Cepyme elige a Ángela de Miguel como presidenta y Gerardo Cuerva se queda a las puertas de la reelección
- Se impone por 30 votos en las elecciones internas al hasta ahora líder de la patronal de las pequeñas y medianas empresas
- Termina así una campaña tensa entre el proyecto de cambio apoyado por CEOE y la continuación de la dirección actual
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha elegido este martes a Ángela de Miguel como presidenta de la patronal para los próximos cuatro años, tras una campaña tensa con Gerardo Cuerva, quien ocupaba el cargo hasta ahora. Se impone así el cambio por el que se ha apostado desde la cúpula de la CEOE y que han apoyado públicamente patronales territoriales con peso como la madrileña CEIM, la catalana Foment del Treball y la valenciana CEV, así como la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y de jóvenes empresarios (CEAJE), entre otras.
La empresaria, abogada y presidenta de la CEOE Valladolid ha recibido 246 votos frente a los 216 de Cuerva, solo 30 papeletas de diferencia en unos comicios que convocaban a 550 vocales de 147 organizaciones y sectoriales de Cepyme. Se ha registrado, además, un voto en blanco y tres nulos.
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, ha felicitado a través de sus redes sociales a De Miguel y ha agradecido a Gerardo Cuerva su labor durante los últimos años al frente de la Confederación. A su vez, ha afirmado que seguirán "trabajando juntos para reforzar el papel de nuestras pymes en la economía".
A su vez, De Miguel también ha sido felicitada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que "traslada su más afectuosa enhorabuena a Ángela de Miguel, elegida este martes presidenta de Cepyme". Así lo ha expresado la Confederación a través de un comunicado y ha destacado que es la primera mujer que ostenta este cargo.
Para la vencedora, este resultado "expresa el deseo de volver a poner a la pequeña y mediana empresa en el debate político". En su discurso, ha insistido en la importancia de la "unidad" en este "momento de cambio", con una organización "más fuerte, útil y unida", también más "cercana", "ágil" y "representativa", y que no "rehúya de los debates y haga propuestas concretas". "Toca mirar hacia el futuro, juntos somos más", ha afirmado.
En campaña, De Miguel ha prometido una voz "fuerte, independiente y comprometida" para las pymes y un liderazgo basado "en la unidad empresarial, la seguridad jurídica y el respeto al diálogo social". Entre los "desafíos" de estas empresas, que suponen el 99,8% del tejido empresarial español, ha puesto el foco en "la excesiva carga burocrática, la presión fiscal y los cambios normativos" que a su juicio están afectando a la competitividad. Sobre ello se ha pronunciado también tras proclamarse su victoria, cuando ha calificado de "dramática" la situación de las pymes, por las "zancadillas de la regulación", el "absentismo a nivel récord" y los costes laborales.
Malestares y reproches entre Garamendi y Cuerva
A su llegada a la Asamblea, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi —que ha sido el principal promotor de la candidatura de De Miguel con el objetivo de sustituir a Cuerva— ha llamado a la "unidad empresarial", si bien ha lamentado también las "difamaciones" vertidas durante la campaña electoral. En su opinión, "alguno" ha preferido hacer "público" y "político" un debate que debería haber sido "de organización interna".
Los desacuerdos y tensiones entre Garamendi y Cuerva han dado paso en los últimos meses a una hostilidad abierta, después de que el primero ofreciera al segundo un cargo internacional a cambio de que renunciara a volver a presentarse. Cuerva lo rechazó y, una vez oficializada la candidatura de De Miguel, acusó a Garamendi de "injerencia" en Cepyme y de fracturar a la patronal "para ganar poder", según afirmó en una entrevista en El Economista. Denunció también —durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum— "múltiples presiones" por parte del Gobierno y el "propio presidente de la CEOE" para que no se presentara a la reelección.
Al mismo tiempo, el intento de Cuerva de modificar el reglamento interno de Cepyme para limitar el voto delegado provocó también malestar en la CEOE. Según la dirección de la patronal de las pymes, se buscaba garantizar el sufragio "libre y secreto" y asimilarse a otras organizaciones, pero su Comité Ejecutivo había rechazado la reforma. Al final, no llegó a aplicarse el cambio (los votos delegados han representado el 40% de los emitidos en estas elecciones), pero el episodio propició acusaciones cruzadas entre CEOE y Cepyme de guerra sucia para influir en los resultados de electorales.