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La Digitalizadora de la Memoria Colectiva es una plataforma creada por profesionales del mundo del audiovisual para conservar la memoria registrada en soportes analógicos. Es decir, grabaciones de vídeo de hace años que se creían perdidas la por incompatibilidad de formatos. Gracias a su labor, entre otras cintas, se han recuperado las películas de cine social y activista del Colectivo de Cine Polans, cuyos integrantes filmaban de manera anónima durante los años 70 y 80. Laura Odene profundiza en ello con Carlos Aguirre, periodista y realizador, miembro y fundador del Colectivo de Cine Polans, y Óscar Clemente, realizador audiovisual y coordinador de la plataforma ciudadana La Digitalizadora de la Memoria Colectiva.

El periodista y escritor británico afincado en España, Michael Reid, ha presentado en Las Mañanas de RNE su libro España (Ed.Espasa) que se acaba de traducir al español y que el autor ha actualizado. Reid ha sido durante muchos años columnista y redactor de The Economist y corresponsal de la revista en España entre 2016 y 2012. Reid ilustra tanto la actualidad del país como los sucesos importantes en la política desde la Transición democrática, a través de su visión como británico viviendo aquí desde 1971, siendo estudiante. "Me metí en el proyecto porque sentí que muchos de los comentarios suscitados por los acontecimientos catalanes de 2017, tenían algo de leyenda negra", afirma. “Quería tratar de explicar por qué había dificultades después de esa Transición tan modélica. A veces dificultades de austeridad, corrupción, populismos, polarizaciones, etc. ¿Eran por algún defecto inherente español? Yo concluí que no”, explica el escritor. En su libro también expone que los problemas a los que se enfrenta España, son problema compartidos con las democracias occidentales en Europa, Estados Unidos y América Latina. Participan también en el análisis con nuestro invitado Cristina Monge, Mayte Alcaraz y Joan Coscubiela.

La obra de teatro "Carmen, nada de nadie", que se representa en el Teatro Español de Madrid, nos traslada a la época de la Transición Española y nos descubre a Carmen Díez de Rivera, primera y única mujer que ha sido jefa del Gabinete de un presidente español. La obra, escrita por Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García y dirigida por Fernando Soto, se centra en la labor política desarrollada en los meses previos a la legalización del Partido Comunista. El reparto está compuesto por Mónica López, Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massan. Con ellos repasamos los convulsos años previos a las primeras elecciones democráticas y conocemos la trágica vida personal de Carmen Díez de Rivera.

Quien quiera saberlo todo sobre el funcionamiento de las Cortes Generales tendrá que hablar tarde o temprano con Luis María Cazorla, nuestro invitado de “La España vivida” en esta oportunidad. Luis María es letrado de las Cortes desde 1977, y desde 1982 hasta 1988 fue el secretario general de la Cámara y su Letrado Mayor. Eran los tiempos de mayoría absoluta del PSOE de Felipe González y presidía el Congreso el catedrático de Filosofía del Derecho Gregorio Peces-Barba, uno de los siete padres de la Constitución. Como buen conocedor de la materia, queremos que Luis María Cazorla nos haga un diagnóstico de la marcha de la vida parlamentaria, que no sólo es el centro de la vida política, por su función legislativa y de control del Gobierno, sino también el escenario de muchas polémicas, por su nivel de crispación y por supuestos abusos de las mayorías, para evitar un mayor protagonismo de los grupos minoritarios. Nos interesa que Luis María nos dé su criterio sobre la salud del sistema, que la Constitución describe como Monarquía parlamentaria, y sobre la posible pérdida de calidad de la labor de las Cortes, tanto por lo que se oye en la tribuna de oradores como por el nivel de la producción legislativa. Nuestro invitado es también Abogado del Estado, catedrático de Derecho Financiero y un recocido experto en materia de normativa del deporte.

Este sábado se cumplen 47 años de la Ley para la Reforma Política. Fue promovida por el Gobierno de Adolfo Suárez y aprobada por unas Cortes todavía franquistas. Se considera el inicio formal de la transición y sirvió de puente hacia la democracia actual. Después de tres días de pleno, con 425 votos a favor y solo 59 en contra, Adolfo Suárez consiguió decir adiós a la dictadura.

Foto: Getty Images / pvicens

Buceamos en el archivo de RTVE para recordar cómo se aprobó la Ley de Amnistía de 1977, con la salida de las cárceles de los presos considerados políticos pero con delitos de sangres, pues antes de la ley ya habían sido aprobadas otras medidas de gracia. Solo Euskadiko Ezquerra votó en contra y Alianza Popular se abstuvo para culminar una de las medidas de reconciliación que culminarían la Transición.

Torcuato Fernández-Miranda y Hevia (1915-1980) fue uno de los principales protagonistas de la primera parte de la Transición. Sin embargo, su figura quedó eclipsada, entre otras cosas por su prematura muerte, que aplazó su reconocimiento público.

Pero antes de la Transición, Fernández-Miranda acumulaba una larga trayectoria como dirigente franquista. Estuvo cercano al mundo falangista y se mantuvo fiel a Franco mientras este vivió. Tras su muerte, sin embargo, contribuyó al desmontaje del régimen y la llegada de la democracia. Motivo por el que otros dirigentes franquistas lo consideraron un traidor.

Fernández-Miranda comparó la Transición con una obra de teatro con un empresario, el rey Juan Carlos; un guionista, el propio Fernández-Miranda; y un actor, Adolfo Suárez. La metáfora hizo fortuna y obligó a políticos e historiadores a posicionarse, otorgándole unos ese papel clave y rebajándolo otros.

Tuvo dos grandes vocaciones: la universitaria y la política. En la universidad llegó a ser el catedrático más joven de España en 1945, especializado en derecho político y filosofía del derecho. En la política ocupó distintos cargos en el régimen, hasta que en 1969 fue nombrado ministro Secretario General del Movimiento. Y ya en 1973 alcanza el cénit al ocupar la vicepresidencia del Gobierno de Carrero Blanco. Cuando ETA asesina al almirante, Fernández-Miranda asumió la Presidencia del Gobierno en funciones.

Pero antes, fue uno de los preceptores del entonces príncipe Juan Carlos, con quien desarrolló una relación de confianza, fundamental años después. Fernández-Miranda fue quien convenció al príncipe de que podía jurar los Principios del Movimiento Nacional y las leyes franquistas sin que ello le impidiese llegar a una democracia. Es el proceso que defendía de la ley a la ley a través de la ley.

En 1975, ya con Juan Carlos proclamado rey, Fernández-Miranda ocupó la Presidencia de la Cortes y del Consejo del Reino. Desde estos puestos fue esencial para los planes democratizadores del nuevo Jefe del Estado. Puso en suerte la designación de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno y fue fundamental en la redacción y tramitación del Proyecto de Ley para la Reforma Política, que derogaba las Leyes Fundamentales de la dictadura.

Sin embargo, a partir de ese momento se produjo un declinar en su vida política. Parecía que el proceso que había contribuido a poner en marcha iba más lejos de lo que hubiera querido. Y prueba de ello fueron los crecientes desencuentros con Adolfo Suárez hasta la ruptura total.

Para este programa hemos contado con los testimonios del periodista Juan Fernández-Miranda, nieto de Torcuato y autor de la biografía El guionista de la Transición. También, del historiador Pere Ysàs, coautor, entre otros, del libro La Transición: historia y relatos. Y de los políticos Fernando Suárez (uno de los ponentes de la Ley para la Reforma Política) y Rodolfo Martín Villa (ministro en los primeros gobiernos de la monarquía), que conocieron a Torcuato en distintas etapas. Además, gracias al Archivo de RTVE, podemos contar con la voz del propio Torcuato Fernández-Miranda en multitud de discursos y conferencias.

Documentos RNE se emite los viernes, de 23 a 24 horas, por Radio Nacional.

El testimonio que sumamos hoy a “La España vivida” es el de un profesor y un político que perteneció primero al Partido Comunista de España (PCE), luego fundó otro, llamado Federación Progresista, y más tarde tomó parte de la puesta en marcha de Izquierda Unida, para recalar a finales de los 80 en el Centro Democrático y Social (CDS) del expresidente Adolfo Suárez. Un recorrido intenso, por tanto, que no se acabó ahí, ni mucho menos. Estamos hablando del catedrático de Estructura Económica Ramón Tamames, que llegado 2023 fue el protagonista de una iniciativa inédita, consistente en una moción de censura de la mano de una fuerza política que no estaba en el ámbito de todas sus militancias anteriores. Este partido, Vox, le propuso como candidato a la presidencia del Gobierno a caballo de una moción de censura contra el Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Podemos, y más concretamente contra su presidente, Pedro Sánchez. Tamames ha estado, en suma, en la cocina de muchas operaciones políticas, y nos interesa su experiencia para mejor entender algunos de los episodios más sonados de la vida democrática española.



En la serie de conversaciones que llamamos “La España vivida” recibimos hoy a un invitado muy especial. Desde el principio declaramos que con estos encuentros queríamos recoger testimonios de personas de los más distintos ámbitos que hubieran destacado en su trayectoria. Hasta ahora nos hemos centrado, sobre todo, en la política, en cargos públicos que aportaran su experiencia para el mejor conocimiento de las transformaciones que se han ido produciendo en el país en las últimas décadas. Hoy nos abrimos a una nueva área, la de la creación artística y musical. Y uno de los nombres de mayor relevancia en este ámbito, a caballo de dos siglos, es el de nuestro invitado, Miguel Ríos, cuyas canciones han acompañado a diversas generaciones. Miguel, nacido en Granada en junio de 1944 ha tenido una carrera llena de éxitos, en paralelo a la evolución de una España que con su música de fondo, ha ido cambiando para pasar de un régimen autoritario, dictatorial, el que le vio iniciarse como artista, a una democracia homologable y por fases convulsa. Queremos que Miguel nos cuente cómo ha vivido –y en diversos momentos protagonizado- ese camino, y qué influencia ha podido tener el proceso de modernización del país en la historia reciente de la música y la creación artística en España.


Hoy es un día de fiesta en “La España vivida”. En nuestros podcast escuchamos a todo el mundo, pero hay días en que nos congratulamos especialmente. Lo digo porque hoy ha venido a vernos y a hablarnos José María Pérez, Peridis, que ha dedicado toda su vida a complacer a los demás, como arquitecto, como restaurador del patrimonio, como caricaturista, y como impulsor de proyectos sociales, sobre todo los talleres-escuela para jóvenes. Ahora, Peridis es también novelista, tarea que compagina con su labor habitual en El País, como dibujante de tiras, y se diría que de tiras y aflojas, porque por su estilo, dulcemente irónico y comprensivo, hasta los malos parecen buenos..

Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona es uno de los nombres importantes de la Transición de España hacia la democracia. Hoy tenemos el privilegio de contar con él en “La España vivida”, cuyo propósito es precisamente aportar testimonios de primera línea sobre aspectos fundamentales de la historia reciente del país. Nuestro invitado es letrado del Consejo de Estado, lo que equivale a decir que conoce a fondo el derecho, por un lado, y la política, por otro. Pero además hoy podrá darnos muchos datos sobre años decisivos, entre la segunda mitad de los 70 y la primera de la década de los 80, en que desempeñó entre otros cargos los de ministro adjunto al presidente, es decir, adjunto a Adolfo Suárez, y luego ministro de Educación, también en el Gobierno siguiente, presidido ya por Leopoldo Calvo-Sotelo.


El histórico líder de UGT Nicolás Redondo ha muerto en Madrid a los 95 años. Familiares, amigos, compañeros del sindicato y políticos le despiden este miércoles en la capilla ardiente que se ha instalado en la sede de su sindicato, en la capital.

El 18 de abril de 1976 fue elegido secretario general de la UGT en el 30 Congreso de la organización. Redondo luchó por los derechos de las personas trabajadoras, la mejora del empleo y la igualdad en la sociedad española. El sindicato ha recordado que en su lucha por la justicia social, fue detenido y procesado por la dictadura franquista en numerosas ocasiones debido a sus actividades políticas y sindicales. Foto: EFE/Jesús Conde Duque

Se cumplen 40 años de la victoria del Partido Socialista de Felipe González y en Las Mañanas de RNE hemos hablado con dos figuras que fueron muy relevantes en esos momentos. Carlos Solchaga, ministro de Industria durante el primer mandato del expresidente, recuerda esos días como unos momentos en los que, más allá del impulso reformista por el que se veían movidos, el país venía marcado por unas circunstancias “muy especiales” con una peseta devaluada, una subida de los precios del petróleo muy significativa, una industria eléctrica quebrada y con unas instituciones democráticas “todavía poco sólidas”: “El Gobierno se sentía más impulsado que nunca a hacer una serie de reformas y a modificar las instituciones porque las circunstancias así lo exigían”, ha señalado.

Ignacio Varela, autor de: “Por el cambio, 1972-1982: Cómo Felipe González refundó el PSOE y lo llevó al poder”, considera imposible que se repita una mayoría tan significativa como ocurrió entonces, pero rechaza que este sea el motivo por el que no se logra llegar a acuerdos que busquen realizar cambios estructurales, como tampoco cree que sea culpa de la pluralidad política: “Es imposible abordar cambios de fondo si no se activa algún tipo de mecanismo de concentración trasversal y si no hay lealtad institucional”, indica, y añade: “En España polarización es sinónimo de paralización”.

Varela critica que el PSOE actual “se ha contagiado mucho más de populismo que Podemos de social democracia”, y aunque remarca que no considera el "centrismo" como un movimiento político, si lo ve un punto en el que “confluyen el deseo de la mayoría con la necesidad del país”, un lugar desde el que, a su parecer, gobernaron tanto Felipe González como Aznar en algún momento de su carrera.

Durante la dictadura franquista, los presos, tanto políticos como comunes, sufrían las consecuencias de una legislación anticuada y represiva. La Transición tuvo que abordar el cambio hacia un sistema penitenciario que se ajustara a la Constitución, en el que la reinserción social de los reclusos primara sobre el castigo, y en el que se superaran las graves deficiencias de las prisiones.

En ese tiempo, los presos comunes agrupados en la Coordinadora de Presos en LuchaCOPEL, iniciaron su movimiento particular. Su gran reivindicación fue lograr una amnistía similar a la que se estaba concediendo a los presos políticos. Junto a ella figuraban otras reivindicaciones como la depuración de jueces y funcionarios de prisiones o la mejora de las condiciones de vida.

El punto de inflexión se produjo en la conocida como la batalla de Carabanchel: un motín el 18 de julio de 1977 y en el que cientos de presos permanecieron cuatro días en el tejado de la prisión. Desde entonces, motines, incendios, huelgas de hambre y autolesiones, fueron noticia casi a diario.

La tensión llegó al límite el 14 de marzo de 1978, cuando el militante de la COPEL Agustín Rueda murió a consecuencia de la paliza propinada por algunos funcionarios en Carabanchel. El día 22, los GRAPO asesinaron al director general de Instituciones Penitenciarias, Jesús Haddad, con el que se había iniciado un cambio de rumbo para pacificar las cárceles.

Su sucesor, Carlos García Valdés, llevó a la práctica esas líneas de actuación. Atendió algunas de las reivindicaciones de los presos: permisos de salida, visitas vis a vis, traslado de presos al régimen de segundo o tercer grado cuando era posible, etc. Aunque hubo algún episodio espectacular, como la fuga de 45 presos de la cárcel Modelo de Barcelona, el 2 de junio de 1978, las cárceles se fueron pacificando. Además, el apoyo social a la COPEL se esfumó en un país cada vez más preocupado por la inseguridad ciudadana y el orden público.

En septiembre de 1979, el rey sancionó la Ley General Penitenciaria, la primera ley orgánica de la democracia, prueba de la importancia que las cárceles habían adquirido en los últimos dos años. La transición penitenciaria en España se consolidó y, aunque seguiría habiendo algunos motines y huelgas de hambre, la situación en las cárceles sería ya distinta.