EE.UU. se reunirá con China en Suiza el sábado para rebajar la tensión por los aranceles
- El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha apostado por la desescalada en una entrevista en Fox News
- China ha pedido "sinceridad" en las conversaciones comerciales
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha anunciado este martes que los próximos sábado y domingo se reunirá en Suiza con una delegación china en un intento por rebajar la tensión entre ambas potencias debido a la actual guerra comercial.
"Hemos acordado hablar el sábado y el domingo y decidiremos de qué hablar. Tengo la sensación de que se tratará de desescalar, no del gran acuerdo comercial, pero tenemos que desescalar antes de poder avanzar", ha indicado en una entrevista en la cadena Fox News.
El Departamento del Tesoro ha precisado en un comunicado que Bessent se reunirá en Suiza con el representante principal de China en asuntos económicos aprovechando que una delegación china también estará allí.
"Los dos coincidimos en que esto no es sostenible, especialmente en el lado chino. Un 145%, un 125% (de aranceles) es el equivalente a un embargo. Nosotros no queremos un desacople, queremos un acuerdo justo", ha dicho Bessent en Fox News.
El Ministerio de Comercio chino ha confirmado que China ha decidido reanudar los contactos con EE. UU "tras considerar plenamente las expectativas globales, los intereses de China y los atractivos de la industria y los consumidores estadounidenses".
China, además, ha pedido "sinceridad" a Estados Unidos en las conversaciones comerciales que mantendrán este fin de semana. "Debe mostrar sinceridad en las conversaciones, corregir sus prácticas erróneas, encontrarse en un punto medio con China y resolver las preocupaciones de ambas partes mediante consultas en igualdad de condiciones", ha manifestado la cartera de Comercio.
Bessent: "Todo está sobre la mesa"
Este mismo martes el presidente estadounidense, Donald Trump, había señalado que habría negociaciones con China "en el momento adecuado". "Quieren negociar, quieren tener un encuentro y nos reuniremos con ellos en el momento adecuado. No me he reunido con ellos", indicó en la Casa Blanca al inicio de su reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney.
Desde el Gobierno estadounidense se había dicho en las últimas semanas que ya había habido contactos al respecto e incluso Trump sostuvo que había hablado con su homólogo chino, Xi Jinping, algo que Pekín ha negado y que luego desde Washington no consiguieron aclarar.
Bessent no ha querido decir quién ha hecho "la primera llamada" al respecto: "Hay muchas llamadas, no hay una primera. Hay muchos puntos de contacto a lo largo del tiempo". El representante del Tesoro tampoco ha dejado saber qué cartas tiene Washington en ese diálogo.
"Se llama incertidumbre estratégica y nadie la lleva a cabo mejor que Trump. Puede ser inquietante para los mercados. ¿Por qué? Porque tienen falta de información. Trump tiene información asimétrica de lo que está dispuesto a hacer. Nosotros no la divulgamos. Con la incertidumbre estratégica se asegurará de que obtenemos el mejor acuerdo posible", ha señalado.
Bessent, además, ha recalcado que aunque a Estados Unidos y a China les interesa lograr una solución, China es el país "deficitario" a nivel comercial y por lo tanto el que se vería más afectado si se mantiene la situación.
En términos generales, tanto en referencia a Pekín como a otros socios comerciales, ha incidido en que "todo está sobre la mesa" y dependerá de la voluntad del resto de naciones. "A fin de cuentas, el presidente ha dicho que le parece bien dar a todos una cifra si las negociaciones no van bien".
Las empresas chinas pueden "resistir"
Por su parte, el jefe del regulador chino del mercado de valores ha asegurado este miércoles que las empresas cotizadas del país asiático gozan de una "resistencia" y de capacidad para hacer "ajustes" ante el impacto de los aranceles.
En una rueda de prensa celebrada en Pekín, el presidente de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC), Wu Qing, ha afirmado que la economía de su país "es un gran océano en vez de un pequeño estanque", y ha recalcado que el 90% de los ingresos de las firmas cotizadas en los mercados de la China continental proceden del mercado nacional.
"Desde que EE. UU. impuso aranceles en 2018 (el inicio de la guerra comercial, durante el primer mandato de Donald Trump), las empresas chinas han ajustado su capacidad de producción para el exterior y han abierto nuevos mercados, logrando progresos a la hora de construir un mercado de exportación diversificado", ha explicado.
Si bien Wu reconoció que los aranceles han generado "presión" en el mercado nacional, también ha señalado que las bolsas chinas están "infravaloradas", y ha mostrado su confianza en su "desarrollo estable" y en el aumento de su atractivo ante las "incertidumbres globales".