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El bienestar emocional también es un asunto de barriga

  • El estudio de la microbiota y su relación con la salud física y mental está transformando la visión médica de la enfermedad
  • El cazador de cerebros, cada lunes a las 20:00h en La 2 | Puedes ver todos los programas en RTVE Play

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La psiquiatra Amanda Rodríguez-Urrutia en El Cazador de Cerebros
La psiquiatra Amanda Rodríguez-Urrutia en una entrevista con Pere Estupinyà en El Cazador de Cerebros

Cuando comemos, no lo hacemos solo para nosotros. Además de alimentar a nuestras células, también damos sustento a una cantidad enorme de bacterias que viven en nuestro intestino. Estos microbios constituyen la que antes se llamaba flora intestinal, y que ahora se define como microbiota. Veamos algunas de sus características.

  • En nuestro intestino viven más de 5000 especies distintas de bacterias, cientos de miles de millones de microbios.
  • Todas las bacterias intestinales juntas pueden llegar a pesar hasta un total de 2 kilos, medio kilo más que el cerebro.
  • Heredamos muchos de estos microbios de nuestra madre al nacer, cuando pasamos por el canal vaginal al momento del parto. Y nos acompañan de por vida.
  • Cada persona tiene una microbiota ligeramente diferente, con más o menos cantidad de ciertas especies de bacterias. Esto depende de la dieta, de la genética, del ambiente y hasta de los niveles de estrés. Nuestra microbiota es única, como una huella dactilar.
  • El abuso de antibióticos altera la composición de la microbiota, facilitando la proliferación de especies dañinas y de patógenos.

Microbiota: “el segundo cerebro”

En los últimos años, estos pequeños habitantes de nuestro cuerpo están en el punto de mira de los científicos por el papel sorprendente que juegan en nuestro bienestar físico y emocional. De hecho, hay quien sostiene que la microbiota debería considerarse como un órgano más de nuestro cuerpo. Incluso algunos científicos definen la microbiota como “el segundo cerebro”. Pero, ¿qué hace de tan importante?

Antes de todo, las bacterias intestinales nos ayudan a digerir la comida y a regular el sistema inmune. Pero también ayudan a producir varias sustancias que influyen en nuestras emociones. Como por ejemplo la serotonina, una sustancia importantísima para el bienestar. Se calcula que el 95 % del total de serotonina se produce en el sistema digestivo.

A su vez, el cerebro también influye en las bacterias, regulando su crecimiento. La comunicación entre microbiota y cerebro parece ser, por lo tanto, bidireccional. Es un ejemplo perfecto de cómo mente y cuerpo están conectados a nivel biológico.

Los problemas intestinales pueden influir en la depresión

En el nuevo capítulo de El Cazador de Cerebros, La frontera entre cuerpo y mente, hemos explorado esta conexión.

En el Hospital Vall d’Hebron, la psiquiatra e investigadora Amanda Rodríguez-Urrutia lleva años investigando cómo las alteraciones de la microbiota influyen en problemas de salud mental. “Cuando alguien tiene una depresión no hay que mirar solo su cerebro, sino también su intestino. No es lo mismo un paciente con depresión que a la vez tiene un síndrome de intestino irritable, y otro que tiene un intestino normal. El tratamiento tendría que ser distinto” afirma.

Fotograma La frontera entre cuerpo y mente

Fotograma La frontera entre cuerpo y mente RTVE

La psiquiatra trabaja actualmente en un proyecto europeo financiado con cinco millones de euros, llamado DISCOvERIE, en el que explora la relación entre intestino y cerebro con el objetivo de hacer una medicina personalizada para los pacientes psiquiátricos. Uno de los métodos que se están estudiando consiste en acompañar con probióticos ciertos tratamientos antidepresivos. Incluso se ha demostrado que el trasplante de heces, con el que las bacterias de un individuo se trasladan a otro, puede corregir ciertas alteraciones de la microbiota.

La dieta, un factor clave

Más allá de los tratamientos con fármacos y de los trasplantes, hay otro método para mejorar el estado de la microbiota, y en consecuencia de nuestra salud: la dieta. Según dice la doctora Rodríguez-Urrutia, “las bacterias intestinales se nutren de lo que le damos, y producen sustancias buenas o malas según les ofrezcamos”. La alimentación, y otros aspectos del estilo de vida de los pacientes, se tienen cada vez más en cuenta en psiquiatría.

Pero, ¿cuál es la mejor dieta para la microbiota? La respuesta, en realidad, ya la conocemos. Comer de manera sana y equilibrada, con una buena cantidad de fibras, y seguir como modelo la dieta mediterránea. Aunque no siempre sea fácil de poner en práctica. “Queremos oír novedades, o grandes descubrimientos —afirma la psiquiatra— pero a veces en medicina hay que volver a lo esencial. El problema es que no lo hacemos”.

*El Cazador de Cerebros se emite en La 2 de TVE cada lunes a las 20:00h. Todos los programas siempre disponibles —gratis y online— en el catálogo de videos de RTVE Play.