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La Fiscalía investiga presuntas irregularidades en los sueldos de altos cargos de Caixa Catalunya

  • Abre la investigación tras la información aparecida en varios medios
  • El banco tuvo que ser intervenido por el Estado

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La Fiscalía de Barcelona ha abierto diligencias para investigar supuestas irregularidades en el establecimiento de un régimen de retribuciones elevado para altos responsables de Caixa de Catalunya, que pasó a llamarse CatalunyaCaixa y tuvo que ser intervenida por el Estado. Los actuales gestores niegan tajantemente cualquier exceso.

Esta nueva polémica sobre los sueldos de los banqueros llega en momentos en los que España sufre las consencuencias de una grave crisis económica y financiera que tiene en gran parte su origen en los excesos de este sector.

Según ha informado la fiscalía provincial en un escueto comunicado del que da cuenta Efe este miércoles, la apertura de las diligencias se hizo la pasada semana motivada por "las informaciones aparecidas en los medios de comunicación".

Fuentes de la Fiscalía de Barcelona han explicado a la agencia que la investigación se ha abierto de oficio tras conocer por la prensa las elevadas cuantías de retribuciones, pensiones vitalicias e indemnizaciones de algunos de los responsables de la entidad bancaria, que actualmente está presidida por Adolf Todó.

Antes de que fuera intervenida, la entidad fue presidida por el exalcalde socialista de Barcelona y exvicepresidente del Gobierno Narcís Serra y en una etapa anterior por Josep Maria Loza, que dimitió de su cargo en 2008.

Límites a la actual dirección

Precisamente, en un comunicado, la actual dirección de CatalunyaCaixa remarca que "más del 98 %" de los préstamos que han provocado la situación actual de la entidad", en referencia a aquellos vinculados principalmente al ámbito inmobiliario y que han acabado como impagados, fueron concedidos antes de 2008, año en el que se incorporó el nuevo equipo directivo "para acometer un cambio radical en la gestión de la caja".

El actual presidente ejecutivo de CatalunyaCaixa, Adolf Todó, percibió el año pasado 1,55 millones de euros, según la información sobre las remuneraciones de la alta dirección que difundió la entidad a finales del año pasado por imperativo del Banco de España como consecuencia de ser una de las entidades financieras que recibieron ayudas públicas.

Sin embargo, el Gobierno español aprobó el pasado mes de febrero una reforma financiera que imponía un fuerte recorte a los salarios de los altos ejecutivos de entidades bancarias intervenidas, como es el caso de CatalunyaCaixa, limitándolos a un máximo de 300.000 euros anuales.

La medida respondía a la polémica generada por los salarios de los directivos de entidades cuya gestión se había demostrado mala. Uno de los casos más sonados fue el de Novagalicia, el banco resultante de la fusión de las cajas gallegas, que pagó 30 millones de euros a cuatro directivos tras recibir 3.627 millones de euros en ayudas públicas por su intervención, aunque también ha habido casos similares en Caixa Penedés o la Caja de Ahorros del Mediterráneo.

CatalunyaCaixa --que a pesar del nombre opera como un banco aunque surgió de las antiguas cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona-- está actualmente en manos del Banco de España a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), que controla un 90% de la entidad tras aportar 1.718 millones de euros.