La violencia de género, un "fracaso colectivo" en un año con casi medio centenar de asesinatos
- El Gobierno recuerda que las víctimas "no son números" sino "mujeres con nombre, con proyectos de vida"
- Una superviviente apela al entorno para que denuncie: "Si ves una casa ardiendo llamas a los Bomberos, no preguntas"
Pilar, Oriana, Sayuri... Son sólo algunos de los nombres que han pasado a engrosar la lista de mujeres asesinadas en España por la violencia de género en un año, 2025, en el que casi medio centenar de hombres han quitado la vida a sus parejas o exparejas.
Desde que el Gobierno comenzó en 2003 a recabar datos estadísticos de esta lacra, más de 1.300 mujeres han perdido la vida por este tipo de violencia, 46 de ellas en 2025. Y las cifras no dejan de crecer, con un final de año especialmente negro y un dibujo general que deja retos pendientes.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confía en “no normalizar nunca estas cifras” porque Pilar, Oriana y Sayuri “no son números” sino “mujeres con nombre, con familias, con proyectos de vida truncados por la violencia machista”. Cada asesinato, advierten fuentes de dicha institución a RTVE Noticias, “es un fracaso colectivo del conjunto de la sociedad y de las instituciones y, por tanto, exige un análisis permanente y autocrítico”. Hay que examinar con lupa los datos para tomar medidas.
El 12,7% de las mujeres residentes en España de más de 16 años ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida. En tres de cada cinco casos, no fue sólo una vez, según consta en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer publicada hace unas semanas.
Un abuso físico y psicológico que no entiende de edad —este año han sido asesinadas mujeres menores de 20 años y mayores de 85— ni de nacionalidades –28 de las víctimas eran españolas y las 19 restantes tenían otra procedencia— y frente al que la ruptura de la convivencia o incluso la denuncia pueden no ser suficientes.
¿Qué se puede hacer?
Según los datos del Gobierno, apenas una de cada cinco mujeres asesinadas había presentado denuncia, un paso que las autoridades insisten en defender como una primera herramienta de protección a la que agarrarse. Ana Bella, presidenta de la fundación homónima y superviviente de violencia machista, lamenta que como sistema y como sociedad "no le damos confianza a las mujeres".
La ausencia de denuncia es, de hecho, uno de los “patrones” que preocupa al Ejecutivo, junto a “situaciones de control y aislamiento no detectadas a tiempo, rupturas recientes, contextos de especial vulnerabilidad social o económica y, en algunos casos, una percepción de riesgo inferior al real”.
Pancarta en la concentracion en Madrid por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer A. Pérez Meca / Europa Press
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género advierte de que “reducir los feminicidios no depende solo de una medida concreta” y aboga por implicar a los entornos de la víctima, ya que “en muchas ocasiones” pueden ser “los únicos conocedores” de la situación real.
Los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) muestran que la intervención directa del entorno familiar o de terceros apenas está presente en el 4,8% del total de las denuncias, una estadística que Ana Bella tacha de insuficiente. "Los maltratadores no se denuncian a ellos mismos y las mujeres tienen muchos obstáculos", recalca esta superviviente, que alude a su propio testimonio para dar cuenta de estas limitaciones.
“Mi marido me pegaba hasta con la correa y yo cuando veía noticias de mujeres asesinadas me preguntaba por qué no se habían ido de su casa. No me estaba dado cuenta de que era como ellas. Nos anulan nuestra capacidad de razonar", lamenta.
Y utiliza un gráfico paralelismo: "Si ves una casa ardiendo, llamas a los Bomberos, no le preguntas a los dueños”.
El fallo en las pulseras telemáticas
El sistema se ha enfrentado este 2025 a un golpe a su propia credibilidad con el fallo de las pulseras telemáticas del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género. Errores técnicos que se habrían registrado en al menos dos ocasiones, como ha reconocido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, foco de críticas políticas por estos problemas.
A principios de noviembre, más de 4.600 mujeres estaban “protegidas” por este sistema y desde el Gobierno reivindican que, sin ser plenamente infalible, su eficacia está demostrada. “Ninguna mujer que porta el dispositivo ha sido asesinada, lo que demuestra la efectividad de la herramienta”, indican, dando por resueltas las “incidencias y quejas” mediante “actualizaciones tecnológicas y revisión de protocolos”.
La herramienta, añaden, tiene además una valoración “altamente positiva” por parte de las usuarias: el 87% se sienten más seguras con el dispositivo y un 90% lo recomendarían.
Por su parte, Ana Bella reclama más recursos públicos para garantizar la protección de las mujeres, desde más efectivos policiales a más pulseras, para que sean "todas" las registradas en el sistema VioGén, alrededor de 100.000, quienes dispongan de esta vigilancia telemática, porque "es una medida que funciona".
Los niños, también víctimas de la violencia
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció el 15 de diciembre al hacer balance del último año la persistencia de la violencia machista y el acoso, en pleno escándalo por las denuncias de acoso dentro del PSOE, y reivindicó la importancia del anteproyecto de Ley Orgánica Integral contra la Violencia Vicaria, aprobada en septiembre por el Consejo de Ministros.
Con ella, según Sánchez, el Ejecutivo aplica el Pacto de Estado contra la Violencia de Género al tiempo que pone el foco en “una de las formas más crueles” de violencia sobre las mujeres. El proyecto criminaliza esta forma de abuso con penas de cárcel que pueden llegar a los tres años y las asociaciones de víctimas ven en este tipo de reformas un paso adelante, al igual que el hecho de que desde 2021 se puedan suspender las visitas de padres a sus hijos cuando hay indicios fundados de violencia machista.
La responsable de la Fundación Ana Bella recuerda que "un maltratador no puede ser un buen padre" y reclama que las órdenes de alejamiento aplicadas a las mujeres se extiendan automáticamente a sus hijos, algunos de los cuales llegan a quedarse sin madre. El Gobierno estima que sólo este año 35 menores de edad se han quedado huérfanos.
Negacionismo pese a los datos
Pese a esta batería de datos y casos especialmente mediáticos, como la condena contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales o el segundo juicio en Francia por las violaciones sufridas durante años por Gisèle Pelicot, siguen asomándose grietas a nivel social, especialmente entre los jóvenes, a la hora de percibir como abusivas ciertas conductas.
Cuatro de cada diez jóvenes consideran que, aunque “está mal”, la violencia de género es algo “inevitable” que “siempre ha existido”, según un estudio presentado por Fad Juventud con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Ese día, al igual que ocurrió el 8 de marzo, miles de mujeres salieron a las calles de las principales ciudades españolas para alzar la voz contra el machismo y reclamar más medidas, con consignas directas contra la corriente negacionista.
El bulo de las denuncias falsas sigue latente pese a que la Fiscalía estima que apenas son el 0,0082% del total. De hecho, en septiembre Vox y la Asociación Nacional de Ayuda a las Víctimas de Violencia Doméstica (Anavid) organizaron en el Congreso unas jornadas sobre 'Ideología de género y denuncias falsas’ que para Redondo no fue más que “un aquelarre negacionista”. Vox ya se había quedado solo, al no suscribir en febrero el simbólico pacto de Estado sobre violencia de género.
“No es una opinión inocua”, avisan desde el Ejecutivo. “Cuestionar la violencia de género debilita la prevención, deslegitima a las víctimas y dificulta que pidan ayuda”, agregan las fuentes consultadas.
Ana Bella atribuye este negacionismo al desconocimiento y asume que todos los que dan pábulo a este tipo de mensajes cambiarían de opinión "si le pasara a su hija". Al fin y al cabo, añade, "la violencia de género está más cerca de lo que creemos y es invisible". "Lo que hace falta en esta sociedad es visibilizarla", remarca tajante.
Al igual que Gisèle Pelicot, esta superviviente espera que la vergüenza cambie de bando. Que personalidades públicas y medios de comunicación pongamos el foco en que este año ha habido tantos asesinos como víctimas y que recordemos que "la violencia de género no queda impune". En 2024, según el INE, hubo más de 39.000 condenas en firme.