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Crisis de los refugiados

Tusk plantea implantar un sistema "rápido y a gran escala" para expulsar a los inmigrantes que lleguen a Grecia

  • El presidente del Consejo Europeo visita Grecia y Turquía por la crisis migratoria
  • Atenas y Ankara insisten en que no pueden sostener toda la carga del problema
  • Tsipras pide sanciones para los países de la UE que no acepten refugiados
  • Las ONG denuncian la situación extrema en la frontera greco-macedonia

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Miles de refugiados siguen bloqueados en Idomeni, esperando salir de Grecia

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha planteado este jueves la puesta en marcha de un "mecanismo rápido y a gran escala que devuelva [a sus países de origen] a los inmigrantes irregulares que llegan a Grecia" como forma para reducir el flujo de refugiados y otros migrantes que llegan a Europa, que a su juicio es "todavía demasiado elevado".

Tusk ha emprendido una gira por varios países de la denominada ruta balcánica, entre ellos Grecia y Turquía, a pocos días de la cumbre en la que los líderes de la Unión Europea abordarán con el Gobierno turco la crisis migratoria.

Este jueves ha viajado primero a Atenas, donde se ha entrevistado con el primer ministro griuego, Alexis Tsipras, al que le ha prometido que "Grecia ya no será más un país de tránsito" y "que las reglas de Schengen entraran nuevamente en vigor". Posteriormente, se ha trasladado a Estambul, donde ha sido recibido por el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, mientras que este viernes se verá con el presidente, Recep Tayyip Erdogan.

Tanto Tsipras como Davutoglu han recalcado que no pueden hacer frente a la llegada de inmigrantes por sí solos; así, han reclamado la colaboración de los países europeos y, en concreto, que no se frene el paso de los migrantes hacia el centro y el norte de Europa.

Tusk aboga por frenar a los inmigrantes antes de que alcancen Europa

Apelo a todos los migrantes económicos, de donde quiera que procedan, a que no vengan a Europa

Tusk, sin embargo, ha centrado sus mensajes en frenar la llegada de inmigrantes. Así, ha instado a quienes quieren llegar a Europa por motivos económicos que se abstengan de intentarlo: "Apelo a todos los migrantes económicos, de donde quiera que procedan, a que no vengan a Europa, que no crean a los traficantes y que no pongan en peligro sus vidas y su dinero", ha señalado durante la rueda de prensa conjunta con Tsipras, en Atenas.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu. REUTERS

Después, en Estambul, ha celebrado otra rueda de prensa con Davutoglu y ha recalcado que el flujo de inmigrantes que viajan desde Turquía al territorio de la Unión Europea no se ha reducido lo siuficiente, después de que los Veintiocho prometieran 3.000 millones de euros para que Ankara frenara la llegada de migrantes: "Estamos de acuerdo en que el flujo de refugiados es todavía demasiado elevado y que son necesarias otras medidas".

En este sentido, Tusk ha sugerido la puesta de marcha de un sistema que permita expulsar a quienes lleguen a las costas griegas, aludiendo a un "mecanismo rápido y a gran escala que devuelva [a sus países de origen] a los inmigrantes irregulares que llegan a Grecia".

"No es cuestión de números, es cuestión de un proceso permanente y continuo..., lo que para mi significa la reducción y eliminación total de este triste fenómeno", ha comentado Tusk, que ha afirmado que la devolución de inmigrantes acabaría con el negocio de quienes trafican con los migrantes.

Davutoglu y Tsipras reclaman más apoyo

Frente a la postura de Tusk, Davutoglu ha señalado que Turquía y Grecia no pueden sostener sobre sus hombros toda la carga que supone la llegada de inmigrantes.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras (d), y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en Atenas, Grecia, 3 de marzo de 2016. EFE/Alexandros Vlachos

El primer ministro griego, Alexis Tsipras (d), y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en Atenas, Grecia EFE/Alexandros Vlachos EFE/Alexandros Vlachos

Tsipras, antes, había incidido en la misma idea, llegando incluso a anunciar que en la cumbre extraordinaria del próximo lunes pedirá sanciones para los países que no cumplen con el acuerdo de reasentamiento de refugiados con un sistema de cuotas, aprobado por la Unión Europea (UE) en septiembre de 2015.

Esperamos que se reconozca que Grecia no puede asumir sola la carga

"Esperamos que se reconozca que Grecia no puede asumir sola la carga . El Tratado de Lisboa contempla el reparto solidario de las cargas. Nosotros cumplimos nuestros compromisos y esperamos sanciones para los que no lo hacen", había dicho el primer ministro griego.

"Grecia hará todo lo posible por ofrecer ayuda a las personas que lo necesitan... Forma parte de nuestra cultura, otros países tienen otra cultura", ha añadido el mandatario griego. Varios países del este de Europa se oponen al sistema de cuotas obligatorias y Hungría ya ha anunciado que lo someterá a referéndum.

Situación extrema en Idomeni

Mientras, más de 30.000 refugiados están atrapados en Grecia desde que Austria y los países del denominado grupo de Visegrado decretaran el cierre de fronteras para evitar el paso de refugiados con destino al norte de Europa.

Un grupo de refugiados custodiados por la policía griega en Idomeni

Un grupo de refugiados custodiados por la policía griega en Idomeni. AFP

Las autoridades fronterizas de Macedonia han dejado pasar a apenas 500 refugiados en las últimas 24 horas, lo que aumenta la situación dramática en el campamento griego de Idomeni, que acoge ya a más de 10.000 personas. A ellas hay que sumar las más de 5.000 que se agolpan en otros campamentos especiales cercanos como los de Nea Kavála y Kilkís.

"La gente parece estar en calma, pero están desesperados. No hay alojamiento apropiado para todos, la situación se está tornando en una crisis humanitaria", ha declarado Efe el portavoz de ACNUR en Idomeni, Babar Baloch. Un grupo de migrantes ha cortado en protesta por el cierre de la frontera la vía férrea que comunica Macedonia con Grecia, bloqueando el tránsito de todos los trenes. Por su parte, Médicos sin Fronteras ha manifestado su preocupación por la situación higiénica.

Miles de migrantes siguen llegando desde las islas al continente, sobre todo al puerto del Pireo. Solo este jueves se espera el desembarco de más de un millar de personas.

Londres y París refurzan su colaboración en torno a Calais

Otro "punto caliente" de la crisis migratoria que vive el viejo continente es Calais, la localidad francesa junto al Canal de la Mancha en la que acampan miles de personas que quieren cruzar al Reino Unido. Este jueves, el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, han celebrado una cumbre bilateral que se celebra en Amiens.

Policías antidisturbios participan en el desmontaje del campamento de migrantes conocido como

Policías antidisturbios participan en el desmontaje del campamento de migrantes conocido como "La Jungla", en Calais, norte de Francia. AFP / PHILIPPE HUGUEN AFP / PHILIPPE HUGUEN

Cameron ha anunciado una partida de 22 millones de euros este año para reforzar la seguridad portuaria y ferroviaria de Calais, en la que en 2015 ya se invirtieron 82 millones. Es la repuesta de Londres a la petición de París para mantener la seguridad y evitar que los inmigrantes crucen de forma clandestina al Reino Unido.

Miles de personas se hacinan en los campamentos improvisados en torno a Calais, en especial en el conocido como la Jungla, donde sobreviven con la ayuda de voluntarios. Francia trata de mejorar las condiciones humanitarias y ha comenzado a reubicarles de manera forzosa en refugios prefabricados, lo que ha provocado las críticas de ONG.

La inversión británica no solo irá destinada a una mejora de la seguridad, sino también de las condiciones de acogida de los inmigrantes en los campos oficiales que les proponen las autoridades francesas. También servirá para la expulsión a sus países de origen de todos aquellos que no tengan derecho a la petición de asilo, ya que París y Londres mantienen el principio de que los candidatos al asilo deben pedirlo en el primer país europeo al que entren.

Hollande y Cameron han reclamado, además, "una respuesta europea más firme para contener los flujos migratorios y recuperar el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea". Además, han solicitado potenciar los centros de registro de refugiados en Grecia y en Italia, la cooperación con los países de origen y de tránsito de los inmigrantes y la creación de un sistema de guardias fronterizos y de guardacostas a nivel europeo.

El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, en la cumbre sobre Calais

El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, en la cumbre sobre Calais. AFP