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Entrevista

Anas al Sharif, a RTVE un mes antes de ser asesinado por Israel: "Sé que podrían matarme ahora. Informar es mi deber"

  • El Ejército israelí ha matado al periodista de Al Jazeera y a otros cinco compañeros en un ataque en Gaza
  • El programa En Portada entrevistó a Al Sharif en julio para un documental que será emitido al final del verano
Anas al Sharif, antes de ser asesinado por Israel: "Sé que podrían matarme ahora"
EN PORTADA

"Mientras continúe el genocidio, yo voy a seguir informando, cumpliendo mi misión pese a los peligros que me acechan las 24 horas del día, aunque yo mismo pueda ser la próxima víctima en cualquier momento". Estas fueron las contundentes y proféticas palabras con las que el periodista gazatí Anas al Sharif defendía su pasión y su trabajo en una entrevista con el programa En Portada el pasado 4 de julio, apenas un mes antes de ser asesinado por un ataque del Ejército israelí en Gaza.

Al Sharif contestaba a RTVE desde la tienda de campaña anexa al hospital de Al Shifa, en Gaza, en la que ha sido asesinado junto a otros cinco compañeros, y que desde hace meses se había convertido en la redacción en plena calle rodeada de escombros desde la que trabajaban. Anas al Sharif, de 28 años, trabaja en la cadena catarí Al Jazeera y era una de las personas que un equipo de En Portada ha entrevistado para un nuevo documental que será emitido al final del verano. Este es un extracto de la conversación mantenida por videollamada.

PREGUNTA: Anas, resulta difícil encontrar las palabras adecuadas para comenzar una conversación con alguien que vive bajo asedio constante. ¿Cómo está hoy? ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento?

RESPUESTA: La situación es deplorable. Estamos sobreviviendo bajo los bombardeos, la devastación y los desplazamientos. Sufrimos las amenazas y ataques a lo largo del día, da igual el lugar o la zona. Lo que mostramos a través de la televisión y las redes sociales no es más que una ínfima parte de nuestra vida cotidiana bajo ataques directos y continuos. Hace nada ha habido aquí al lado seis víctimas mortales y decenas de heridos. Así es minuto a minuto. Yo os hablo desde el norte de la ciudad de Gaza, y esta es una ciudad sometida a un asedio y bombardeos diarios de forma continua.

P: ¿Qué ha estado cubriendo hoy, en qué tema ha estado trabajando?

R: Desde el amanecer no he podido quitarme el chaleco antibalas, entro en directo de forma continua con cualquier cosa que ocurra. Y así llevamos más de 20 meses. Nuestra rutina consiste en pocas horas de sueño y y trabajo continuo para documentar el sufrimiento de las personas en medio de una situación humanitaria difícil y desastrosa. Nos desplazamos de una zona a otra, de un lugar a otro, en función de los ataques y lo que pasa en el terreno. Es cierto que hay peligro, pero tenemos que grabar lo que está ocurriendo para que el mundo pueda verlo.

No hay lugar en el mundo que haya sufrido una guerra como esta. Nunca habíamos visto nada igual.

No hay lugar en el mundo que haya sufrido una guerra como esta. Nunca habíamos visto nada igual, ni en las ofensivas anteriores. Es un genocidio continuo y de un exterminio colectivo diario. Hablamos de bombardeos a civiles, de asesinato de niños, destrucción de todo lo que hace posible la vida; mezquitas, colegios, centros de acogida y hospitales. Ayer contamos el asesinato de un médico indonesio, el Dr. Marwan Al-Sultan. Era el único cardiólogo del norte de la Franja de Gaza y de la ciudad de Gaza. Tras su asesinato, no queda ningún otro cardiólogo. Es un exterminio que no distingue a nadie, las víctimas pueden ser un periodista, un niño, un ciudadano de a pie, un médico, o un ingeniero. Mientras hablo con vosotros, hay demoliciones de barrios residenciales enteros: decenas o incluso cientos de viviendas. Es un exterminio de forma permanente, ya sea mediante bombardeos o por la privación de comida y agua.

P: Usted lleva informando de forma permanente y sin descanso desde el norte de la Franja, una de las zonas más castigadas por la ofensiva israelí, desde el principio de esta guerra. ¿Qué suele pensar para motivarse a seguir con su trabajo al comenzar el día después de tanto tiempo bajo asedio, desplazamientos y ataques?

R: Honestamente, estamos agotados y exhaustos psicológicamente. Pero tratamos de exprimirnos al máximo, mental y físicamente, para seguir informando, somos los únicos aquí, la prensa extranjera está vetada. Por lo tanto, sentimos una gran carga, trabajamos sin parar. Estamos agotados, pero no hemos dejado de informar ni un momento en los últimos meses, las 24 horas.

Seguimos trabajando y dando información, pero las circunstancias que estamos atravesando son duras, incluyendo amenazas, ataques y desplazamientos, sin que exista ningún lugar seguro para los periodistas, que también somos objetivos de los bombardeos. Son más de 230 periodistas asesinados durante esta guerra. Cada día que pasamos es más difícil que el anterior.

P: ¿Y cómo lidia usted con el riesgo y supera el medio de poder ser la próxima víctima?

R: Soy consciente de que podrían matarme ahora, mientras hablo con vosotros. Desde el primer mes de esta guerra, el Ejército israelí me ha enviado amenazas, me han mandado mensajes o audios para que deje de informar. Pero no he hecho caso porque mi trabajo se limita a documentar lo que sucede de forma profesional y honesta. Cuento lo que pasa ante mis ojos y lo transmito al mundo a través de la cámara o el móvil.

La fuerza de las imágenes y masacres que estoy contando, la situación de los niños y la destrucción es algo que el Ejército israelí quiere silenciar

Pero sé que la fuerza de las imágenes y masacres que estoy contando, la situación de los niños y la destrucción generalizada y masiva es algo que el Ejército israelí quiere silenciar. De ahí las amenazas e intimidación que luego se han convertido en ataques directos. He sobrevivido a varios ataques. Han atacado la casa de mi familia. He perdido a mi padre en uno de esos ataques, pero no he dejado de informar porque es mi deber documentar lo que está sucediendo ante la ausencia total de medios de comunicación extranjeros e internacionales. Nosotros tenemos una gran responsabilidad como periodistas en la Franja de Gaza, pues, a pesar de las difíciles circunstancias que pasamos, tenemos que documentar lo que está sucediendo.

P: ¿Siente que el mundo realmente comprende el sufrimiento del pueblo gazatí? ¿Cree que fuera de Gaza estamos entendiendo lo que están viviendo?

R: El mundo está mirando, pero no ha hecho nada para apoyar a los oprimidos de la Franja de Gaza. Hemos documentado todo para detener esta guerra y que quede un registro y testimonio de este genocidio. Esperamos que, en algún momento, algo de lo que estamos grabando consiga detener esta guerra. Mientras que el mundo no se mueva, yo no voy a parar ni un momento.

P: Permítame que le haga una pregunta más personal. ¿Cuánto tiempo hace que no puede estar con tu familia tranquilamente?

R: Honestamente, es una pregunta importante. Echo mucho de menos a mi familia. Ojalá me pudieran visitar más a menudo aunque fuera unos minutos. Pero hace meses que no los he podido ver. Mi hijo pequeño ha nacido durante la guerra y no me reconoce. Cuando me ve, no me llama papá.