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Correos inicia en Madrid una huelga de tres días con un choque frontal entre los sindicatos y la empresa

  • Una "marea amarilla" de 7.000 trabajadores ha protestado este miércoles contra la gestión de la empresa, según los sindicatos
  • La manifestación ha sido convocada por UGT y CC.OO. y ha tenido un seguimiento del 90% la plantilla matinal, tal y como indican

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Los trabajadores de Correos inician en Madrid una huelga de tres días con protestas contra la gestión de la empresa

Las discrepancias entre los sindicatos de la empresa pública Correos y su dirección han alcanzado su punto álgido en la primera jornada de huelga desarrollada este miércoles, la primera de tres convocadas, en la que ha habido choque de cifras, de declaraciones y de puntos de vista. Así, cerca de 7.000 empleados de la empresa estatal, según cifras de los sindicatos, se han manifestado en Madrid en contra de la directiva de la empresa y su forma de gestionar la transición en el servicio postal.

Los sindicatos UGT, CC.OO. y CSIF ya amenazaron con paralizar el servicio postal el pasado 22 y 23 de diciembre, pero finalmente desconvocaron la huelga para evaluar las negociaciones con la dirección de la entidad pública, que preside Juan Manuel Serrano. Cinco meses después, CC.OO y UGT convocaron estas tres jornadas de huelga en España, de las que la primera, según sus datos, ha tenido un seguimiento inicial del 80% de la plantilla en el turno de noche y del 90% en el matinal.

UGT ha indicado que solo en el centro de Vallecas (Madrid), de los 118 empleados del turno de noche, han acudido a sus puestos 18 personas, mientras que CC.OO. ha indicado que Correos se ha visto obligado a paralizar las rutas de transporte en 22 centros de toda España. La empresa, por su parte, califica de "falsas" las cifras y ha asegurado en un comunicado que solo el 11,85% de la plantilla del turno de noche ha secundado la convocatoria de paros.

"Marea amarilla" en Madrid

Alrededor de 7.000 empleados de Correos de todo el país, según indican los sindicatos, se han manifestado este miércoles en Madrid en contra de la directiva de la empresa y su forma de gestionar la transición en el servicio postal. La movilización, con final en los aledaños del Congreso de los Diputados, se ha convertido en una "marea amarilla" de camisetas con ese color corporativo, en las que se podía leer "stop al desgüace, por la viabilidad del correo público", de gorras y de cientos de globos amarillos de gas con el eslogan "salvemos al servicio postal".

"Desde hace cuatro años, Correos ha sido desmantelada, la mayoría de los profesionales han sido fumigados y, sobre todo, se ha llevado a la plantilla a una desmoralización histórica" ha indicado a TVE el secretario del sector Postal de UGT, José Manuel Sayagués.

Venidos a la capital en autobuses desde diversos puntos de España, los manifestantes han reivindicado un servicio postal "útil, público y con planes que afronten con eficacia el desafío" del descenso de la carta postal y del incremento del comercio electrónico y la paquetería. "La reforma del correo es un modelo país y no se puede abordar como si fuera una empresa convencional", ha señalado Sayagués.

"Estamos en contra del desmantelamiento del correo público porque la ciudadanía no se merece eso, sino que el Gobierno se arremangue, que discuta el modelo postal de este país según lo que necesita y consensúe, no una reconversión, sino una reforma, y un plan estratégico que genere actividad y empleo", ha señalado a TVE Regino Martín, portavoz de CC.OO. de Correos.

Los portavoces de UGT y CC.OO. han asegurado que, en la primera noche de huelga, los centros de tratamiento "entraron en caos", mientras que la dirección de la empresa ha asegurado a EFE que la actividad "se está desarrollando con normalidad y sin incidentes".

Polémicas por el descenso de la carta postal

El descenso en los envíos de cartas es progresivo en detrimento de la venta electrónica y la paquetería, que es en lo único en lo que coinciden empresa y sindicatos, no así en la estrategia para afrontar esta transformación. La empresa que dirige Serrano ha insistido este miércoles en que no está cerrando oficina ni centro de distribución alguno, y ha reiterado que está adecuando la estructura de distribución "para ser más eficientes, sin merma de la calidad".

Ese hecho lo ha calificado como "una obligación como operador público y no produce ningún desmantelamiento ni debilitamiento del servicio de Correos en España". Sayagués, ha opinado que la reforma del correo "es un modelo país y no se puede abordar como si fuera una empresa convencional".

Correos ha subrayado que no existe plan de privatización ni un trasvase de actividad a su filial Correos Express, y que no está cerrando oficinas o centros de distribución. Para UGT y CC.OO., la gestión del actual presidente de Correos "es nefasta" y se muestran convencidos de que está llevando a la mayor empresa pública de España "a un punto crítico de difícil retorno si no se toman medidas". Por ello, los sindicatos denuncian el deterioro del servicio público, un agujero económico, el recorte de plantilla y una precariedad del empleo sin precedentes.

Desfase financiero y "quiebra técnica"

El portavoz de CC.OO. de la empresa ha señalado a EFE en el inicio de la movilización que Correos ha mentido en su valoración del seguimiento de la huelga por parte de los trabajadores. Martín ha indicado que no se entiende por qué la financiación pública en Correos desciende cuando en otros países de Europa está aumentando, ha criticado el plan de reconversión en la empresa y ha calificado los números de Correos como "absolutamente inaceptables".

Sobre esta última cuestión, ha recordado que en 2020 Correos perdió 264 millones de euros, 100 millones un año después y en los cinco meses de 2022 "hay un desfase financiero de 200 millones", ha insistido. Para el sindicalista "existe un estado de quiebra técnica" en Correos, y el portavoz de UGT ha subrayado que en los últimos cuatro años "se ha desmantelado y debilitado el conocimiento profesional y ahora la empresa está más cerca de la ruina". Las formaciones sindicales han solicitado al Gobierno que "adopte decisiones que frenen" la situación en la empresa.