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Nissan fabricará un nuevo modelo en Barcelona a cambio de eliminar 1.680 empleos

  • La reducción de empleos es la misma que proponía el ERE que finalmente se retiró
  • La empresa nipona pretende fabricar un nuevo vehículo medio a partir de 2012
  • Propone a cambio un plan de bajas incentivadas para hacerla una factoría "competitiva"
  • Ofrece mayores indemnizaciones para los trabajadores que se den de baja
  • Los sindicatos valoran que se hable de futuro pero piden que se concrete el plan

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La dirección de Nissan ha comunicado a los sindicatos su intención de fabricar un nuevo vehículo en la planta de la Zona Franca de Barcelona, siempre que se acuerde una reducción de plantilla de 1.680 personas -las mismas que contemplaba el ERE retirado-, que la multinacional propone lograr a partir de un nuevo plan de bajas incentivadas.

La dirección y el comité de empresa de Nissan han mantenido una nueva reunión para abordar el plan de futuro de la factoría y negociar el excedente de plantilla que la multinacional asegura que tiene en la planta catalana.

En el encuentro, que ha durado unas cinco horas, los responsables de la compañía han confirmado su voluntad de adjudicar a Barcelona la fabricación de un nuevo vehículo del "segmento medio", como podría ser un turismo o una furgoneta comercial pequeña, a partir del año 2012. Nissan, no obstante, no descarta la posibilidad de producir en la Zona Franca un vehículo de mayor tamaño.

"Estamos abiertos a cualquier tipo de producto. Todo dependerá de las necesidades del mercado", ha señalado el portavoz de la empresa, Alfredo Castaño.

Planta "competitiva"

Nissan, eso sí, condiciona esta decisión a la necesidad de redimensionar el tamaño de la plantilla y hacer de la fábrica de la Zona Franca una factoría "competitiva", con dos turnos de trabajo y una capacidad productiva de 128.000 unidades anuales.

Su intención es fijar la plantilla de 2.800 empleados, lo que implicaría prescindir de 1.680 puestos de trabajo, los mismos que propuso en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció el pasado mes de octubre y que retiró en enero, a cambio de iniciar un proceso de diálogo con los sindicatos.

Para conseguirlo, Nissan plantea un nuevo plan de bajas incentivadas, dotado de mayores indemnizaciones, que permita recortar el máximo número de empleos de la forma menos traumática posible.

La compañía nipona ofrece ahora una indemnización mínima de 20.000 euros a los trabajadores que abandonen voluntariamente la empresa que lleven menos de dos años en ella. Esta cifra se va incrementando, según la antigüedad, hasta llegar a un límite de 120.000 euros; además de darles el apoyo de una empresa especializada que se encargará de su recolocación.

En el plan de bajas voluntarias hasta ahora vigente, al que se han acogido 226 trabajadores, se partía de una indemnización mínima de 8.000 euros que se incrementaba, según los años de trabajo en la empresa, hasta un tope de 60.000 euros.

Los sindicatos valoran que se hable de futuro

Los sindicatos han valorado positivamente que Nissan hable ahora de futuro para la planta catalana y no de cierre ni despidos, aunque han pedido a la compañía que concrete aún más el plan industrial.

Quieren saber, por ejemplo, a qué tipo de vehículo optará la fábrica de la Zona Franca, a qué se destinarán los 400 millones de inversión previstos para los años 2011 y 2012 o qué producción se adjudicará a la planta entre 2010 y 2012, antes de que se empiece a fabricar el nuevo modelo.

"Les hemos dicho que no podemos apoyar el plan industrial si antes no lo clarifican y se ve si hay un sobrante de trabajadores o no", ha indicado el delegado sindical de UGT, Jordi Martínez.

Empresa y sindicatos se volverán a reunir el próximo martes, día 10, cuando el comité de empresa podría dar ya una respuesta a las propuestas que Nissan ha puesto sobre la mesa.