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Decenas de miles de manifestantes contra la reforma laboral en Francia

  • El Gobierno francés pretende aprobar los decretos este viernes
  • La participación parece menor que el pasado día 12, según AFP
  • El sábado la izquierda radical ha convocado una manifestación en París

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Manifestación en Marsella contra la reforma laboral
Manifestación en Marsella contra la reforma laboral.

Decenas de miles de manifestantes han protestado en Francia en contra de la reforma laboral del presidente, Emmanuel Macron, cuya intención es aprobarla lo antes posible.

Los sindicatos liderados por la Confederación General del Trabajo (CGT) han llevado a cabo una segunda jornada de protesta, con 200 manifestaciones en todo el país, en la víspera de la aprobación por el Gobierno de los decretos ley de esa reforma laboral.

"Macron, marioneta de los empresarios" "retirada de la reforma laboral" han sido algunas de las consignas coreadas por varios miles de personas que han desfilado por las calles de París y de las principales ciudades francesas, enarbolando enseñas sindicales y pancartas con duras críticas al presidente galo.

Entre las motivaciones de los manifestantes, un antiguo empleado de Correos, marchaba en Perpignan contra "el proyecto de ley brutal de Macron" cuya reforma es "antisocial y antidemocrática" mientras que un representante sindical en Auch llamaba a "luchar contra Macron, el Robin Hood al revés", en referencia a su complacencia con los empresarios en perjuicio de los asalariados.

Esta nueva protesta se registra una semana después de la primera jornada de huelga el pasado día 12 contra el nuevo marco laboral en la que se manifestaron casi medio millón de personas, según los convocantes, y unas 223.000, según la policía. Las primeras cifras, recogidas por AFP -que contrasta el recuento de las autoridades con el de los convocantes-, apuntan que el poder de movilización de los sindicatos ha bajado este jueves con respecto a la semana pasada.

En la marcha de París -la principal del país-, los convocantes calculan que había unos 55.000 manifestantes, mientras que la Policía rebaja esa cifra a los 16.000 participantes.

Amenaza de dumping social

Para la CGT y para los otros sindicatos que participan en la movilización -como Solidarios, la Federación Sindical Unitaria (FSU) o la Unef, de estudiantes-, los decretos ley del Ejecutivo presentan una amenaza de dumping social y restringen las posibilidades de acción de las centrales en el interior de las empresas.

Macron, que en el programa electoral que le llevó a la victoria en las presidenciales de mayo había hecho de la reforma del mercado de trabajo una de sus prioridades, dijo este martes que "la democracia no es la calle", en referencia a la jornada de protestas.

"La democracia es a la vez la calle y las elecciones", ha replicado el líder de la Francia Insumisa (FI), Jean-Luc Mélenchon, que mostró su esperanza en hacer doblegar al Gobierno y obligarlo a dar marcha atrás con la reforma porque "no se puede imponer a la fuerza a un pueblo que no la quiere".

Llamamiento a la unidad sindical

El secretario general de la CGT, Philippe Martínez, considera que el nivel de participación "es equivalente al de la semana pasada. El sindicalista destaca que, aunque las direcciones de dos de las tres grandes centrales del país (la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores y Fuerza Obrera) no hubieran querido participar en las protestas, en la manifestación había afiliados, como lo dejaban ver los signos distintivos con sus siglas.

Es más, consideró que la unidad sindical contra los decretos ley que el Gobierno adoptará mañana para su inmediata aplicación es una cuestión que se plantea, y "la CGT va a hacer lo posible para que se concrete" dada "la gravedad de la situación". Preguntado sobre si va a hablar con los secretarios generales de la CFDT y FO ha respondido: "vamos a hacerlo rápidamente, sí". El objetivo sería "una jornada de acción interprofesional de todas las confederaciones".

El número uno de FI ha señalado que lo que está ocurriendo "es sólo el comienzo", en particular porque la semana próxima empiezan paros en algunos sectores como el transporte (los camioneros huelguistas han señalado que tienen intención bloquear depósitos de carburante).

Siguen las movilizaciones

La movilización social continuará en Francia. Este sábado está convocada una manifestación en París por la izquierda radical. Su líder Mélenchon ha jurado hacer fracasar la reforma que califica de "golpe de estado social".

El 28 de septiembre está prevista una manifestación de pensionistas contra un subida de impuestos que les penaliza especialmente y el 10 de octubre los funcionarios saldrán a las calles para protestar por la pérdida de empleo público y la pérdida de poder adquisitivo.

Estos manifestaciones populares de oposición a las reformas de Macron no siginifica que el presidente este fracasando con su agenda política. Un polítologo parisino, Philippe Braud, considera que "el movimiento de contestación pierde fuerza. Existe una cierta resignación con respecto a las reformas necesarias. Los franceses las aceptan sin entusiasmo".