Medvédev, el provocador expresidente ruso que ha despertado la tensión nuclear con Trump
- EE.UU. ha anunciado el despliegue de submarinos nucleares tras las advertencias del político ruso por el ultimátum a Putin
- Su carrera política ha sido muy cercana al presidente ruso, pero ha ido perdido protagonismo
Nuevo giro en las relaciones entre EE.UU. y Rusia. Pese al acercamiento de los primeros meses, el rifirrafe político entre el dirigente estadounidense, Donald Trump, y el expresidente ruso Dimitri Medvédev, ha aumentado la tensión entre ambos países que ha desembocado en el anuncio del despliegue de submarinos nucleares de EE.UU. cerca del país asiático.
El movimiento ha colocado a Medvédev en el foco por unas declaraciones —definidas por Trump como "provocadoras"— en las que el actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia asegura que el ultimátum del estadounidense al presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el fin del conflicto en Ucrania son "una amenaza y un paso hacia la guerra".
Estas y otras afirmaciones han convertido a Medvédev en una figura a la vez provocadora y polémica en la esfera política. Considerado hace tan solo hace unos años un reformista liberal en el Kremlin, el antiguo jefe de Estado (2008-2012) y primer ministro (2012-2020) de Rusia ha dado un giro muy ofensivo en sus posicionamientos tras el inicio de la guerra sobre Ucrania a principios de 2022.
Carrera política cercana a la de Putin
Pese a que en la actualidad tiene un papel muy limitado en Rusia, Medvédev, de 59 años y nacido en en Leningrado (hoy San Petersburgo) como Putin, ha desarrollado su carrera política de manera muy cercana al presidente ruso. No obstante, este jurista de formación, considerado uno de los líderes del ala 'liberal' del sector más afín a Putin, ha sido marginado por el auge del clan rival de los 'siloviki' (militares y servicios de seguridad).
En la década de 1990 entró en el Comité de Relaciones Exteriores del municipio, entonces dirigido por Putin, quien lo trasladó a Moscú en 1999. Elegido jefe de Estado en 2000, Vladimir Putin lo nombró pronto jefe de la administración presidencial y, en 2005, viceprimer ministro.
Dimitri Medvédev fue elegido presidente en 2008, ya que Putin no podía ejercer más de dos mandatos consecutivos. Sin embargo, esto se acabó describiendo como un simple "cambio de puestos", ya que Vladimir Putin fue su primer ministro antes de volver a tomar las riendas del poder en 2012.
Como presidente, Medvédev mostró su cercanía con su homólogo estadounidense Barack Obama en 2010 y su voluntad de reactivar las relaciones con Estados Unidos. También ha llegado a visitar Silicon Valley para una presentación de Apple e inauguró su cuenta de Twitter en las instalaciones de la empresa.
En política internacional, este acercamiento se tradujo en la simple abstención de Rusia, en lugar de un veto, durante la votación de una resolución sobre Libia en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2011. Esta decisión, que permitió a la OTAN lanzar la intervención militar que condujo al derrocamiento de Gadafi, provocó la reprobación de Putin.
Al convertirse en primer ministro tras el regreso de Putin al Kremlin en 2012, fue perdiendo protagonismo, quedando relegado a cuestiones técnicas y captando el descontento de los rusos ante las dificultades económicas. Finalmente, fue destituido a principios de 2020.
Descalificaciones a Zelenski y a otros líderes europeos
Con el comienzo de la ofensiva en Ucrania, Medvédev endureció el tono: descalificaciones para referirse al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ataques a los principios y valores europeos, al que considera en declive, y amenazas de una guerra nuclear destructiva con Occidente.
También acusó hace meses al actual canciller alemán, Friedrich Merz, de "mentir como Goebbels", ministro de Propaganda de la Alemania nazi, o se regocijó por las dificultades de la "malvada" presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su mandato.
Sus mensajes, hasta ahora, solían tener una repercusión limitada, pero sus ataques directos a Trump han acabado irritando al presidente de Estados Unidos, quien, a diferencia del tono mesurado con Vladimir Putin, lo ha criticado duramente e incluso lo ha calificado como "un abuelito", que "aún cree que gobierna Rusia".
La nueva escalada contrasta con los primeros meses del mandato de Trump, cuando Medvédev llegó incluso a elogiarle por su voluntad de alterar el orden económico mundial pese a las relaciones con sus aliados tradicionales o por la discusión con Zelenski en la Casa Blanca en la que el republicano llegó a acusar al ucraniano de estar "jugando con la III Guerra Mundial".