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Fútbol | FC Barcelona

Una posible salida de Messi acabaría por hundir un barco culé a la deriva

  • Las salidas anunciadas debilitarán una plantilla ya mermada, que además se quedaría desnortada sin el 10 argentino
  • Además del impacto deportivo, la huida de Messi condicionaría las negociaciones de patrocinio que mantiene el club

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Las dudas sobre el contrato de Messi

Minutos después de que el Bayern de Múnich echara de la Champions al Barça goleando a los culés 8-2, Josep María Bartomeu, manifestaba que se trataba de un “desastre” en lo deportivo. Once días después de que el club culé sufriera la humillación más importante de su historia europea el desastre es aún mayor en lo deportivo y el caos se ha trasladado al ámbito institucional y al económico después de que Messi enviara al club el mensaje de que quiere cambiar de aires.

Santiago Nebot, experto en derecho del fútbol, cree que la comunicación de Messi es una "estrategia para negociar"

Aquella noche en Lisboa Piqué pidió cambios estructurales —Messi no se manifestó— y desde entonces han salido Abidal como director deportivo y Quique Setién como entrenador. La llegada de Koeman, todo un mito como jugador, podría empezar de la peor manera posible si no aparece Messi en la pretemporada.

Las primeras decisiones adoptadas por Ronald Koeman en cuanto a salidas de jugadores —y amigos de Messi— dejarían una plantilla pobre, que se convertiría hasta en vulgar si se prescinde del 10 argentino.

A solo tres semanas de empezar el nuevo curso, Koeman no cuenta con vacas sagradas como Luis Suárez (tercer máximo goleador histórico el club), Umtiti, Rakitic y Arturo Vidal (otro de los mejores amigos de Messi). Si cuentan para el técnico Jordi Alba, Piqué y Busquets.

Llegadas solo se ha confirmado la del portugués Trincao, presentado ya oficialmente en mitad de la tormenta, Pedri, Matheus Fernandes y Pjanic (cuando supere el coronavirus) y jugadores cedidos como Aleñá o Coutinho.

Suenan nombres como Lautaro o Van de Beek pero en la caja no hay dinero. El económico sería el tercero de los problemas.

El proyecto deportivo está en estos momentos totalmente desorientado. Nadie sabe qué cara tendrá el once titular que se presentará en la primera jornada de Liga.

La salida del astro ahuyentaría a los patrocinadores

La otra pata de la crisis que actualmente sufre la entidad blaugrana es la económica. Si a los malos resultados de la temporada se le une una salida de su jugador más mediático, las consecuencias pueden ser catastróficas.

De concretarse la salida de Messi, sucedería justo cuando el club debe renovar el contrato con Rakuten, su patrocinador principal (aporta 55 millones de euros anuales), y con Beko (19 millones de euros anuales), además de encontrarse en plena búsqueda de una empresa que se haga cargo de los 'title rights' del Camp Nou, que debe financiar gran parte de la construcción del Espai Barça.

Es una evidencia que el impacto de la marca Barça sería mucho menor sin los nombres de ídolos en sus países como Luis Suárez, Arturo Vidal, Ivan Rakitic y, por encima de todos, Leo Messi), como ya se comprobó tras la marcha de Neymar.

Y además en un momento en el que no hay ni un euro en la tesorería del club.