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Fórmula 1

Carlos Sainz y Fernando Alonso ponen acento español a la 'traición' entre McLaren y Ferrari

  • Sainz se une al bicampeón del mundo en el salto de Woking a la casa del eterno rival en Maranello
  • Antes que los dos españoles, pilotos de la talla de Alain Prost o Niki Lauda cambiaron de colores

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Carlos Sainz y Fernando Alonso, en el GP de Baréin de 2019.
Carlos Sainz y Fernando Alonso, en el GP de Baréin de 2019.

El fichaje de Carlos Sainz por Ferrari es el penúltimo capítulo de una rivalidad entre las dos escuderías más emblemáticas de la historia de la Fórmula 1: McLaren y McLarenFerrari Aunque es evidente que las dos están lejos de sus mejores años, el caso es comparable al fichaje de un jugador del Madrid por el Barça -o viceversa- y ha vivido capítulos de altura.

El más reciente ha sido sin duda el de Fernando Alonso, el bicampeón del mundo que precisamente ha sido el mejor valedor de Sainz en Mclaren y dejó su sitio libre para la llegada del madrileño.

En Woking, sede de la escudería en Reino Unido, saben muy bien del caso. El asturiano fue la apuesta de Ron Dennis en 2007, pero Alonso se encontró con un novato respondón llamado Lewis Hamilton. La historia es bien conocida: ambos pelearon por ser el campeón del mundo, pero en su pugna se coló Kimmi Raikkonen (Ferrari). Más adelante le tocará al finlandés...

La consecuencia inmediata fue la marcha de Alonso para vivir unos años errante hasta volver en 2015, ya con McLaren lejos de los coches más rápidos. Pero, entre medias, el español acarició de nuevo el título en sus años con Ferrari, donde militó entre 2010 y 2014 con dos subcampeonatos y la sombra de Sebsatian Vettel. El teutón, casualmente, ha abierto la puerta a Sainz para fichar por la 'Scuderia'.

Finalmente, el 'hijo pródigo' de Mclaren nacido en Asturias volvería en 2015 hasta su abandono de la F1 en 2018, con una sensación agridulce por ver al equipo lejos de los mejores. Ha sido Sainz el que ha progresado algo más, hasta el punto de ser considerado vencedor del "otro mundial".

Alain Prost

El piloto francés fue un icono de la Fórmula 1 de los 80 y es recordada su fuerte rivalidad con Ayrton Senna. Precisamente dicha rivalidad fue comparada con la vivida entre Alonso y Hamilton.

Fue en su segunda etapa con McLaren y de la mano, precisamente, de un joven Ron Dennis como director de equipo. Prost se llevó los mundiales de 1985, 1986 y 1989. Año en que no pudo más con la tensión en el 'box' y decidió irse a Ferrari. Senna llegó en 1988 y pronto empezaron los roces.

Pero la 'guerra' se desató en 1989, cuando Mclaren evolucionó por delante de Williams y Ferrari y ambos luchaban por el título. Senna necesitaba ganar en Suzuka (Japón) para seguir con opciones antes de la última carrera. En un intento de adelantamiento a Prost, ambos se tocaron por la maniobra de cierre del francés, que abandonó, y el brasileño tuvo que entrar en 'boxes'.

Senna logró la victoria con una gran remontada, pero fue descalificado porque la dirección juzgó que fue ayudado a regresar a la pista tras el choque con Prost. A la postre sería el francés el campeón del mundo, al quedarse su compañero y archienemigo sin opciones.

Decidido a cortar por lo sano, el ya tricampeón se marchó a Ferrari al año siguiente, pero con la escudería de Maranello no tuvo el mismo éxito y fue vencido, ya sí, por Senna. En 1992 se tomaría un año sabático para volver en 1993, pero a Williams-Renault, marca con la que cerraría su etapa y su cuarto Mundial.

Niki Lauda

De un tetracampeón a un 'tri'. Hemos omitido adrede un dato no menor. Prost aprendió de otra leyenda que fue el austriaco Niki Lauda, con el que coincidió en McLaren en 1984 y 1985. El galo fue su sucesor literalmente, puesto que el primero de esos años el título fue para Lauda y al siguiente, para Prost.

Lo cierto es que Lauda, fallecido en 2019 a los 70 años, sí que puede presumir de haber ganado el Mundial con las dos escuderías rivales. Algo así como ser campeón de la Champions con Barça y Madrid, retomando el primer ejemplo. Lo hizo con Mclaren en 1984 y antes había ganado dos mundiales de rojo, en 1975 y 1977.

El vienés sí que tuvo un rival, pero no en su mismo equipo, durante la década anterior. Lauda se alternó en el palmarés con el británico James Hunt (1976), casualmente en McLaren. La tensión entre ambos, que iba acompañada de admiración mutua, quedó reflejada en la película Rush, protagonizada por Chris Hemsworth (Hunt) y Daniel Bruhl (Lauda).

Kimmi Raikkonen

El caso de Raikkonen sí que es especial, tanto como la personalidad del finlandés. Apodado 'Iceman' por su carácter frío, no le importó dar portazo a McLaren después de cinco años y dos subcampeonatos. En 2007 militó por primer año en Ferrari y, sorpresa, se llevó el título en medio de una pelea en la que parecía reservado para Alonso o Hamilton.

Después de dos años de rojo, Raikkonen se daría una vuelta por el WRC y la Nascar para volver al 'gran circo' en 2011, aunque no sería hasta 2014 cuando regresara a la disciplina de Maranello sin tanta fortuna. Le tocaría ser compañero primero de Alonso y después de Vettel. Desde 2018 milita en Alfa Romeo.

Kimmi le aportó nueve victorias a los británicos, más 36 podios, y una más a los italianos, con 52 podios.

Jody Schekter y Gilles Villeneuve

El sudafricano Jody Schekter triunfó en la F1 de los setenta y llegó a militar en los dos equipos de este análisis, aunque con matices. Comenzó su carrera en McLaren en 1972 pero para el equipo de Fórmula 2, con algunas incursiones en la máxima categoría. En 1974 ficharía por Tyrrell y no volvería a saber nada de Woking.

Sería en 1979, su primer año en Ferrari, cuando le llegaría el éxito con su único entorchado Mundial. Se retiraría al año siguiente tras caer al 19º puesto en la general.

Un inicio parecido, pero una carrera distinta y trágica, tendría Gilles Villeneuve, que cambió en mitad de la temporada 1977 tras subir de la cantera, pero enterarse de que no le darían volante al año siguiente. Con Ferrari obtuvo seis victorias y un subcampeonato (1979), además de hacer afición por su forma de pilotar.

Murió en los entrenamientos del GP de Bélgica de 1982, en el circuito de Zolder. Para el recuerdo, el duelo con el francés René Arnoux en el GP de Francia de 1979 y la cantidad de aficionados que enganchó al televisor. El circuito de Canadá lleva su nombre.

Nigel Mansell

El británico Nigel Mansell tiene un Mundial en su palmarés, peo coincide con Alonso en que no fue ni con McLaren ni con Ferrari: Williams, el tercero en discordia de la época dorada, en la que coincidió y compitió con Senna y Prost.

El británico se impuso en 1992 en un campeonato que fue bastante criticado por las ayudas electrónicas a su coche. Ganó con un dominio tan abrumador que la FIA se vio obligada a cambiar ciertas normas. Algunos críticos achacan a esos cambios la posterior muerte de Senna (1994).

Sin embargo, tuvo una suerte algo desigual siendo mayor con Ferrari (tres victorias en GP entre 1989 y 1990) y una despedida en Mclaren en 1995 un tanto gris.

Berger y otros

El capítulo de pilotos emblemáticos en el paso por las dos escuderías se cierra con Lauda. Ha habido más a lo largo de la convivencia entre ambos equipos, pero con menos suerte en sus carreras. El austriaco Gerhard Berger se repartió entre Mclaren y Ferrari por trienios, pero solo logró sendos bronces en dos etapas con los italianos y dos cuartos puestos en su trienio británico.

Tuvo que ser difícil para él competir en el equipo, por ejemplo, con Ayrton Senna en Mclaren. No obstante, obtuvo 10 victorias a lo largo de su carrera y 48 podios.

Antes que él pasaron otros con menor fortuna, algunos desconocidos para el gran público ajeno a la F1 como Dan Gurney, Jacques Ickx y Patrick Tambay, o secundarios como Andrea de Adamichi, Derek Bell, Nanni Galli, Stefan Nils.