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MasterChef 10

MasterChef | El bombero termina expulsado, ¿por qué ha sido el concursante más bizarro?

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Luismi se despide de las cocinas de MasterChef 10

Nos ha regalado auténticos momentazos en esta décima edición y ahora nos toca despedirnos de él. Luismi fue expulsado anoche en el Programa 9 de MasterChef, pero siempre recordaremos su paso por las cocinas. El bombero se fue haciendo lo que más le gusta: cocinando y bailando twerking. Entre lágrimas, el aspirante emocionó a sus compañeros, incluso a los jueces. Ahora solo quedan siete aspirantes y solo un de ellos cumplirá su gran sueño: ganar el concurso.

Verónica se volvió a negar a entregar el pin de la inmunidad, igual que en el programa anterior, donde también estuvo a punto de abandonar. Los jueces la han salvado, pero quién sabe lo que ocurrirá la próxima semana. Precisamente a su tierra, Salamanca, tuvieron que trasladarse los aspirantes para la prueba de exteriores. Ingredientes apestosos, invitados de lujo... Aquí tienes el resumendel Programa 9 de MasterChef.

RESUMEN DEL PROGRAMA 9 DE MASTERCHEFRESUMEN DEL PROGRAMA 9 DE MASTERCHEF

Boris Izaguirre, a punto de vomitar en MasterChef: "¡Huele espantoso!"

Las cocinas de MasterChef olían anoche diferente o "fatal", tal y como dejó claro Verónica, que se temía lo peor. ¿Qué había debajo de las cajas misteriosas? Queso cabrales, salsa de pescado, huevos de pato en conserva, pasta de arenque, asafétida… "¿Qué hay que hacer con esto ahora?", preguntaba David desconcertado. Antes de responder, los jueves invitaron a entrar a plató a un viejo conocido del programa. Estuvo en la cuarta edición de MasterChef Celebrity, él era… ¡el gran Boris Izaguirre!

"Pero, por favor, qué recibimiento es este", decía aludiendo al olor "putrefacto" del plató. "¿En qué momento han decidido los jueces poner esta prueba el día que yo vengo?", lamentaba. Boris no perdió el tiempo y, nada más entrar, ya se había fijado en uno de los aspirantes, concretamente en sus antebrazos. Se trataba de Luismi, que no hizo ni un amago de ocultar la admiración que sentía por el invitado.

En este primer reto de la noche los aspirantes tenían que elaborar un plato de vanguardia, digno de una semana nueve, utilizando uno de los ingredientes. "Para que no acabéis todos utilizando el cabrales, va a ser Boris Izaguirre quien decida quién utilizará cada uno", explicaba Pepe Rodríguez. Finalmente, fue Adrián quien se quedó con el queso.

Luismi o Confucio, el pensador de MasterChef

A los aspirantes se les veía un poco perdidos, menos a Luismi, el más motivado de todos, no tardó en poner a trabajar el departamento de I+D. La idea era que los aspirantes probasen los ingredientes, ya que eran poco habituales y la mayoría nunca los había probado. Verónica tenía uno de los más difíciles: el durian. "A parte de a fruta, a piña ya mango, sabe mucho a ajo, a cebolla", señalaba Jordi Cruz. El mejor de la prueba se llevaría un viaje a Malta. Jokin solo podía pensar en ganar para ir con su chica, Eva, a descubrir nuevos lugares. A él le tocaron las medusas, otro ingrediente complicado. Adrián, aunque le tocó el ingrediente más conocido, el queso cabrales, tenía un reto por delante, y es que los jueces esperaban mucho de él.

Boris se quedó prendado con Luismi, y no solo por su físico. "Tú tuviste una novia durante quince años y te saltan pesadillas", decía el invitado en un intento de profundizar en su relación y conocer más al aspirante. El bombero lo negó y soltó una de sus profundas frases: "El pasado es un gran maestro". Su respuesta dejó sin palabras a Boris Izaguirre. "Es un poco Confucio ese muchacho", aseguraba.

María Lo, ganadora de la primera prueba de MasterChef

Los primeros en presentar sus elaboraciones fueron Claudia y Adrián, que no recibieron una buena crítica por parte de los jueces ni tampoco del invitado. "¿Dónde está el ingrediente fétido?", se preguntaba Boris Izaguirre, que apenas sentía el sabor a queso cabrales. Claudia explicó orgullosa su plato, sin embargo, no terminó de convencer ni a Jordi, ni Samantha ni Pepe.

María Lo, que estaba muy feliz con el ingrediente que le tocó, recibió las felicitaciones por parte de los jueces. "Es una idea muy inteligente", aseguraba Jordi. Luismi, a pesar de sus esfuerzos, no salió bien parado. "La intención está bien, creo que era una buena solución, pero no has sabido hacer ni una pasta rica", lamentaba Samantha. "Este no es el camino", sentenciaba Jordi. El aspirante se quedó un poco decepcionado, pero ahí estaba Boris Izaguirre para darle un fuerte abrazo.

El éxito de María Lo con su plato de ajo encurtido

David y Patricia consiguieron sorprender a los jueces con sus propuestas, mientras que Verónica y Jokin se llevaron un gran chasco. "Eva, cariño, a Malta vamos a tener que ir pagando", bromeaba el vasco, que soñaba con ganar el premio para su chica. Y el ganador o ganadora de la primera prueba de la noche fue… ¡María Lo! Incluso con el brazo medio chamuscado después de la prueba de la semana pasada, la aspirante hizo sentir orgullosos a los jueces con su plato. "Si sigo así, me veo en la final", se atrevía a decir la aspirante.

Hora de quitarse la etiquetas en MasterChef

Los aspirantes viajaron a Ciudad Rodrigo, Salamanca, territorio de Verónica, para la prueba de exteriores. "En solo cuatro semanas conoceremos el nombre del ganador de la décima edición de MasterChef. Si habéis llegado hasta aquí es porque los ocho podéis serlo", anunciaba Jordi Cruz, poniendo aún más nerviosos a los concursantes. ¿De qué iba la prueba? "Nuestro objetivo es que este cocinado sirva para enterrar, por fin, esas etiquetas de 'winners' y 'loosers'. Hoy los equipos los formaremos nosotros", explicaban los jueces. Por un lado, en el equipo azul, Luismi, Verónica, Claudia y Adrián. En el otro, el rojo, María Lo, Patricia, Jokin y David. No hubo capitanes. "Aviso que se avecina vanguardia", adelantaba Pepe Rodríguez.

Luismi empezó el cocinado con muchas ganas. Se atrevía con todo, incluso con las patatas suflé, la peor pesadilla para cualquier aspirante. "Me va el riesgo", confesaba el bombero, convencido de aceptar el reto más complicado de la prueba. Los cuchillos volaron por el cielo de Ciudad Rodrigo, y es que entre los aspirantes cada vez hay más tensión. "¿Crees que a Verónica le beneficia que estemos en Salamanca o al revés?", le preguntaba María Lo a Patricia. "Se lo tiene tan creído que da igual lo que le pongas, piensa que lo va a hacer todo bien", contestaba su compañera.

Tensión entre Adrián y Luismi por las patatas suflé

Tensión en el equipo azul. Luismi y Adrián se encargaban de las patatas, y eso provocó que aumentaran los roces entre ellos. El bombero quiso llevar la batuta, mientras que a su compañero no le gustó recibir sus órdenes. Estaba enfadado y su disputa acabó salpicando a Verónica que, a pesar de todo, intentó mediar entre ellos. "No quiero malos rollos, por favor", suplicaba la aspirante. Finalmente, fue Pepe quien, después de ver a los integrantes del equipo desesperarse porque no consiguen llevar a cabo la elaboración, decidió sustituir las patatas suflé por unas patatas fritas normales.

Contra todo pronóstico, las patatas fritas también se convirtieron en un problema para el equipo azul. Luismi sacó de quicio a sus compañeros, que no paraban de darle órdenes y de explicarle cómo hacer su trabajo. "Que me voy del programa y lo hacéis vosotros", amenazaba el bombero, que decía sentirse menospreciado. Los jueces terminaron por quitar las patatas del menú tras el desastre del cocinado.

Luismi se rompe en las valoraciones: "Estoy harto de que se me ningunee"

No reinó la paz en el equipo azul durante el cocinado. Luismi estuvo muy serio en las valoraciones. "Ha sido un ejercicio muy instructivo sobre la lucha de egos", aseguraba, refiriéndose a su enfrentamiento con su compañero Adrián. "Estoy harto de que se me ningunee", estallaba el bombero, que no puede evitar venirse abajo. No opinaron lo mismo los jueces, que vieron cómo Claudia, Verónica y Adrián lo dieron todo por que los platos salieran adelante. Luismi terminó asumiendo responsabilidades.

No fue el único que se rompió en las valoraciones. Adrián, también. "Estoy un poco de bajón. Creo que puedo dar más de mí. Me he sentido muy frustrado en el cocinado. Las patatas suflé no nos han salido", lamentaba. El resto de integrantes del equipo intentaron consolarle, incluido Luismi.

En cuanto al equipo rojo, los jueves se deshicieron en halagos: "Estabais bien organizados. He descubierto gente trabajando muy bien a los que habitualmente no se les considera favoritos: Jokin y Patricia". El ganador de la prueba fue, como no podía ser de otra manera… ¡el quipo rojo! David, Jokin, Patricia y María Lo se libraron de la prueba de expulsión, al contrario que Verónica, Claudia, Luismi y Adrián. "Os adelanto que os va a gustar estar en ella", avisaba Samantha.

Martín Berasategui, Dani García, Iván Cerdeño y Rafa Zafra en MasterChef

Adrián, Luismi, Verónica o Claudia, uno de ellos tenía que abandonar anoche el programa. Todos llegaban a plató con el miedo de irse, porque a estas alturas, todo puede pasar y ellos mejor que nadie lo saben. Debajo de cada caja, una tablet que guardaba un mensaje muy especial para ellos. Alguien tenía un mensaje para cada uno de ellos. La primera en descubrirlo fue Claudia: ¡era Dani García! El chef junto a Martín Berasategui, Rafa Zafra e Iván Cerdeño fueron los invitados a la última prueba de la noche. Una increíble sorpresa para los delantales negros, que no podrían ocultar su emoción.

Cada aspirantes tuvo que replicar uno de sus platos, el problema es que las recetas estaban en manos de los delantales blancos, algo que jugó en su contra, sobre todo, en el caso de Verónica. David iba a por ella, ya que es la única que todavía conserva el pin de la inmunidad. "No disfruto de esta competición sucia", decía la aspirante al borde de las lágrimas. Patricia nunca se creyo sus llantos: "Se piensa que roza la perfección, encima no admite los errores, es engreída. No me gusta la gente así".

David se arrepiente de su comportamiento con Verónica

David se hacía el bueno, mientras Verónica seguía sus indicaciones, pero en realidad se la estaba jugando. "Está diciéndole que eche la crème fraîche donde no es", cuchicheaba Samantha. Siguió con su malévolo plan hasta que los jueces les dijeron que tenía que subir a la galeria. A falta de cinco minutos, David se apiadó de Verónica y le confesó que todo lo que había hecho hasta ese momento o le servía para nada. "Tiene mucho pico, pero luego tiene corazón", aseguraba Pepe.

Patricia miraba desde la galería a Luismi. Estaba preocupada porque su compañero no seguía la receta como debía: "Los tomates tenían que estar 45 minutos con azúcar glas y queda media hora". Verónica no perdonó a David haber perdido tanto tiempo al principio del cocinado. "Lo que me da mas coraje es que, aún habiendo sido bueno con ella, va a seguir con la misma actitud", lamentaba el asturiano.

Luismi abandona las cocinas de MasterChef marcándose un twerking

¡Hora de las valoraciones! El primero en presentar su plato fue Luismi, a él le tocó replicar uno del chef Iván Cerdeño. "Dista mucho del que ha presentado el chef", lamentaba Jordi, aunque sean críticas constructivas, a él le duelen. "La adversidad te hace crecer", aseguraba el bombero. Sin duda, el mejor de la noche, fue Adrián, que además de recibir la visita de uno de sus ídolos, escuchó solo buenas críticas por parte de los jueces. "Hay que ser muy puntilloso para sacar defectos a tu plato", decía Pepe Rodríguez. En cambio, para Verónica, pudo ser la peor. Sus elaboraciones no tenían nada que ver con las que tenía que replicar. Tuvo la oportunidad de entregar el pin de la inmunidad, pero no quiso hacerlo y se jugó la expulsión. La última en presentar el plato fue Claudia. El chef Dani García también lo probó. "Está bien, pero es otro plato. Lo has sacado muy dignamente", aseguraba Pepe Rodríguez.

Entre Luismi y Verónica estaba el expulsado de MasterChef. Sus platos no gustaron a los jueces ni tampoco se parecían a los originales. Finalmente, fue Luismi el expulsado. "Siempre doy todo, en el aspecto laboral, en el personal. Quiero despedirme con una sonrisa", aseguraba.

Él lo tenía claro: "Quiero que gane Vero, y va a ganar". Luismi abandonó las cocinas de MasterChef, no sin antes regalarnos un bailecito, ¡por algo él es el rey del twerking!