.

En la mayoría de las economías más desarrolladas, las emisiones contaminantes crecieron, aunque Reino Unido, México, Japón y, especialmente, en EE.UU. registraron reducciones.

La bajada en Estados Unidos fue la más alta (-0,5%, hasta quedar en 4.800 millones de toneladas de dióxido de carbono) y se consiguió por el aumento de las energías renovables impulsado bajo la Administración de Barack Obama.