Nervios e ilusión entre los niños de San Ildefonso antes de la Lotería de Navidad
- Los encargados de cantar los premios del Sorteo cuidan estos días sus gargantas
- Ensayan durante meses y cuentan con el apoyo de psicólogos y trabajadores sociales
Rosario, Alice, Piero y Estefanía no hablan estos días de sus habituales juegos o de las tareas del colegio. Sus conversaciones en la Residencia de San Ildefonso, en Madrid, giran en torno a no ponerse enfermo y a mantener la voz intacta para poder cantar el lunes muchos "miiiil euros" y, si la suerte se fija en ellos, el Gordo de la Lotería de Navidad.
"Le he pedido a un monitor que me preste algo para proteger mi garganta", asegura uno de los niños. Otra de las pequeñas está abusando estas semanas de la cebolla y la miel. Remedios caseros que contribuyen a controlar los desajustes vocales, pero también el pánico escénico.
Chema García, educador social, justifica que los pequeños tienen que agarrar una bolita que "casi no se ve con todos los focos, los nervios y el escenario".
Trabajo con psicólogos
Los niños y niñas de San Ildefonso ensayan durante meses en la Residencia Internado de San Ildefonso, donde residen 54 menores. Hasta 28 de ellos cantarán en el Sorteo de la Lotería de Navidad.
Todos ellos son menores que proceden de familias con dificultades socioeconómicas y pasan con ellas sólo los fines de semana. El resto del tiempo lo comparten con chicos y chicas de su edad en este internado.
Detrás de los cantos que entonarán el lunes hay mucho trabajo con educadores sociales y psicólogos. "Les permite tener retos y poder superarlos", señala Chema García, que destaca el "afán de superación" que les insufla a los niños la oportunidad de participar en la Lotería. Para ellos, este día es mucho más que un sorteo.