Enlaces accesibilidad
Elecciones primarias en el PSOE

Díaz, Sánchez o López: ahora sí, empieza la guerra en el PSOE por Ferraz

  • La andaluza lo hará oficial el 26; Sánchez y López ya están en campaña
  • Competirán en unas elecciones primarias en mayo, previas al Congreso de junio
  • La recogida de avales será la primera demostración de fuerza de cada candidato
  • Díaz es la que más se juega. Sánchez y López dividen al sector crítico

Por
Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López.
Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López.

Salvo sorpresa de última hora, todos los que aspiran a liderar el PSOE ya han dado el paso definitivo o casi. La última y la que más se ha hecho de rogar ha sido la presidenta andaluza, Susana Díaz, que competirá contra los otros dos precandidatos vinculados al sector crítico, Patxi López y Pedro Sánchez, aunque su candidatura no será oficial hasta el 26 de marzo.

Ahora sí, arranca una carrera en el PSOE para llegar a unas elecciones primarias que aún no tienen fecha. Serán en mayo, semanas antes del 39º Congreso Federal socialista (17 y 18 de junio), del que saldrá, camino de Ferraz, el nuevo secretario o secretaria general del PSOE para poner fin a una profunda crisis que vivió sus momentos más fatídicos en 2016 y que el socialismo sigue arrastrando.

La candidata del 'aparato', frente al autodenominado candidato "de las bases" y en medio de los dos, un Patxi López que quiere ser el candidato "de la unidad y la integración" y que trató de desactivar la candidatura de Pedro Sánchez, adelantándose con un anuncio sorpresa el pasado 14 de enero. No hizo más que dar alas al exlíder socialista que, dos semanas después, se fue a Sevilla a anunciar su candidatura.

El PSOE celebrará en abril un nuevo Comité Federal en el que se fijará la fecha de la batalla final -las primarias-, se aprobará el censo definitivo de quienes tienen derecho a voto en las mismas- incluido el PSC- y los plazos para la recogida de avales.

Susana Díaz, acompañada de González y Rubalcaba (EFE).

Susana Díaz, acompañada de González y Rubalcaba (EFE). EFE

Susana Díaz, la que más se juega de los tres

Susana Díaz es la que más se juega, sin duda. Preside Andalucía y de este proceso puede salir absolutamente 'todopoderosa' sumando el mayor poder orgánico en el PSOE, junto con el institucional en la comunidad con mayor número de militantes socialistas de España y bastión absoluto para el PSOE.

Esa es la cara, pero la cruz es que tendrá que lidiar con las críticas, que vendrán, de aquellos que le afeen que se centre en luchas partidistas en detrimento de su labor como presidenta; y corre el riesgo de achicharrarse en una guerra civil con Pedro Sánchez, al que muchos daban por muerto pero que se pasea como una estrella del rock por las plazas socialistas, puño en alto y cantando 'La Internacional'.

Tras su traumática dimisión en aquel ominoso Comité Federal del 1 de octubre, dejó su acta como diputado. De esta forma, se quedó sin nada, sin ninguna plataforma y con las manos vacías políticamente, solo aferrándose a ese mantra del 'no es no' con el que quiere recuperar Ferraz. No se juega nada, por tanto, y ya ha dicho que si pierde las primarias, deja la política.

Pedro Sánchez, en un mitin (EFE).

Pedro Sánchez, en un mitin (EFE). EFE

Patxi López, al que no le gusta nada que le definan como la 'tercera vía', se presenta como la opción que se sale de la "lucha fratricida" que representan Díaz y Sánchez. Formó parte del círculo más cercano de Sánchez cuando éste era líder de la oposición y actualmente es el único que puede medirse cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno en la Cámara Baja desde su condición de diputado. Su candidatura fue vista como una "traición" por parte del círculo más próximo a Sánchez.

Patxi López, en un acto en el País Vasco (EFE)

Patxi López, en un acto en el País Vasco (EFE) EFE

Muchos socialistas apuntan a que finalmente uno u otro, Sánchez o López, tendrá que retirarse de la batalla porque ambos dividen el voto crítico al aparato, a la gestora, ese que, supuestamente, votará a ciegas a Susana Díaz. Otros abogan por un tándem Díaz-López frente a Sánchez.

El ex secretario general no parece dispuesto a apearse de su último tren y López ya ha dicho en varias ocasiones que llegará hasta el final y no se integrará en ninguna otra candidatura.

El exlehendakari ha abogado por un secretario general que no ostente ningún otro cargo, en clara referencia a la presidenta andaluza, algo rápidamente contestado por la gestora del PSOE que no ve inconveniente en compaginar cargo institucional con orgánico e incluso destaca que esa es la "cultura" del partido.

Recogida de avales, primera parte del partido

Antes que las elecciones primarias, los tres candidatos- formalmente aún precandidatos- medirán directamente sus fuerzas cuando presenten los avales necesarios para optar a la Secretaría General (el 5% de los militantes).

Pedro Sánchez y Susana Díaz se saludan en un acto (EFE) .

Pedro Sánchez y Susana Díaz se saludan en un acto (EFE) . EFE

Estará servida la guerra psicológica entre los aspirantes y cada candidato planteará de forma explícita el grueso de sus apoyos. Es más que probable que Díaz quiera hacer una demostración de fuerza y supere a Sánchez y López en firmas por el poder aplastante del PSOE andaluz, además de otros aparatos autonómicos donde la presidenta arrasa.

En esa primera batalla, la clave estará en ver quién de los otros dos candidatos suma más apoyos, lo que aumentará el debate sobre la necesidad de que uno se dé por vencido a favor del otro.

En el terreno de la petición de avales Sánchez ya tiene experiencia, en las primarias de 2014 obtuvo el 54,04% de las rúbricas (paradójicamente su mayor apoyo provino de la federación andaluza) y, posteriormente, ganó la consulta a las bases con un 48,69% frente a Eduardo Madina y José Antonio Fernández Tapias. El ex secretario general arrasó, entonces, en Andalucía y ganó en el País Vasco (tierra de Patxi López y del entonces aspirante Madina).

López escucha a Díaz en una acto socialista (EFE).

López escucha a Díaz en una acto socialista (EFE). EFE

¿Qué apoyos tienen los candidatos?

Susana Díaz sigue siendo la que alberga mayor poder en los aparatos, en el federal y en los autonómicos. El apoyo a su candidatura- aún sin haberse anunciado- era total en las federaciones con mayor fuerza- Extremadura, Valencia, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón- lo que hace suponer que ahora que ya ha dicho que irá a la batalla, el sostén de los pesos pesados regionales será absoluto.

Las tesis de la andaluza han tenido, además, el visto bueno de los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, además del ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque Patxi López estuvo muy cerca tanto de Zapatero como de Rubalcaba.

Cuando el exlehendakari anunció su candidatura, algunos de los 'barones' que se habían posicionado con Sánchez, no dudaron en ver con muy buenos ojos esta opción. Así, comunidades afínes a Sánchez dieron un paso al lado de López: País Vasco, Baleares, Madrid, La Rioja, Castilla y León y Navarra.

Lo cierto es que algunas de estas federaciones, tras postularse después el propio Sánchez, empezaron a hablar de "neutralidad".

Sánchez y López se abrazan en el Congreso (EFE).

Sánchez y López se abrazan en el Congreso (EFE). EFE

El ex secretario general no cuenta con ningún aparato autonómico fuerte detrás, pero él se refugia en que su fuerza- dice- es la militancia directa. Siguen a su lado algunos de los diputados díscolos como Odón Elorza, Margarita Robles, Zaida Cantera o Adriana Lastra. Ni siquiera le apoya quien dijo estaría a su lado "siempre", su número dos en el PSOE, César Luena.

Uno de los principales valedores de Sánchez fue el PSC de Miquel Iceta, pero los socialistas catalanes han vivido estos meses su propio tira y afloja con la gestora- ya resuelto con un nuevo marco de relaciones- lo que ha hecho que ese Iceta que clamaba a gritos por Sánchez en un mitin- "Pedro, líbranos del mal, por dios"- haya mantenido un perfil más que bajo a la hora de posicionarse. "Los aparatos no deben intervenir en las primarias", ha dicho, recientemente.

Zapatero ganó por nueve votos y Rubalcaba, por 22

En el PSOE siempre reina la sensación de que puede pasar cualquier cosa. Incluso cuando el líder no se elegía por el sistema de primarias directas y era una representación de delegados la que votaba, lo que hacía mucho más fácil predecir los resultados, había grandes sorpresas.

Así, por tan solo nueve votos un desconocido diputado por León, José Luis Rodríguez Zapatero, se hizo con las riendas del partido en el 2000. Una decena de votos escasos le dieron la victoria frente a José Bono, que partía en aquel cónclave como favorito, frente a Zapatero y las otras dos aspirantes: Rosa Díez y Matilde Fernández.

Unos pocos votos más, 22, fueron los que le dieron el triunfo a Alfredo Pérez Rubalcaba frente a Carme Chacón en 2012. También fue una representación de delegados la que decidió.

Fue precisamente Pedro Sánchez el primer secretario general en la historia del socialismo español elegido directamente por el voto de los militantes. Un total de 130.000 de los casi 200.000 militantes del PSOE de 2014 acudieron a votar. Una participación alta que podría repetirse e incluso aumentarse en las primarias de mayo.

Tres candidatos con tres modelos

Con diferencias y similitudes, Díaz, Sánchez y López representan tres estilos de hacer política, tres formas de ver la socialdemocracia y tres maneras de defender la bandera del socialismo español. 

Pedro Sánchez y Patxi López, en campaña desde enero, ya desgranan sus propuestas en sus giras iniciadas por toda España. En este punto, llevan algo de ventaja a Díaz que, hasta ahora, no ha podido 'vender', de forma oficial y como candidata, el PSOE y la España que quiere, aunque alguna pista ha dado.

Organización del partido:

Mucho han hablado Pedro Sánchez y Patxi López del nuevo modelo de partido que debe representar el PSOE con un punto central en el que coinciden: dar más peso a la militancia. Así, Sánchez sitúa a los militantes como "columna vertebral" y, si gana, les dará el poder para que decidan con su voto todos los pactos. Aboga también por acotar a un plazo máximo de 90 días el funcionamiento de las gestoras.

López, por su parte, pide regular las consultas y que éstas no dependan de la "voluntad del jefe de turno" y dice: "Si los militantes eligen al secretario general, sólo los militantes pueden revocarlo". Propone, además, hacer primarias con segunda vuelta.

A partir de ahora, Díaz desgranará sus propuestas orgánicas para el PSOE. De momento, ha dicho que el partido "no quiere volver al pasado", en clara pulla a Pedro Sánchez. 

Giro a la izquierda y pacto con Podemos:

Sánchez, muy duro con la gestora, lamenta que haya situado ideológicamente al PSOE "en tierra de nadie" y dice: "No propongo un giro a la izquierda, quiero un PSOE que vuelva a ser el partido de la izquierda". Quiere una "triple alianza progresista" de la que formen parte PSOE-Podemos-sindicatos y reniega de la abstención que permitió gobernar al PP.

López aboga por una "izquierda exigente y sin complejos" que no mire al PP, pero tampoco a Podemos. Quiere solucionar la crisis del socialismo "desde el socialismo" y ser capaz de construir una "nueva utopía socialista". A pesar de que se abstuvo en la investidura de Rajoy, deja claro que esta opción fue un "error".

Díaz defiende un PSOE "ganador y sin complejos", ensalza un modelo de partido "fiel a los valores que representaron Pablo Iglesias, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero" y busca alejarse de la "ira de Podemos". Gobierna en Andalucía gracias a Ciudadanos y defendió la abstención al PP. 

Cataluña:

Sánchez defiende un "Estado plurinacional" apoyado en una reforma del artículo 2 de la Constitución, que mantendría el reconocimiento de que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español.

López reivindica Cataluña como "nación cultural" y pide que en el 39º Congreso Federal concrete la reforma constitucional en clave federal que asumió el PSOE en su 'Declaración de Granada' de 2013.

Díaz no se sale de lo planteado por el PSOE en esa 'Declaración de Granada', elaborada bajo mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba y que defiende una "singularidad catalana sin privilegios", posición que defiende la gestora.