Luis Enrique 'debuta' al frente del PSG contra el Real Madrid de Xabi Alonso en el Mundial de Clubes
- Es la primera vez que se enfrenta a los blancos con su actual club y el primer cara a cara con el técnico tolosarra
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El duelo de semifinales del Mundial de Clubes 2025 entre el París Saint-Germain y el Real Madrid de este miércoles enfrentará a los dos entrenadores españoles que quedan en liza de los tres que empezaron el torneo: Luis Enrique, por el PSG, y Xabi Alonso, por el Madrid. Atrás se quedó Pep Guardiola tras la eliminación del Manchester City en octavos frente a Al-Hilal.
A pesar del historial reciente entre ambos equipos, que se han visto las caras en ediciones recientes de la Champions League, será un duelo inédito en los banquillos. En las ocho ocasiones anteriores en que Luis Enrique se ha enfrentado al Madrid, tan sólo en una había un español en el banquillo merengue. Fue en la temporada 2015-2016 y su Barça le endosó un 0-4 al Madrid de Rafa Benítez, uno de los resultados que precipitaron el cese del entrenador madrileño.
No se le ha dado mal el conjunto blanco al técnico asturiano, puesto que el balance en esos ocho encuentros fue de 4 victorias, 3 derrotas y 1 un único empate. En esta ocasión será la primera vez que se enfrente al Madrid como entrenador del PSG y lo hace como vigente campeón de Europa. De hecho, son los dos últimos campeones de la Champions frente a frente.
Para Xabi Alonso, con sólo los cinco partidos de este Mundial a sus espaldas como técnico del Madrid, todas son primeras veces. Pero en su caso es que tampoco se cruzó con el PSG en su etapa en el Bayer Leverkusen, puesto que en su primera temporada jugó la Europa League y en la siguiente no llegaron a medirse en la fase regular de la Champions. El equipo alemán cayó eliminado en octavos de final por sus compatriotas del Bayern Múnich.
El tolosarra supondrá para Luis Enrique una prueba de nivel, puesto que en sus anteriores enfrentamientos contra el Madrid no tenía delante a un entrenador que implantara en el equipo un estilo tan parecido al suyo; el de Zidane era, salvando las distancias, el equipo que presentaba una propuesta más similar a la de su Barça. Ese 4-3-3 ofensivo y de posesión de balón constante que por fin le ha dado el resultado esperado en Champions, es el que Alonso quiere terminar de desarrollar en el Madrid. Será un duelo por la posesión.
El actual técnico madridista introduce una variación al alternar entre el 4-3-3 y otra formación con tres centrales y dos carrileros largos, que es un 3-5-2 en ataque y un 5-4-1 en defensa. Para esta semifinal pierde a Dean Huijsen por la roja que vio frente al Borussia Dortmund y eso podría trastocar su intención de utilizar ese sistema, si es que la tuviera.
Aún podría con Raúl Asencio, Antonio Rüdiger y Aurelien Tchouameni, en vista del buen resultado que ha dado hasta ahora el pivote francés a la hora de reforzar la línea de tres centrales. No sería mala opción para contrarrestar el poderío del PSG por las bandas y la capacidad de desborde que tienen futbolistas como Kvaratskhelia o Dembélé, aunque este último es dudoso que juegue de inicio.
Dembélé y Mbappé piden paso
Dembélé está en una situación similar a la de Kylian Mbappé en el Madrid. Tanto Luis Enrique como Alonso tienen el hándicap de haber llegado a semifinales del torneo con sus máximas estrellas convalecientes por distintos motivos, pero ambos pidiendo paso con buenos minutos en sus partidos de cuartos, redondeados con goles además de bella factura.
Si Alonso supondrá una prueba para 'Lucho', qué decir al revés. Hasta la fecha, el técnico vasco del Madrid ha ido superando rondas con más o menos apuros. Empezó dejando algunas dudas por el empate ante Al-Hilal, que luego le demostró al City no ser precisamente una 'perita en dulce'. Ganó al Pachuca por 0-3 con uno menos y cerró su grupo por idéntico resultado frente al Salzburgo en lo que supuso el partido más cómodo.
Las eliminatorias fueron el verdadero examen en este 'master' que está suponiendo el Mundial para Alonso y ahí se vio al equipo sufriendo a pesar de las victorias, sobre todo por la sensación de no cerrar del todo los partidos cuando lo tenía a su favor. El Madrid deberá corregir esos bajones de intensidad y mantener el compromiso colectivo durante los 90 minutos largos de partido si quiere oponer ante el PSG una candidatura seria al Mundial de Clubes.
