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Baloncesto en silla de ruedas

Latifa Sakhizadeh, deportista afgana, llega a España: "Espero que el mundo no se olvide de las mujeres de Afganistán"

  • Latifa es la segunda jugadora de la selección afgana en silla de ruedas que llega a nuestro país
  • Ha llegado junto a su hermano Mohammed y su amiga Arazo, jugadora de voleibol

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Latifa Sakhizadeh: "Los talibanes cambiaron mi vida por completo"

Latifa y Arazo ya están en España. Latifa y Arazo son afganas y han conseguido salir de su país, donde vivían oprimidas desde la instauración del régimen talibán. Gracias a una cadena solidaria de gente anónima, han conseguido aterrizar en Madrid este jueves junto al hermano de Latifa, Mohammed, dispuestas a comenzar una nueva vida en nuestro país.

"Estoy muy feliz, porque estoy en España. Es fantástico para mí, para mi hermano y para Arazo". Fueron las primeras palabras de Latifa tras aterrizar en nuestro país. Su primera parada será un centro de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), pero su ilusión es viajar a Bilbao y poder recuperar su gran pasión, el baloncesto.

Antes de los talibanes mi vida era muy buena, luego cambió por completo

Arazo jugaba al voleibol en Afganistán y Latifa es jugadora del equipo nacional afgano de baloncesto en silla de ruedas. O lo era. La llegada del régimen talibán fue como un gran apagón. "Antes de los talibanes mi vida era buena, muy buena. Pero cuando los talibanes atacaron Kabul, mi vida cambió por completo", explicó Latifa a RTVE. "Mi mente no está bien, porque tengo miedo, es muy peligroso".

Tras llegada de los talibanes, nunca más volvió a jugar al baloncesto, algo más que un deporte para ella. Latifa siguió entrenando, pese a todo, en la clandestinidad. "Son gente muy peligrosa, tenemos miedo al pensar cómo podemos hacer deporte. Los talibanes no permiten a las mujeres hacer deporte o estudiar", añade.

En Bilbao, esperan reencontrarse con Nilofar Bayat, la que fuera capitana de la selección y la primera de las integrantes del conjunto que consiguió llegar a España. Fue el pasado verano y Bayat empezó a reconstruir su vida junto a su marido con la oferta del equipo vizcaíno Bidaideak Bilbao. Ahora, Latifa y Arazo tienen más cerca la normalidad perdida.

Latifa espera que ellas no sean las últimas en llegar: "Hay ocho compañeras en Kabul y me preocupan, espero que puedan venir también a España y estar juntas".

Tengo miedo por mi familia

Y, por supuesto, su primera preocupación está en su familia: "Tengo miedo por mi familia, porque no tienen pasaportes para poder venir, ¿Cómo vamos a conseguirlos?", se pregunta la afgana, que termina con un mensaje de petición de ayuda: "Espero que el mundo no se olvide de las mujeres en Afganistán".

Latifa: "Estoy muy agradecida"

Latifa expresó a su llegada a España el agradecimiento por las personas que le han ayudado a conseguir salir de Afganistán y al gobierno español por conseguir el salvoconducto que las ha traído a Madrid. "Tengo que dar las gracias a Antonio, Paloma, Emma... ellos me ayudaron mucho y espero puedan ayudar al resto de chicas que siguen en Afganistán".

"A Latifa la conocí en 2017. Mientras entrenaba en la selección, junto a Nilofar. El pasado 15 de agosto, cuando entraron los talibanes, me solicitó ayuda. Pero tuvo mala suerte. El día del atentado, con toda la documentación en regla, para sacar a su familia, no pudo acceder a Abbey Gate. Desde entonces, Paloma del Río y yo hemos movido cielo y tierra para poder sacarla de allí, y por fin lo hemos conseguido. Después de meses y meses de incertidumbre", explica Antonio Pampliega, periodista comprometido con la llegada a España de las afganas.

Pampliega cuenta que su aterrizaje se ha producido "gracias a una cadena solidaria de gente anónima, que aportó dinero de manera desinteresada, a deportistas que se unieron en un llamamiento para que pudiese salir, a Francisco Martín (Presidencia del gobierno) y Antonia Alcázar Jiménez (alcaldesa de Velilla de San Antonio), a Guillermo González Villana (Iberia) y Marimar Laveda (Qatar Airways), a las chicas de comunicación de Eroski, y a toda la gente de la embajada de España en Pakistán u miembros del ministerio de asuntos exteriores. Sin ellos esto hubiese sido imposible".