Reino Unido anuncia que acelerará las deportaciones cuando la solicitud de asilo sea rechazada
- La medida llega después de que el Gobierno anunciara cambios en las condiciones para tener la residencia fija
- Es la reforma más profunda que se ha hecho en la política de asilo de la historia del país, según el primer ministro
La ministra de Interior de Reino Unido, Shabana Mahmood, ha anunciado este lunes que el estatus de refugiado pasará a ser temporal y solo se renovará "si los solicitantes no pueden regresar a su país". La ministra ha señalado que el Ejecutivo adoptará una postura mucho más firme en la expulsión de personas: se acelerarán las deportaciones tanto de aquellos cuya solicitud de asilo haya sido denegada como de quienes lleguen de manera irregular al país.
Mahmood ha detallado los cambios en la interpretación del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) por parte de los tribunales británicos para otorgar al Gobierno mayor control sobre quién puede permanecer en el país.
Estas medidas llegan en una profunda reforma destinada a frenar el auge del partido de derechas Reform UK (antes denominado Partido del Brexit) y abordar los "abusos del sistema actual". En este sentido, la ministra ha asegurado que alrededor de 700 familias albanesas viven en viviendas "financiadas con impuestos británicos", a pesar de que sus solicitudes de asilo han sido rechazadas.
El primer ministro, Keir Starmer, antiguo abogado de derechos humanos, ha afirmado que el actual régimen de asilo británico "es un importante atractivo" para los solicitantes de asilo, al ser "más permisivo" que el de otros países europeos, y que no está diseñado para gestionar el gran número de personas que se desplazan por todo el mundo.
Mahmood ha señalado ante el Parlamento este lunes que "si no logramos gestionar esta crisis, llevaremos a más personas por un camino que comienza con la ira y conduce al odio" y ha condenando un sistema "fuera de control e injusto".
La reforma más profunda de la historia de Reino Unido
En lo que el Gobierno laborista califica como la reforma más profunda de la política de asilo de la historia reciente, Mahmood ha anunciado cambios que incluyen cuadruplicar el tiempo que los refugiados tendrán que esperar para solicitar la residencia permanente: un total de 20 años en comparación de los cinco actuales, y facilitar el retorno de familias que provengan de un país de origen seguro.
El Gobierno también ha amenazado con prohibir la entrada de visados a Angola, Namibia y la República Democrática del Congo, a menos que estos países acepten el retorno de inmigrantes ilegales y delincuentes.
La inmigración se ha convertido en el tema más importante para los votantes en los últimos meses, siendo la llegada de personas en pequeñas embarcaciones desde Francia a través del Canal de la Mancha, la señal más visible de las llegadas ilegales. Este tema ha contribuido a que Reform UK, liderado por el veterano activista antieuropeo Nigel Farage, obtenga una ventaja abrumadora en las encuestas de opinión.
La mayoría de migrantes llegan legalmente
La mayoría de los migrantes que llegan a Reino Unido lo hacen de manera legal. La migración neta en el país alcanzó un máximo histórico de 906.000 personas en el año hasta junio de 2023, antes de descender a 431.000 en 2024, lo que refleja en parte el endurecimiento de las normas.
En los tres primeros meses de 2025, 109.343 personas solicitaron asilo en Gran Bretaña, un 17% más que en los 12 meses anteriores. Aun así, el número de personas que solicitan asilo en Gran Bretaña es menor que en sus socios de la UE: Francia, Alemania, Italia o España.
Zia Yusuf, miembro destacado de Reform UK, ha afirmado que la ciudadanía está harta de que se les diga que no hay manera de impedir que la gente llegue irregularmente a las playas, pero ha añadido que las leyes vigentes y la probable oposición de los parlamentarios de Starmer hacen improbable que los cambios propuestos por Mahmood lleguen a implementarse.
Tony Vaughan, diputado laborista y abogado de renombre, ha sido uno de los primeros en criticar públicamente las propuestas, añadiendo que la retórica fomentaría "la misma cultura de división que alimenta el racismo y el abuso en nuestras comunidades".
Mahmood reconoce lo polémico de sus propuestas
Mahmood ha afirmado que Gran Bretaña siempre ha sido un país tolerante y acogedor con los refugiados, y ha reconocido que sus propuestas podrían generar reacciones negativas por parte de algunos miembros de su propio partido, quienes consideran injusto deportar a personas reconocidas como refugiadas.
Sin embargo, la ministra ha señalado que un sistema de asilo propenso a abusos permite que fuerzas oscuras inciten al odio, como las protestas frente a los hoteles que alojan a migrantes. "Si no actuamos, corremos el riesgo de perder el apoyo popular a la existencia misma de un sistema de asilo", ha escrito Mahmood, cuyos padres emigraron a Gran Bretaña desde Pakistán a finales de los años 60 y 70, en el periódico The Guardian. "Un país sin fronteras seguras es un país menos seguro para quienes se parecen a mí".
Según sus propuestas, el Gobierno busca modificar la interpretación del Artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), que regula el derecho a la vida familiar. Aclararía que un vínculo familiar se refiere a la familia inmediata, como un padre o un hijo, impidiendo que las personas "utilicen conexiones dudosas para permanecer en el Reino Unido".
El Gobierno británico ha añadido que también colaboraría con países afines para revisar la aplicación del Artículo 3, que prohíbe la tortura, argumentando que la definición de "trato inhumano y degradante" se ha ampliado más allá de lo razonable, facilitando así la impugnación de las deportaciones.
Los cambios no llegan a suponer la salida definitiva del CEDH, como habían defendido el Partido Reformista y el Partido Conservador, pero las organizaciones de derechos humanos han criticado estas medidas.
Sile Reynolds, responsable de la defensa del asilo en Freedom from Torture, ha asegurado que las normas "castigarían a personas que ya lo han perdido todo", y ha añadido que "no representan la esencia de nuestro país".