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El Bundestag aprueba el tercer rescate de Grecia, con algunas voces contrarias del partido de Merkel

  • Se han registrado 454 votos a favor, 113 en contra y 18 abstenciones
  • Dentro del partido de Merkel, 63 diputados se opusieron
  • El Parlamento holandés también aprueba el programa de asistencia

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Alemania aprueba el tercer rescate a Grecia

El Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, ha aprobado este miércoles por una amplia mayoría el tercer rescate de Grecia. El programa ha recibido luz verde con 454 votos a favor, frente a 113 en contra y 18 abstenciones, un resultado logrado gracias al apoyo mayoritario de la coalición de gobierno entre los socialistas del PSD y la CDU de Angela Merkel.

Según los primeros datos, 63 diputados del partido de la canciller votaron en contra de la ayuda a Grecia, otros 3 se abstuvieron y 17 estuvieron ausentes de la votación. Dentro del SPD, se registraron 4 votos negativos y 16 ausencias. También votaron a favor 52 diputados de Los Verdes (1 votó en contra, 8 se abstuvieron y dos no estuvieron presentes).

En contra del programa de asistencia financiera también se pronunció la mayoría del partido La Izquierda: de sus 64 diputados, 45 votaron no, 7 se abstuvieron y 12 estuvieron ausentes.

Schäuble: "Es la única forma de que Grecia vuelva a crecer"

El visto bueno del Parlamento alemán era requisito imprescindible para seguir adelante con la puesta en marcha del rescate, al igual que el voto afirmativo de otros órganos legislativos nacionales, como los de Finlandia, Estonia y Holanda.

El programa de asistencia financiera aprobado contempla préstamos a Atenas hasta un máximo de 86.000 millones de euros en los próximos tres años, a cambio de que el país aplique 250 medidas de ajuste y reformas.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha defendido el apoyo al paquete de rescate porque es la única vía -a su juicio- para que la economía griega vuelva a crecer. Schäuble es una de las caras más visible en Alemania y Bruselas del sector más exigente con Atenas, por lo que el hecho de que haya sido él el encargado de defender el acuerdo es un guiño a los críticos entre sus filas.

Varios parlamentarios y analistas políticos han considerado sorprendente que Merkel no interviniese en la sesión, aunque estuvo presente. Según el diario sensacionalista Bild, ha preferido que no se la identificase con la votación del rescate.

Recelos frente al Gobierno griego

En su discurso, Schäuble ha combinado argumentos meramente económicos con los políticos a más largo plazo, y no ha escondido sus recelos frente al Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, ni los potenciales riesgos del rescate.

"El debate no es fácil. Hay razones a favor y en contra, tanto de carácter político tanto económico", ha reconocido en el arranque de su intervención.

No obstante, el ministro ha abogado por el y ha presentado varias razones: en Atenas se ha operado un "cambio fundamental" en las últimas semanas, el programa de rescate incluye "reformas numerosas y extensas" que en gran medida han sido aprobadas a priori por el Parlamento heleno y debe actuarse por "responsabilidad europea".

"Bajo este contexto, podemos y debemos recomendar este acuerdo", ha afirmado Schäuble que, pese a advertir que "no hay garantías de que todo va a funcionar", también ha asegurado que "sería irresponsable no permitir un nuevo comienzo para Grecia".

El ministro ha recalcado que los ajustes exigidos a Atenas son "irrenunciables, sobre todo dentro de la Unión Monetaria", e "irrenunciables para ser miembro de la eurozona", y ha salpicado su intervención con aceradas críticas al Gobierno de Tsipras.

Si Grecia cumple con la condicionalidad acordada en el memorando de entendimiento, su economía podrá volver a la senda del crecimiento, reducir sus deudas progresivamente a partir de 2018 y crear empleo, ha asegurado el titular de Finanzas.

"Indispensable" que participe el FMI

Schäuble ha dedicado especial atención a la participación -aún no asegurada- del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el tercer rescate, uno de los elementos que más han citado los disidentes conservadores para no votar a favor.

El titular de Finanzas ha tildado de "indispensable" que el organismo dirigido por Christine Lagarde "con su experiencia especial" siga compartiendo el timón del proceso heleno con las otras dos instituciones implicadas, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE).

El organismo multilateral ha exigido un alivio de la deuda pública helena "más allá" de lo planeado hasta ahora. Sin embargo, Berlín se mantiene firme y asegura que es posible una reestructuración (prolongar los plazos y reducir los intereses), pero no una quita, proque -argumenta- no la permiten los Tratados de la UE.

El líder de La Izquierda y jefe de la oposición, Gregor Gysi, ha abogado por el rechazo al rescate, pese a que su partido está aliado en Europa con la Syriza de Tsipras. A su juicio, el programa no contribuirá a la recuperación económica helena y dañará el poder adquisitivo de los griegos al recortar pensiones y ayudas sociales.

Por su parte, el jefe de Los Verdes, Anton Hofreiter, ha combinado las críticas al Gobierno, al que acusó de haber actuado de forma "populista y antieuropea", con su apoyo al tercer rescate, porque considera que ayudará a que Atenas se recupere de la crisis.

"Es un Sí a Europa, pero no un Sí al Gobierno alemán", ha aclarado el líder de los Verdes en el Bundestag.

El Parlamento holandés también aprueba el tercer rescate

Por la tarde, era el Parlamento holandés el que daba su visto bueno al rescate griego. De esta forma, Países Bajos era el último de los miembros del euro en hacerlo.

Según la agencia Reuters, el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, ha asegurado que bajo el nuevo plan de rescate la deuda griega será sostenible a partir de 2030.

El también presidente del Eurogrupo ha reiterado que los países de la eurozona no aceptarán una quita nominal de la deuda griega, algo que ha calificado de "tabú", pero ha dejado claro que "el alivio de la deuda no es tabú".