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Moody's rebaja la calificación crediticia de EE.UU. por culpa de la deuda y el déficit

  • El recorte de un escalón, a "Aa1", se produce tras estimar una deuda federal del 134% del PIB en 2035
  • La Casa Blanca ha acusado al economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi, de ser "anti-Trump"
Moody’s rebaja la calificación crediticia de EE.UU. por culpa de la deuda y el déficit
Imagen de archivo del logo de la agencia. ANGELA WEISS / AFP
RTVE.es / AGENCIAS

Donald Trump se ha vuelto a encontrar un nuevo revés en su plan de recortar impuestos e influir en los mercados globales. Este viernes, Moody’s, una de las principales agencias de calificación crediticia del mundo, ha rebajado la calificación de EE. UU. debido a las crecientes preocupaciones por el nivel de deuda del país, que ya alcanza los 36 billones de dólares.

El recorte de un escalón, a "Aa1", se produce tras un cambio en 2023 en la perspectiva de la agencia, motivado por los déficits fiscales más amplios y los mayores pagos de intereses. "Las sucesivas administraciones y el Congreso no han logrado acordar medidas que frenen los grandes déficits fiscales anuales y el aumento de los costos por intereses", ha comentado Moody’s, al modificar su perspectiva para EE. UU. de "negativa" a "estable".

Moody’s otorgó por primera vez su calificación más alta, la "triple A", a Estados Unidos en 1919. Sin embargo, esta reciente medida, se convierte en la última de las tres grandes agencias en degradar la nota crediticia del país norteamericano.

La noticia ha generado malestar en el entorno de Trump

Stephen Moore, exasesor económico de Trump y economista de la Heritage Foundation, ha calificado la decisión como "escandalosa". "Si un bono respaldado por el gobierno de EE. UU. no es un activo 'triple A', entonces ¿qué lo es?", ha declarado a Reuters.

Desde la Casa Blanca, el director de comunicaciones, Steven Cheung, ha criticado a Moody’s en redes sociales, apuntando directamente contra Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, a quien ha acusado de ser un opositor político de Trump. Por su parte, Zandi se ha negado a hacer comentarios. Cabe aclarar que Moody’s Analytics es una entidad separada de la agencia calificadora.

Desde su regreso a la presidencia el 20 de enero, Trump ha prometido equilibrar el presupuesto, mientras su secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha insistido en que la administración busca reducir los costos de financiamiento del Gobierno. Sin embargo, hasta ahora, sus propuestas para aumentar ingresos y reducir gastos no han convencido a los inversores.

Los esfuerzos por recortar gastos a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, han quedado muy por debajo de lo esperado. Además, el intento de aumentar ingresos mediante nuevos aranceles ha generado temores de una guerra comercial y desaceleración económica, agitando los mercados.

Según ha apuntado a Reuters el profesor de finanzas en Stanford y exmiembro del directorio de Moody’s, Darrell Duffie, si estas preocupaciones no se controlan, podrían desencadenar una crisis en el mercado de bonos y dificultar la implementación del programa gubernamental. La rebaja, anunciada después del cierre del mercado, hizo subir los rendimientos de los bonos del Tesoro, y los analistas advierten que podría generar cautela entre los inversores cuando abran los mercados el próximo lunes.

"Esto refuerza la evidencia de que EE. UU. tiene demasiada deuda", ha asegurado Duffie, que también ha destacado que el Congreso "debe disciplinarse: o se generan más ingresos o se gasta menos".

Déficits en el foco del problema

Trump está presionando al Congreso —de mayoría republicana— para aprobar una ley que extienda los recortes de impuestos de 2017, su principal logro legislativo del primer mandato. Sin embargo, analistas independientes advierten que eso aumentaría la deuda federal en varios billones de dólares.

La rebaja de Moody’s coincide con un revés legislativo: el proyecto de ley fiscal no logró superar un paso clave en el Congreso, bloqueado por republicanos más radicales que exigen recortes de gasto más profundos.

Según Moody’s, las propuestas fiscales en discusión no lograrán reducir de forma sostenida los déficits. La agencia estima que la deuda federal llegará al 134% del PIB en 2035, frente al 98% proyectado para 2024.

"La rebaja de Moody’s debería ser una llamada de atención para Trump y los republicanos del Congreso: deben dejar de perseguir recortes de impuestos que agravan el déficit", ha defendido el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer. "Lamentablemente, no tengo muchas esperanzas".

La decisión se suma a la de otras grandes agencias crediticias

Esta medida sigue a la rebaja aplicada por Fitch en agosto de 2023, cuando también redujo la calificación de EE. UU. debido al deterioro fiscal y a las recurrentes negociaciones de último minuto sobre el techo de deuda, que ponen en duda la capacidad del Gobierno estadounidense para cumplir con sus obligaciones.

Fitch fue la segunda gran agencia en quitarle a EE. UU. la "triple A", tras Standard & Poor’s, que lo hizo en medio de la crisis del techo de deuda en 2011. "El Congreso necesita lograr un acuerdo presupuestario creíble que encamine el déficit hacia la baja", ha resaltado a Reuters el profesor de economía en Boston College, Brian Bethune.