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MasterChef 10

8 alimentos que huelen realmente mal, pero son un auténtico manjar de dioses

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Cuatro de los alimentos más apestosos del mundo
Cuatro de los alimentos más apestosos del mundo

Dedicarse a la cocina requiere tener, obviamente, muy afinado el sentido del gusto. Pero no solo. Otros sentidos como la vista, el tacto o el olfato también entrar en juego a la hora de desarrollar un plato de lo más sabroso que conquiste los paladares de nuestros comensales. Está incluso el sentido del oído, hay quien se derrite al comerse un producto crujiente y hay estudios que confirman que el sonido de los alimentos puede variar por nuestra percepción del sabor.

En definitiva, no se debe confundir el ingrediente con la elaboración. Es el consejo que Boris Izaguirre, invitado a visitar los fogones de MasterChef 10, ha dado a los aspirantes que en la prueba de este lunes han tenido que enfrentarse a unos ingredientes realmente apestosos, pero que cocinados pueden convertirse en un auténtico manjar.

Si una cosa hemos aprendido en estas 10 ediciones de MasterChef es a que un buen chef siempre tiene que estar abierto a nuevos sabores… eso también va por los olores, especialmente por el de los ingredientes que detallamos a continuación. Son algunos de los alimentos que peor huelen del mundo, no porque estén malos, sino porque son así. Y en algunos de sus países de origen están considerados verdaderos delicatesen. ¡Que no os engañen las apariencias… ni el pestazo!

El durian

Fruta muy popular, sobre todo en el sureste asiático, donde es reverenciada, sabe a una mezcla de queso, almendra, ajo, caramelo e, incluso, regusto a cebolla.

Durian amarillo

Durian amarillo

Queso de Cabrales

Queso natural, elaborado artesanamente con luche cruda de vaca. Una vez fermentado pasa a cuevas naturales en zonas de montaña donde madura con una humedad del 90% y una temperatura de entre 8 y 9 grados.

Queso de cabrales

Queso de cabrales

Salsa de pescado

Un condimento esencial en toda la cocina del sureste asiático, especialmente en zonas de Japón y Corea. Cada vez es más fácil encontrarlo en occidente. Se elabora mezclando desperdicios de pescados o mariscos con sal, hierbas… después de sella en recipientes cerrados hasta 24 meses. El resultado es un condimento salado con un sabor intenso y sus usos en cocina son ilimitados.

Salsa de pescado asiática

Salsa de pescado asiática

Asafétida

Es una especie, procedente de la resina de una planta, y es muy usada en la cocina india para aromatizar verduras y legumbres. Además, también puede usarse para hacer encurtidos. La resina se deja solidificar y posteriormente se muele, para convertirla en polvo. También se llama estiércol del diablo. Curiosamente una vez que se cocina, queda un agradable sabor a cebolla o cebollino.

Asafoetida

Asafoetida

Medusa en salazón

En Japón, Corea o China existe el habito de comer medusas, pero en los países mediterráneos no, aunque hay restaurantes que ya las ofrecen. En cocina, solo se utilizan las cabezas de las medusas que tienen una textura crujiente y su sabor recuerda a las algas, a las ostras o a los percebes.

Medusa en salazón

Medusa en salazón

Ajo encurtido

Es más que una delicia culinaria. Es un poderoso antioxidante que con propiedades antimicrobianas, antivirales y antibióticas. Es una importante fuente de vitamina C, encimas y minerales, que ayudan a aumentar la inmunidad.

Ajo encurtido

Ajo encurtido

Pasta de arenque

Una salsa preparada a partir de arenques fermentados, tradicionales de Suecia. Su elaboración consiste en a base de pequeños arenques del mar Báltico, dispuestos en una salmuera, durante 30 horas para extraer la totalidad de su sangre. Después se fermenta en una salmuera suave, más débil y se almacena en barriles. Por último se envasan y la fermentación continua hasta el momento de su consumo.

Salsa de arenque

Salsa de arenque

Huevos cocidos de pato

También conocidos como huevos milenarios o centenarios y son un manjar en Asia. Ser fermentan durante semanas en una solución de arcilla, cal, cecina, cascara de arroz y té negro. A pesar de su aspecto, su sabor es muy parecido al del huevo cocido tradicional con un punto dulce. Su olor es uno de los más desagradables del mundo de la cocina, entre azufre y amoniaco. La clara se gelatiniza y la yema queda perfectamente cuajada. Eso sí, no se os ocurra darle un bocado directamente, no se atreven a hacerlo ni en China.

Huevos milenarios o huevos cocidos de pato

Huevos milenarios o huevos cocidos de pato