Raquel Martí (UNRWA), sobre los planes de Israel en Ciudad de Gaza: "Va a ser un impacto terrible para la población"
- En los últimos 10 días, unos 16.000 palestinos han sido desplazados de sus hogares en Ciudad de Gaza
- Martí denuncia que "no hay lugar al que ir" en el enclave palestino asediado por Israel
En los últimos diez días, unos 16.000 palestinos se han visto obligados a abandonar Ciudad de Gaza y a desplazarse a otras zonas de la Franja, sobre todo al sur y al oeste, según denuncia la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNWRA). Su directora en España, Raquel Martí, ha denunciado en RNE que Israel ha intensificado la ofensiva en ese municipio y que la población está exhausta, desnutrida, enferma y que ya ha sido desplazada en sucesivas ocasiones.
"Aún así, Israel intensifica los bombardeos y les obliga de nuevo a desplazarse a ninguna parte, porque no hay lugar al que ir a la Franja. En la Franja de Gaza no hay ningún refugio para la población que huye de nuevo, puesto que Israel desde el mes de marzo no permite la entrada de tiendas de campaña y estas están agotadas desde hace meses", expone Martí, que añade que los gazatíes desplazados tendrán que refugiarse en medio de las calles o en edificios prácticamente derruidos.
Desde el comienzo de la guerra, cuando Israel decide desplazar a la población de una zona, lo organiza de una manera determinada, asegura la directora de la UNRWA en España. Primero, corta "todos los suministros", expulsa a las agencias de la ONU y a las ONG e impide que lleven ayuda humanitaria a la población. "En ese momento les cortan el suministro de agua, les corta el acceso humanitario y e intensifica los bombardeos. Y normalmente lo que suele hacer después es atacar los hospitales", relata.
El jueves, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que daba luz verde tanto a la toma de la Ciudad de Gaza, así como a reanudar las negociaciones con Hamás para devolver a todos los rehenes. Israel asegura que sus tropas ya controlan las afueras de la capital gazatí y ha emitido unas 60.000 órdenes de reclutamiento para llevar a cabo sus planes. Además, el ministro de Defensa israelí ha amenazado con destruir este municipio si Hamás no acepta sus condiciones para un alto el fuego.
"Va a ser un impacto terrible para la población"
"Es probable que volvamos a ver esto en una zona donde ahora se hacina prácticamente un millón de personas, con lo cual va a ser un impacto terrible para la población si finalmente Israel les obliga a desplazarse hacia el sur. [...] Aunque huyan de Ciudad de Gaza, se establecerán en Jan Yunis, en Deir al Balah... donde no hay nada y donde Israel continúa bombardeando y asesinando a la población", explica Martí.
Desde el comienzo de la guerra, muchos colegios gazatíes se han convertido en refugios para la población que huye de los bombardeos. Sin embargo, los ataques israelíes también se dirigen a ellos. Según datos de la UNRWA, el 97% de esas escuelas han sido atacadas directamente por Israel. "Algunas incluso en repetidas ocasiones. Y sin embargo, en muchas ocasiones la población permanece en ellas, aunque hayan sido atacadas dos o tres veces, porque no tienen donde ir", dice Martí. Allí se refugian mayoritariamente mujeres y niños.
"Cada vez que Israel ha bombardeado estas escuelas ha asesinado a población inocente, ha herido y mutilado a niños y a niñas. La situación es terrible. Israel está matando de una forma atroz a toda la población de Gaza, incluyendo periodistas, trabajadores humanitarios, sanitarios... para intentar hacer el mayor daño posible a la población", añade.
Desde el 7 de octubre, Israel ha matado a más de 62.000 personas en Gaza, la mayoría de ellas civiles. Además, la grave situación humanitaria provocada por la entrada a cuentagotas de suministros ha provocado 300 muertes por desnutrición, las últimas 11 este domingo. Según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, 117 de los 300 muertos por la hambruna son niños.
"La comunidad internacional mira para otro lado"
Raquel Martí ha denunciado que la comunidad internacional no está haciendo prácticamente "nada más que mirar para otro lado" y defiende que "si no se actúa, nos convertimos en cómplices de lo que está pasando en Palestina". "Han condenando estas atrocidades cometidas por Israel. Sin embargo, no ha llevado a cabo ninguna acción que refuerce estas condenas y que obligue de una vez por todas a Israel a un alto el fuego y a permitir la entrada de ayuda humanitaria", lamenta.
Mientras tanto, la falta de agua potable y las condiciones sanitarias en las que vive la población gazatí hacen que "miles de personas" sufran enfermedades infecciosas en el enclave palestino. "Hay cientos de miles de casos cada día en nuestras clínicas de personas que vienen con una incluso dos infecciones. Podríamos decir que la práctica totalidad de los menores de cinco años tienen alguna de estas infecciones ya, porque además, como avanza la desnutrición, hace que su sistema inmunológico se debilite y que las infecciones campan a sus anchas", lamenta Martí.