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La posesión diabólica de Patricia en MasterChef 10

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Patricia: "Verónica con el pin es como Gollum"

Desde que volvió en la repesca, Patricia sigue imparable en MasterChef 10. Y ahora ha confesado cuál es su secreto: "El diablo me ha poseído y me da todo su fuego y su energía". Y es que una semana más, los jueces han destacado el gran trabajo de la aspirante. De hecho, fue nombrada como la mejor en la prueba de exteriores en Ciudad Rodrigo. ¿Se postula Patricia como una de las favoritas a alzar el premio final?

En la visita a las cocinas de MasterChef 10 Boris Izaguirre descubrió el lado diabólico de Patricia. El invitado, que se acercó al puesto de cocina de la aspirante, descubrió lo que parecía una escena de película de terror: "Tengo la cola del diablo (señalando a su trenza). Voy de rojo infierno. El diablo me ha poseído y me va a dar todo su fuego y energía", aseguró Patricia. Eso sí, la escena terminó con un giro inesperado y es que Patricia confesó que en una firma de libros de Sant Jordi hace muchos años, Boris no le firmó. Pero la solución llegó rápido. Boris pidió un bolígrafo y le firmó en el brazo: "Esta firma no la voy a limpiar nunca. No quiero que se borre", confesó ella.

El triunfo de la gente que no hace ruido

Pero el momento diablo no fue el único que protagonizó Patricia. La aspirante también sabe trabajar como la que más, y en la prueba de exteriores fue nombrada como mejor aspirante. Jordi Cruz destacó que le gusta ver que "hay gente que sin hacer ruido destaca y brilla". Patricia agradeció las palabras del chef: "Estoy muy contenta con la valoracion que me han dado. Ver la eliminacion desde la galeria es un privilegio. Estoy muy contenta por mi equipo y por mí".

Eso sí, lo que se ha vuelto a poner de manifiesto es que no hay posesión infernal que evite que Patricia hable maravillas de los coreanos y su cultura. Y es que, antes de comenzar la prueba de expulsión, Samantha le preguntó a Patricia si le gustaban también los chinos y japoneses. La aspirante no dudó en su respuesta: "He estado con algún chino y con algún japones. Pero los que más me gustan son los coreanos. Son pulcros, educados, visten bien y tienen las uñas y la sonrisa muy bonitas". Desde luego no hay nada que pueda romper el vínculo entre Patricia y Corea.