Enlaces accesibilidad

Toyota notifica a las autoridades niponas la llamada a revisión de 63.000 Lexus

  • Fuera de Japón se verán afectados 180.000 vehículos
  • El defecto está en la válvula que regula el paso de la gasolina

Por
Un Toyota Lexus GS 450h en Tokio
Una pareja examina un Toyota Lexus GS 450h en Tokio.

El grupo Toyota Motor ha notificado oficialmente al Ministerio de Transporte japonés que llamará a revisión a 62.000 automóviles de la marca Lexus y casi 30.000 del modelo Crown, en Japón, por un posible defecto en el motor.

La notificación oficial de revisión, que afecta a los modelos de más alta gama del fabricante, se produce después de que, el viernes pasado, Toyota anunciara esta medida, que afectará fuera de Japón a otros 180.000 vehículos, según informó la compañía la semana pasada.

La llamada a revisión obligará a chequear tres versiones diferentes del Crown y al menos siete modelos del Lexus, entre ellos los LS600h, LS460, LS600hL, GS460, GS450h, GS350 y IS350.

Fallo en el motor

El defecto se refiere a la válvula que regula la entrada de gasolina y aire en los cilindros del motor, y podría provocar, en el peor de los casos, que éste se calase de improviso.

El modelo más afectado en Japón es el Lexus LS460, la exitosa berlina de lujo de la que se revisarán 27.585 unidades. Toyota Motor, el primer fabricante mundial de automóviles, cerró con beneficios el pasado ejercicio fiscal pese a las masivas llamadas a revisión.

A finales de mayo, la compañía ya llamó a revisión unos 11.500 Lexus de la serie LS por un defecto en el sistema de control de la dirección, 3.800 de ellos en EEUU, donde decidió suspender temporalmente las ventas de este modelo, a la espera de recibir nuevos componentes.

Multa récord

La reputación del primer fabricante mundial de automóviles sufrió este año un duro golpe, tras la llamada a revisión de más de 8,5 millones de automóviles en todo el mundo por problemas relacionados con una aceleración súbita.

El pasado abril, Toyota aceptó una multa récord de 16,37 millones de dólares impuesta por las autoridades de EEUU, que le culparon de haber ocultado durante meses el defecto.

Tras aquel revés, el grupo nipón emprendió una campaña para lavar su imagen que incluye el refuerzo de sus controles de calidad y de la atención al cliente.