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Goldman Sachs, acusado de fraude por las hipotecas basura

  • La SEC acusa al gigante financiero de ocultar información y fraude
  • También está implicado el hedge fund Paulson & Co.
  • Los inversores que compraron los productos de Goldman perdieron miles de millones
  • Se desploman las acciones de Goldam Sachs en Wall Street

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Ya no es sólo MadoffLa crisis financiera pasa factura judicial a uno de los gigantes de Wall Street: Goldman Sachs. El regulador bursátil de EE.UU., la SEC, equivalente a la CNMV española, les ha acusado de fraude.

La SEC denuncia a Goldman Sachs y a uno de sus vicepresidentes por ocultar información relevante a sus inversores en títulos hipotecarios. Peor, asegura que estos productos estaban específicamente "diseñados para fracasar".

Goldman Sachs ha publicado un comunicado en el que asegura que las acusaciones son totalmente infundadas "legal y factualmente". La firma dice que luchará "vigorosamente" contra ellas y defenderá su reputación. De momento, las acciones de la compañía se han desplomado un 16% y han arrastrado a los mercados mundiales.

La iniciativa de la SEC ante un tribunal federal de Manhattan es la medida legal más significativa que toma el Gobierno de EE.UU. contra los responsables de la peor crisis financiera desde el crack del 29.

Un timo deliberado

Goldman Sachs ocultó a los inversores que el fondo de alto riesgo Paulson & Co., les ayudó a crear los títulos que desencadenaron la crisis. Viejos conocidos que siguen en la brecha, ya que tanto Goldman como Paulson han estado implicados en los ataques especulativos contra el euro y Grecia. 

Los activos que vendían se basaban en hipotecas basura, las conocidas subprime. Hipotecas con pocas o nulas posibilidades de ser pagadas, ya que los que las contrataban carecían de recursos para hacerles frente.

A tenor de la demanda, Goldman y Paulson eran conscientes de ello. De hecho, el "hedge fund" se dedicó después a apostar contra esos activos mediante derivados financieros. No fueron los únicos privilegiados. Otros clientes selectos también estaban en el ajo.

En total, las operaciones fraudulentas les permitieron protegerse de la crisis que ellos mismos detonaron. Mientras que los inversores no avisados perdieron miles de millones de dólares, los responsables del entuerto salieron bien parados y cubrieron pérdidas. Sin embargo, la SEC no imputa ningún delito a Paulson & Co.

La estafa del siglo XXI

La demanda de la SEC deja al descubierto complejas operaciones financieras que sólo sirven para ocultar un timo tan viejo como el mundo: "el producto era nuevo y complejo, pero el engaño y el conflicto son antiguos y simples", como señala Robert Khuzami, uno de los directores de la SEC.

Goldman Sachs creó en febrero de 2007, con la ayuda y criterio de Paulson, un "producto estructurado": el Abacus. Bajo el esotérico nombre se esconde una colección heterogénea de títulos, que servían para disimular la mala calidad de algunos de los activos en los que se basaban. Hipotecas basura escondidas en los CDO, las Collateralized Debt Obligations.

La vuelta de tuerca es que Goldman permitió a Paulson & Co. contratar a su gusto y con esta información privilegiada otro derivado financiero, los CDS, Credit Default Swaps. Una especie de seguro contra incendios pero que cubre la casa del vecino. La tentación a prenderle fuego es irresistible. Y más si sabes de antemano cuáles tienen más posibilidades de incendiarse.

Eso fue lo que pasó. Los productos estructurados como el Abacus se hundieron menos de cinco meses después. Los incautos que metieron casi 11.000 millones de dólares en él -fondos de pensiones, bancos, aseguradoras gobiernos- perdieron miles de millones más. Y la debacle estuvo a punto de hundir el sistema financiero mundial.

En cambio, Goldman y Paulson no sólo cubrieron pérdidas sino que ganaron gracias a los seguros contra incendios que habían contratado. El hedge fund, se embolsó 3.700 millones de dólares en 2007. Se había revalorizado casi el 600%. Uno de los mayores perdedores ha sido la aseguradora AIG. Y el desaguisado lo han tenido que pagar los contribuyentes de todo el mundo.