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Berlín reduce al 0,4% el crecimiento alemán en este año, un cuarto de su primera estimación

  • El Gobierno de Merkel rebaja sus previsiones por segunda vez en tres meses
  • Para 2014 confía en que la actividad económica repunte un 1,6%
  • Rechaza aplicar las políticas de estímulo, como pide Rajoy a Alemania

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Alemania no esta dispuesta a tirar del resto de países

El Gobierno alemán ha revisado a la baja de forma drástica su previsión de crecimiento para este año, ya que ahora calcula que su economía crecerá un 0,4% en lugar del 1% previsto, según ha anunciado este miércoles el ministro de Economía, Philip Rösler. Esto supone que en tres meses, el Ejecutivo germano ha recortado un 75% su estimación para 2013, ya que en octubre rebajó hasta el 1% su cálculo inicial de 1,6%.

Esta previsión coincide con la realizada por el Bundesbank el mes pasado y confirma la ralentización del ritmo de crecimiento de la locomotora europea que comenzó en el segundo semestre del año pasado y que ha llevado a Alemania a cerrar 2012 con un leve crecimiento del 0,7%, muy inferior al 3% de 2011, según los datos provisionales publicados este martes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Para 2014, Berlín confía en conseguir un repunte de su economía del 1,6%. En este cálculo, el Ejecutivo alemán se muestra más pesimista que el propio banco central del país, que estimó en diciembre que la actividad económica repuntaría un 1,9% el año que viene.

Estos datos son coherentes con la revisión a la baja realizada por el Banco Mundial en las previsiones que ha presentado este mismo miércoles y que adelantan que la economía de la eurozona se contraerá un 0,1%, en lugar de crecer un 0,7%, tal y como calculaban hasta ahora.

Respecto al déficit público, el Gobierno de Angela Merkel pretende limitarlo al 0,5% del PIB tanto este año como el que viene. Este resultado contrasta con el 0,1% de superávit que se consiguió en 2012, según los datos iniciales de Destatis.

Según el Gobierno, la actual desaceleración se superará durante el año

Pese a esas previsiones, en la rueda de prensa donde Rösler ha presentado el informe sobre la economía para este año, el ministro ha tratado de transmitir optimismo al asegurar que "hay  todo tipo de razones para confiar". "Partimos de la base de que la fase  de debilidad de este invierno se superará a lo largo del año", ha  añadido.

El ministro de Economía ha considerado que el último trimestre de 2012 (cuando la economía alemana cayó un 0,5%) debería ser el período "más débil", aunque ha eludido concretar si se dejarán atrás los números rojos en este primer trimestre. Técnicamente, si el PIB alemán registrara una nueva contracción entre enero y marzo se consideraría que la economía ha entrado en recesión.

"Alemania volverá a estar en 2013 a la cabeza de Europa en términos  de economía y mercado de trabajo", ha afirmado Rösler, quien ha confiado  en que la demanda interna impulse el crecimiento.

En esa misma línea, el responsable de Economía en el Ejecutivo de Merkel ha señalado que el mercado laboral "se mantendrá estable  en sus niveles récord", que los ingresos "continuarán aumentando" y que  la "evolución de los precios seguirá siendo moderada", con una inflación que ha cifrado en 1,8%.

Según las previsiones de Berlín, el número de trabajadores activos con empleo en Alemania -que ya marcó un nuevo máximo en 2012- aumentará en 15.000 este año, hasta alcanzar los 41,6 millones de personas. A finales del año pasado, había 2,9 millones de parados en el país, según los datos del Gobierno.

Descarta adoptar medidas de impulso económico, como pide Rajoy

Además, preguntado sobre las declaraciones al Financial Times del presidente español, Mariano Rajoy, sobre la conveniencia de que Alemania ponga en marcha políticas de estímulo económico, Rösler ha descartado esa  posibilidad. "No va ha haber paquetes de impulso económico", ha zanjado, rotundo, el político liberal.

Las medidas económicas de Alemania van más allá de la consolidación fiscal

Como justificación, el ministro ha recordado que ya se han  tomado varias medidas al respecto "a nivel comunitario". En su opinión, puede considerarse como un estímulo al crecimiento el Pacto Fiscal firmado  por 25 de los 27 miembros de la Unión Europea, ya que su objetivo último  es "posibilitar el crecimiento".

Además, ha indicado que, a nivel  nacional y para potenciar el crecimiento, todos los países deben implementar reformas estructurales para  flexibilizar sus mercados de trabajo, reformar los sistemas de  pensiones, fomentar la competitividad y promover privatizaciones.

También el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, se ha pronunciado sobre las palabras de Rajoy. Según Seibert, "no ayudaría ahora a nadie en Europa" que Alemania aprobase "grandes inversiones que no se puede permitir y que aumentarían aún más la deuda" de la mayor economía europea.

En un encuentro rutinario con medios de comunicación, Seibert ha añadido que considera que Alemania y España tienen una visión muy similar de los problemas actuales de la zona euro -sobreendeudamiento y falta de competitividad- y de la manera de solucionarlos.

"Hay que luchar contra los problemas de forma consecuente", ha señalado el portavoz, con lo que descartaba de forma indirecta la aprobación de nuevos planes de estímulo por parte de Berlín. "Estamos en la senda correcta", ha recalcado.