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Standard & Poor's mantiene la nota de España "pese a la incertidumbre política y los retos presupuestarios"

  • La agencia califica la deuda española como BBB+ con perspectiva estable
  • Estima que el PIB crecerá a un ritmo medio del 2,5% entre 2016 y 2019

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Folleto de servicios de la agencia Standard & Poor's
Folleto de servicios de la agencia Standard & Poor's.

La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's ha decidido mantener la nota de la deuda soberana española en aprobado alto (BBB+) con perspectiva estable "a pesar de la incertidumbre política y los retos presupuestarios".

En su revisión, la agencia proyecta un crecimiento del PIB español de un 2,5% de media entre los años 2016 y 2019. Este "fuerte crecimiento" de la economía española frente al de su entorno comunitario compensaría tanto el endeudamiento externo así como la "débil" situación fiscal del país, explica.

La perspectiva estable de la nota española se debe a que ha compensado los riesgos de una alta deuda externa, ante la incertidumbre política, con sus expectativas de continuidad de recuperación de la economía.

S&P considera que el déficit público irá reduciéndose desde el 5,2% del PIB con el que ha cerrado 2015, en el caso de que continúe la recuperación del mercado laboral. De hecho, si no se revierten las reformas, prevé que se mantenga la caída del paro hasta 2018.

De deshacerse estas reformas estructurales, incluida la del mercado laboral, el camino del crecimiento económico y del empleo se ralentizaría, según la agencia de rating.

Alaba las reformas de España desde 2010

La agencia advierte de que una incertidumbre política prolongada podría empeorar los riesgos a los que se enfrenta la economía y alaba las reformas puestas en marcha desde 2010 (año en el que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero anunció fuertes ajustes).

Uno de los principales riesgos a los que se enfrenta España, a su juicio, es que los "próximos gobiernos" no mantengan esta política reformista, o incluso sería deseable que la aumenten.

"No está claro qué implicaría un posible cambio futuro de tendencia política para la principal debilidad de España, su alta tasa de desempleo", ha avisado la agencia, que recuerda que la tasa de paro del 20,9%, continúa siendo la segunda más alta de la Unión Europea.

La calificadora insiste en la dualidad del mercado laboral español, con unos trabajadores temporales "desprotegidos" frente a los contratos indefinidos. Señala que el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social supera el 20% de los gastos laborales totales, lo que a su juicio supone una "limitación" de flexibilidad económica.

Serán necesarios ajustes adicionales

S&P añade que serán necesarios ajustes adicionales si España decide reencaminar sus esfuerzos de consolidación tras la "gran desviación" de déficit público de 2015. La agencia prevé una consolidación fiscal "considerablemente" más lenta, con un déficit del 3,2% en 2016.

Los analistas subrayan el "lento progreso" para estrechar el déficit de la Seguridad Social, lo que en parte refleja que "la mayoría" del reciente aumento de empleo se ha producido con contratos temporales.

La agencia también ha vinculado el aumento de déficit con la decisión del Gobierno de devolver parte de la paga extra a los funcionarios de cara a las elecciones, además de "la inclusión de BFA -la matriz de Bankia- dentro del perímetro del Gobierno central".

Además, una de las asunciones "clave" de Standard & Poor's es que las tensiones entre Cataluña y el gobierno central se irán apaciguando y que la región continuará siendo parte de España. De no ser así, las perspectivas económicas se debilitarían. En la actualidad, la agencia considera la deuda catalana como bono basura.

Desvío presupuestario crónico de las CC.AA.

S&P ha advertido de que continúa el riesgo de un desvío presupuestario "crónico" en las autonomías, consecuencia tanto de una "falta de disciplina" de gastos como la "rigidez del sistema financiero español responsable de la redistribución de los recursos fiscales".

Respecto a la rentabilidad de los bancos españoles, la agencia ha destacado que mejorará de forma "modesta", dada la "dificultad de mantener ganancias en un contexto de bajos tipos de interés" y ante la creciente competitividad.

De esta manera, S&P ha apuntado que consideraría elevar el rating de España si se produce un crecimiento del PIB mayor del esperado o si el déficit presupuestario se reduce "significativamente".

Por el contrario, la agencia ha advertido de que consideraría rebajar la nota a España si el crecimiento de su economía cae por debajo de sus expectativas, el mercado laboral no continúa mejorando o si la política monetaria de la eurozona no consigue contener la presión de una deflación.