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La Lotería de Navidad como escaparate para el arte: así se eligen y han cambiado las imágenes de los décimos

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Lotería de Navidad 2023: una mujer sujeta sus décimos antes de comenzar Sorteo de la Lotería de Navidad en el Teatro Real en 2018
Una mujer sujeta sus décimos al inicio del Sorteo de la Lotería de Navidad en el Teatro Real en 2018.

Tener en la mano un décimo de la Lotería de Navidad es tener una pieza de coleccionista única e irrepetible: es una décima parte de uno de los 185 billetes o series de cada número, elegido por algún motivo personal o al azar entre 100.000, y se identifica con una fracción que lo hace único, pero también es especial por las imágenes artísticas que escoge la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM).

Desde que la Lotería de Navidad comenzó a celebrarse el 18 de diciembre de 1812 ha cambiado mucho el diseño de los décimos. En realidad, entonces los billetes no se dividían en diez partes, sino en cuatro, cada una costaba 10 reales. Una simple orla y un escudo decoraban el número con el que jugaba el portador.

A mediados del siglo XIX, fueron los grabadores de la FNMT-Real Casa de la Moneda los encargados de realizar los primeros dibujos y grabados para los billetes de lotería, así como los diseños para sus marcas y sellos.

El tamaño del billete ha ido variando con el tiempo y se han introducido elementos como el escudo nacional, el de la Dirección General de Loterías o el monograma de Lotería Nacional.

Primer décimo en el que aparece la leyenda de

Primer décimo en el que aparece la leyenda de "Lotería de Navidad" D.A

No siempre fueron imágenes de la Navidad

En los trabajos de los grabadores de la FNMT-Real Casa de la Moneda en los billetes de Lotería del siglo XIX, quedaron reflejadas las tendencias artísticas de la época que, tal y como explica el Museo del Prado en su iniciativa 'Billetes de lotería. El arte con suerte', "trataban de prestigiar los objetos más humildes y funcionales, enriqueciendo, en este caso, los sencillos y efímeros décimos de lotería con dibujos de gran calidad".

Los billetes de cada sorteo se decoraron en las primeras décadas del siglo XX con diferentes tipos de cenefas, "conformando un rico y variado muestrario de formas decorativas".

Solo unos años antes de la Guerra Civil, en la década de 1930, en los sorteos extraordinarios se comenzaron a incluir alegorías de la Fortuna como la rueda alada o representadas en la figura de una joven que en su brazo izquierdo lleva un gran cuerno de la abundancia, del que emergen uvas y granadas, simbolizando los dones de la diosa: abundancia y riqueza.

En 1954, los décimos se comenzaron a ilustrar con imágenes de obras del Museo del Prado, aunque las primeras obras seleccionadas no tenían como temática la Natividad como en la actualidad. De hecho, la primera escogida para el sorteo extraordinario de la Navidad fue un fragmento de La vendimia o El otoño, de Francisco de Goya.

A partir de entonces los décimos se embellecieron con un único motivo específico para cada sorteo y se establecieron series temáticas, generalmente anuales. En esta etapa cada serie se imprimía de un color diferente hasta que se unificaron en 1983.

Tres años después, junto a la imagen, se añadió un breve texto explicativo. Desde entonces, millones de décimos se distribuyen en cada sorteo haciendo llegar a todos los rincones de España el patrimonio artístico y efemérides de interés social, deportivo o cultural.

Así, los cuadros del Museo del Prado han ilustrado cada uno de los sorteos de Navidad desde 1954, pero también las diferentes series temáticas con las que Loterías ilustra los billetes desde 1960.

Así es el proceso de selección de la imagen

En enero de cada año comienza el proceso de selección de la imagen que va a decorar el décimo del Sorteo de Navidad del 22 de diciembre, según explican a RTVE fuentes de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE).

El Museo Nacional del Prado realiza una primera selección de obras pictóricas que tienen como temática la Natividad o nacimiento de Jesús, al celebrarse el sorteo a las puertas de la Navidad.

Una vez recibida la selección de obras, la FNMT-RCM realiza pruebas con las obras propuestas para comprobar que se adaptan bien al diseño del décimo y pueden verse correctamente. Por ejemplo, en caso de tratarse de un tríptico, se elige solo una parte para que pueda apreciarse mejor.

Un "compromiso con la cultura"

La selección de una obra del Museo del Prado forma parte del "compromiso de SELAE con la cultura, por promover y difundir nuestro patrimonio cultural", señalan fuentes de la entidad pública.

Cuando ya ha sido seleccionada la obra que va a decorar el décimo del sorteo de Navidad de ese año, comienza el trabajo en el diseño con la FNMT. El proceso consta de diversas pruebas de color, diseño, hasta que en abril queda aprobado, y comienzan a imprimirse los décimos que se pondrán a la venta en julio.

Los décimos de Navidad, ilustrados de manera continuada desde 1960, se siguen imprimiendo hasta unos diez días antes del Sorteo.

RTVE

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