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Desmontamos los principales bulos sobre violencia de género que circulan por Internet

  • La cifra de hombres jóvenes que niegan la violencia de género se duplica en 4 años
  • El Lab de RTVE lanza 'Manosfera al descubierto', un análisis del nuevo machismo online
Manosfera al descubierto: violencia de género
Desmontamos los principales bulos sobre violencia de género
El Lab de Rtve
El Lab de Rtve

En Internet circulan numerosos bulos e ideas sobre la Violencia de Género, creados y difundidos desde algunos espacios antifeministas y misóginos, que favorecen la desinformación y generan ruido. 

Muchos de estos mensajes llegan hasta las pantallas de los jóvenes con consecuencias preocupantes. Según el Barómetro Juventud y Género de 2023, elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, uno de cada cuatro hombres jóvenes, de entre 15 y 29 años, considera que la violencia de género es un invento ideológico. Una cifra que casi se ha duplicado desde 2019. Pero, ¿cuáles son estas afirmaciones? Analizamos algunas de las más extendidas.

Mensaje 1: “La ley favorece a las mujeres”

En la manosfera se aprende que las víctimas son los hombres y que las mujeres acumulan poder para someterlos a través de leyes que únicamente las favorecen a ellas para dejar de lado a los hombres. Este es uno de los bulos más extendidos en estas comunidades de desinformación.

Manosfera al descubierto: violencia de género

Mensaje 2: "Los datos de denuncias falsas están manipulados" 

Según datos del CGPJ, el promedio de denuncias falsas entre los años 2009 y 2023 es del 0,0084 %. Este dato hace referencia únicamente a los hombres que, tras ser denunciados por violencia de género, han emprendido acciones legales contra sus parejas o exparejas por falsedad y han ganado el juicio. 

Para tener cifras reales del número de mujeres que denuncian falsamente, sería necesario que todos los hombres que se vieran en esta situación denunciara. Sin embargo, no todos quieren o pueden empezar un litigio para demostrarlo. Esta falta de datos afecta exactamente igual a las mujeres que sufren violencia de género. Muchas no denuncian y, por tanto, no se puede contabilizar el número real de mujeres maltratadas. Pero para que nos hagamos una idea: en 2023, solo una de cada cuatro mujeres asesinadas (25,9 %) había presentado una denuncia previa contra sus agresores.

Sin embargo, en estos espacios online, la queja únicamente se centra en la imposibilidad de conocer los datos reales de denuncias falsas, pero no sobre los datos reales de mujeres maltratadas. Aquello que no se denuncia y se juzga, es muy difícil de medir.

Mensaje 3: "Las sentencias condenatorias frente al número de denuncias son ridículas"

Para la manosfera, el bajo número de sentencias condenatorias sirve como argumento para acrecentar la idea de que existen muchas denuncias falsas sin contabilizar. En 2023 llegaron 199.282 denuncias a los juzgados, de las cuales un 30.19% acabaron con una sentencia en firme. Esta disparidad entre denuncias y sentencias es común en nuestro sistema judicial. No es un problema de los casos de violencia de género. 

Si analizamos los casos que llegaron en las mismas fechas a los juzgados de lo penal, de las 3.342.857 denuncias, solo acabaron en sentencia el 16,22%. Es decir, de todas las denuncias que hay de delitos penales en un año, un bajo porcentaje llegan a sentencia. Volvamos a la violencia de género. De ese 30% que llegan a sentencias, el 80,64% son condenatorias y el 19,36% son absolutorias. La pregunta es, ¿qué pasa con ese 70% que se ha quedado en el camino? ¿Han sido todos esos hombres acusados injustamente o son todas las mujeres víctimas no reconocidas? No podemos saberlo. Los casos se archivan o bien, provisionalmente, el juez ve indicios de delito, pero necesita más pruebas, o bien definitivamente.

Vivimos en un sistema garantista, en el que la parte acusatoria debe demostrar el delito. Aquello de “el acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Y, para demostrar que alguien es culpable, son necesarias muchas pruebas. Esto explica por qué tantas denuncias no llegan a sentencia.  

Sin embargo, pese a los datos de archivo, la manosfera da a entender que son miles los hombres sentenciados y juzgados injustamente. Incluso se ha extendido el bulo de que los fiscales tienen órdenes directas de no denunciar, aunque vean indicios de falsedad en el testimonio de la presunta víctima.