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Bush defiende de nuevo su "respuesta extraordinaria a una crisis extraordinaria"

  • El presidente de EE.UU. vuelve a comparecer para tranquilizar a los mercados
  • Bush defiende la "agresividad" de su plan ante los defensores del libre mercado
  • "Me habría opuesto a estas medidas en circunstancias normales, pero no lo son"
  •  "Nuestro objetivo es preservar el mercado libre, no destruirlo", ha insistido
  • Bush ha pedido paciencia a los mercados, para que el plan surta efecto
  • Según ha asegurado, no se nacionalizarán entidades bancarias
  • "Pese a los abusos, el capitalismo es el mejor sistema", ha asegurado Bush

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Bush se reune mañana con los líderes de la Unión Europea

Si no se hubiese actuado con el plan de rescate, "lo habría pagado el pueblo americano". Este plan ha sido una "respuesta extraordinaria a una crisis extraordinaria" y ayudará a volver al camino de la prosperidad a largo plazo", ha señalado el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, que ha vuelto a intentar tranquilizar a los mercados internacionales y a los ciudadanos de su país en un discurso ante la Cámara de Comercio de Washington.

En su enésima comparecencia para evitar el pánico en los mercados y explicar el plan de rescate propuesto por su Administración, Bush ha tratado de hacer pedagogía explicando las causas de la crisis actual, ha defendido la "agresividad" de su plan y ha tranquilizado a quienes lo rechazan por considerar que va contra la economía de libre mercado.

Bush pide paciencia a los mercados y 'alaba' el mercado libre

Las medidas "tardarán en tener un impacto, pero el pueblo americano puede estar seguro de que funcionarán", ha dicho. Antes de la apertura de la bolsa de Nueva York, Bush ha reiterado que el programa de rescate financiero tardará algún tiempo en restablecer el flujo del crédito y ha prometido que que el Gobierno no ejercerá control sobre los bancos.

En este sentido, Bush ha dicho que el Departamento del Tesoro no entrará en los consejos directivos de los bancos o los dirigirá y ha insistido en que su intervención pública no es una toma de poder, sino "el último recurso".

La inyección de 700.000 millones de dólares ha dicho Bush, forma parte de un plan que es "lo suficientemente grande y audaz" para funcionar.

Ante los empresarios congregados en Washington, Bush se ha postulado como "firme creyente en el mercado libre", por lo que se "habría opuesto a estas medidas en circunstancias normales, pero estas no son circunstancias normales". Su intervención, ha asegurado, "no es una toma de control y no pretende debilitar el mercado libre, sino fortalecerlo".

"Nuestro objetivo es preservar el mercado libre, no destruirlo", ha insistido y ha subrayado que "las acciones son limitadas en envergadura y tiempo", y que los accionistas de las empresas en las que la Administración inyectará dinero "seguirán siendo los accionistas mayoritarios". 

El Gobierno "no perderá dinero"

El presidente ha afirmado que la compra prevista de acciones de los bancos no significa una nacionalización de esas entidades.  Además, ha añadido que, "el Gobierno venderá a un precio más alto" las acciones que ahora compre, por lo que no perderá dinero. 

Respecto a los empresarios de las entidades, Bush ha recalcado que "de ningún modo se premiará a los ejecutivos con dinero de los contribuyentes" y,  también ha asegurado que el pueblo no tendrá que pagar por las decisiones irresponsables de los los ejecutivos.

Evitar el aislamiento económico

El presidente ha señalado que en momentos de crisis, EE.UU. debe "evitar la falsa tentación del aislamiento económico". En este sentido, ha instado una vez más al Congreso a aprobar "este año" los tratados de libre comercio alcanzados con Colombia, Panamá y Corea del Sur.

Y en medio de las muchas voces que culpan al sistema capitalista de la actual crisis, el dirigente de los EE.UU. ha dicho que pese a todo, el capitalismo es el mejor sistema.