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El personal de asistencia en tierra de Ryanair en Madrid convoca huelga indefinida desde el sábado

  • La aerolínea quiere bajar los sueldos entre un 20% y un 30%
  • Los trabajadores denuncian una "estructura organizativa muy deficiente"
  • La compañía pretende dejar la atención a la flota en dos trabajadores por avión

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Mostradores de facturación de Ryanair en el aeropuerto de Barcelona
Mostradores de facturación de Ryanair en el aeropuerto de Barcelona.

Los trabajadores de asistencia en tierra de Ryanair en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas han convocado un paro indefinido a partir de este sábado 30 de mayo, como protesta por "las condiciones laborales, abusos y amenazas a los que están sometidos".

El paro ha sido refrendado por la asamblea de trabajadores, a propuesta del comité de empresa, del que forman parte CTA, UGT, CC.OO. y CGT.

Según denuncian los sindicatos, la compañía tiene la intención de bajar los sueldos entre un 20% y un 30%, no respetando su convenio colectivo después de 10 años de trabajo en el aeropuerto en diferentes compañías.

A esto se le añade la negativa de la compañía a negociar con el comité de empresa las condiciones laborales (cuadrantes, libranzas, vacaciones, etc.), así como el incumplimiento de la normativa de subrogación (que afecta a salario fijo y variables) y la inaplicación y desarrollo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, entre otros motivos.

El colectivo también aduce carencias de ropa de trabajo y de equipos de protección individual, de maquinaria de trabajo, medios y útiles de trabajo "muy deficientes", que ponen en riesgo a trabajadores y viajeros.

Con esta reivindicación, los trabajadores quieren denunciar una "estructura organizativa muy deficiente", que lleva a cabo "una gestión basada en el acoso permanente a los trabajadores, apoyado en un lenguaje amenazante, notificaciones de sanción por escrito, fotografías mientras realizan sus funciones", señalan los sindicatos en su nota, en la que acusan a la compañía de "incumplir el propio Reglamento Disciplinario".

Finalmente, argumentan el sentido de la huelga en que la empresa pretende reducir la atención a la flota dejándola "en dos trabajadores por avión, con los consecuentes perjuicios para el pasaje, como los retrasos". A esto se suma las quejas de los viajeros por el hacinamiento en los fingers, para reducir los tiempos de escala.