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El FMI rebaja apenas una décima el crecimiento de España, aunque constata la desaceleración económica

  • Estima un incremento del PIB del 2,2 % este año y del 1,8 % en 2020, una previsión similar a la del Gobierno
  • España sigue siendo la que más crece entre las grandes economías del euro, aunque en un contexto global declinante

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Fachada de la sede del FMI en Washington
Fachada de la sede del FMI en Washington.

España mantendrá un notable crecimiento económico este año y el próximo, aunque la desaceleración hace mella en la economía y puede ser más acusada por la incertidumbre del contexto global, según consta en las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional, que rebajan en una décima el aumento del PIB español hasta dejarlo en el 2,2 % en 2019 y el 1,8 % en 2020.

Las estimaciones del informe sobre Perspectivas económicas mundiales, que se publica esta semana con motivo de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial en Washington, están en línea con las que el propio Gobierno ha enviado este mismo martes a Bruselas para su revisión y que la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha calificado en RNE de "extremadamente prudentes".

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De hecho, el Fondo es incluso más optimista para este año que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que espera cerrar el curso con un crecimiento del PIB del 2,1 %, a pesar de que otros organismos han reducido todavía más sus previsiones: el Banco de España, por ejemplo, cree que será solo del 2 %. Para 2020, en cualquier caso, las estimaciones son similares y, en el caso del FMI y el Gobierno, coincidentes.

La economía que más crece entre las grandes del euro

En realidad, en lo que se refiere a España, el FMI lo que hace es recular respecto de sus propias estimaciones: si en la revisión de julio concedía dos décimas más a la economía española en 2019, ahora le quita una, pero la previsión sigue siendo mejor que la de abril. Una senda que refleja, en última instancia, que el Fondo considera consolidado el crecimiento de España, aunque declinante, tanto por el agotamiento del ciclo como por la influencia de la desaceleración mundial.

"La previsión es también ligeramente más débil para España, cuyo crecimiento proyectado se desacelerará gradualmente del 2,6 % en 2018 al 2,2 % en 2019 y al 1,8 % en 2020", explica el informe, al repasar la evolución de las economías de la zona del euro.

En este sentido, la española sigue siendo la economía con mejores perspectivas de entre las grandes de Europa, incluyendo a Alemania, que apenas crecería un 0,5 % este año para volver a impulsarse el que viene al 1,2 %; Francia, con un 1,2 % en 2019 y un 1,3 % en 2020; e incluso Reino Unido, para quien el FMI prevé un 1,2 % y un 1,4 %, respectivamente. En el caso de Italia, una economía de tamaño similar a la española, el Fondo cree que no crecerá este año y que solo lo hará un 0,5 % el que viene.

Mantener un margen de gasto ante la desaceleración

Respecto a los distintos componentes del Producto Interior Bruto (PIB), el informe del FMI prevé un debilitamiento progresivo de la demanda interna, que en los años de la recuperación había crecido a ritmos del tres e incluso del cuatro por ciento, pero que este año se quedará en el 1,8 % y en 2020, en el 1,5 %. También irá a menos la aportación del sector exterior, con un 0,4 % en 2019 y un 0,2 % el año que viene.

De esta forma, el Fondo estima que la tasa de paro en España cierre este año en el 13,9 %, lo que constataría el estancamiento en la creación de empleo: a falta de que la próxima semana se conozcan los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre, el desempleo se encuentra ahora en el 14,02 %. Con todo, en 2020, según las estimaciones del FMI, se lograría bajar hasta el 13,2 %.

Desde el punto de vista fiscal, el informe incluye una recomendación genérica para los países europeos con una elevada deuda, con mención explícita a Francia, Italia y España, para que, ante el agotamiento de la política monetaria si la desaceleración se agrava y hay que afrontar "un período prolongado de crecimiento débil".

De hecho, el FMI explicita que sus previsiones para España ya tienen en cuenta medidas que suponen incrementos del gasto como el alza de las pensiones y la subida del sueldo de funcionarios, pero, en su recomendación para los países europeos endeudados, recuerda que se debe continuar reduciendo el déficit: "La senda de consolidación fiscal puede ser ajustada temporalmente en países cuyo margen fiscal está en riesgo, suponiendo que sus condiciones financieras siguen siendo asumibles y la sostenibilidad de la deuda no está comprometida".