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Sánchez hace balance de fin de año en su momento más crítico por los presuntos casos de acoso sexual y corrupción

  • Van siete los casos de acoso sexual y dos de sus personas de máxima confianza imputadas: Cerdán y Ábalos
  • Sin mayoría en el Congreso ni presupuestos en toda la legislatura, Sánchez dice que su Gobierno "renta"
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ROCÍO GIL GRANDE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este lunes en rueda de prensa desde Moncloa para hacer balance de fin de año, una vez más. El momento, sin embargo, es crítico. Nunca antes había estado rodeado de tantos escándalos no solo ya por la presunta corrupción que salpica a su Ejecutivo y al PSOE sino también por los casos de acoso sexual que han surgido en su partido y por el que han dimitido varios dirigentes.

Está por ver si Sánchez hará mención a alguna de estas cuestiones. Este domingo, durante un mitin de las elecciones extremeñas, admitió por segunda vez que se habían cometido "errores" en el partido pero defendió una vez más haber actuado con "contundencia" y "transparencia" y que los socialistas han sido los primeros en aplicar protocolos antiacoso.

Sin embargo, el particular 'Me Too' en el PSOE está tocando de lleno una de las banderas más importantes de las que ha presumido Sánchez en sus distintos mandatos: el feminismo. La credibilidad del Partido Socialista se está viendo seriamente afectada por esta cuestión, tras los fallos en la gestión de las denuncias contra el ex asesor de Moncloa Paco Salazar o después de que el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, admitiera que conocía desde octubre el caso de presunto acoso sexual del expresidente de la Diputación de Lugo José Tomé. Aparte de estos dos casos, hay otros cinco que afectan a las filas socialistas.

Mientras tanto, el jefe del Ejecutivo sigue sin presupuestos para 2026 (no ha presentado unas cuentas públicas en todo lo que va de legislatura tras las elecciones de 2023). Tampoco tiene mayoría parlamentaria en el Congreso tras la ruptura con Junts. Y dos de quienes fueran sus más allegados en el partido y el Gobierno, Santos Cerdán y el exministro José Luis Ábalos, han pisado ya la cárcel (al igual que Koldo García, ex asesor de este último).

La presunta corrupción sigue copando día a día las portadas de los periódicos. La semana pasada se produjeron entradas y registros de la UCO en distintas sedes dependientes del Gobierno como Correos y otras del Ministerio de Hacienda y Transición Ecológica, además de varias detenciones como la de la exmilitante socialista Leire Díez (apodada como 'la fontanera del PSOE' que quedó en libertad provisional con medidas cautelares), el expresidente de la SEPI Vicente Fernández y el socio de Cerdán en Servinavar Antxón Alonso.

Cree que el Gobierno "renta" pese a no tener mayoría ni presupuestos

Pero Sánchez está determinado a seguir. Este domingo dejó claro que a la gente "le renta" el Gobierno progresista y dijo que es un "honor" seguir gobernando pese a estar en un momento "tan complejo y convulso". También avisó: "Socialista no es el que nunca cae, sino el que siempre se levanta".

Mientras tanto, los socios no tienen tan clara la permanencia del jefe del Ejecutivo y ven la legislatura "difícil". La vicepresidenta segunda y líder de Sumar en el Gobierno, Yolanda Díaz, le pidió una remodelación profunda del Gobierno para atajar la crisis, algo que Sánchez descarta (pese a que por ahora se prevé la salida inmediata de la ministra Pilar Alegría para concurrir a las elecciones de Aragón de principios de año). Para Sumar, esta negativa es no ser consciente de "la gravedad" de la situación.

Mientras tanto, el PNV, socio clave y hasta ahora de los más fieles que ha tenido Sánchez en el Congreso, le ha advertido de que o detiene "la hemorragia" de escándalos o debe ir a elecciones. También ERC ha pedido más "contundencia" para regenerar la democracia. Junts, por su parte, ve esta "debilidad extrema" de Sánchez como una "gran oportunidad".

El fin de año no llega solo con este balance. Le seguirá inmediatamente las elecciones extremeñas del 21 de diciembre, que una vez más serán leídas en clave nacional y a las que el PSOE concurre con un candidato imputado por prevaricación y tráfico de influencias en el caso del hermano del presidente del Gobierno. El PP espera que sea el inicio del fin de ciclo del "sanchismo" y que esta y el resto de elecciones autonómicas que llegarán en los próximos meses (como Aragón y Andalucía) den la puntilla final al Gobierno.