El colectivo LGTBIQ+, pendiente del cónclave tras los avances con Francisco: "Un papa conservador llevaría al desencanto"
- El papa arrojó luz entre las personas LGTBIQ+ creyentes al tener una postura aperturista hacia lo que él consideraba periferias
- En 2023, Francisco autorizó que las parejas del mismo sexo pudieran ser bendecidas por la Iglesia
"Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?". Esta fue la respuesta que dio el papa Francisco cuando le preguntaron en 2013 qué pensaba sobre que hubiera un sacerdote gay. "Aunque la doctrina es clara al respecto", añadió.
Con esta declaración, el pontífice abrió "una brecha que estaba cerrada dentro de la Iglesia", explica la teóloga trans Niurka Gibaja, quien añade que Francisco tenía una visión "inclusiva". Durante su papado, tildó de "graves" aquellos países en los que se criminaliza la homosexualidad y en los que incluso se pena con muerte. Para Francisco, no había distinción alguna: "Todos son hijos de Dios. Cada uno lo busca y lo encuentra por el camino que puede".
“Aunque digan que los papas no tienen ideología, sí la tienen“
Ahora, el colectivo aguarda la decisión que salga del cónclave que se celebra en El Vaticano a partir del próximo miércoles.
Y, pese al legado aperturista de Francisco, existe la posibilidad de que el próximo papa pueda ser conservador. "Aunque digan que los papas no tienen ideología, sí la tienen", sostiene la socia fundadora de la comunidad cristiana LGTBIQ+, CRISMHOM, Juani Peña. "El Vaticano no deja de ser un Estado". Ante la posibilidad de que en el cónclave se vote por un papa menos aperturista que Francisco, Peña siente "miedo de que esos pasitos pequeños [que Francisco dio] pudieran ir para atrás".
"Entendió la realidad que vive colectivo"
Sobre Francisco, Juani Peña insiste en que "hay que tener en cuenta que entra al papado mayor". En el contexto en el que comenzó, el difunto pontífice no conocía la realidad del colectivo. "No es lo mismo que te lo cuenten que inmiscuirte y verlo", agrega Peña, y subraya que el papa siguió una evolución que fue "poquito a poquito".
En 2021, durante la Congregación para la Doctrina de la Fe, el papa —recuerda Gibaja— reafirmó "que la Iglesia debe acoger a todas las personas con inclinaciones homosexuales". Para esta teóloga, fue "importante" que el pontífice hablara de las personas LGTBIQ+ creyentes en distintos documentos, encíclicas o pronunciamientos. Dio al colectivo LGTBIQ+ "una visibilidad dentro de la oficialidad de la Iglesia que antes no teníamos", expresa.
Si bien es cierto que "el catecismo reconoce que la homosexualidad no es pecado", el portavoz de la comunidad cristiana LGTBIQ+ CRISMHOM, Raúl Peña Gutiérrez, explica que sí lo es "en la práctica". Aun así, Gibaja sostiene que el pontífice fue "capaz de entender cuál es la realidad que vive" el colectivo, pese a que esto causara "polémica" y generase "incomodidad".
Autorizó las bendiciones a las personas homosexuales
Gibaja resalta la valentía de Francisco como papa pese a "las estructuras y el contenido en los que se encontraba". Bajo el juicio de la teóloga, el pontífice será recordado por su arrojo, pero también por profesar que "Dios ama a cada persona tal y como es".
Personas creyentes pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ se reúnen frente a la Casa Santa Luisa , en Chueca (Toledo) CRISMHOM
El papa arrojó luz entre las personas LGTBIQ+ creyentes al tener una postura aperturista hacia lo que él consideraba periferias. En 2023 autorizó a que las personas trans pudieran ser padrinos o madrinas de bautismo, aunque había limitaciones. Según apuntó el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, podía llevarse a cabo siempre que no hubiera "riesgo de escándalo" o de "desorientación". Además, el papa permitió que los hijos de personas homosexuales pudieran recibir el primer sacramento y autorizó que las parejas del mismo sexo y los matrimonios civiles pudieran ser bendecidas por la Iglesia.
“El pontífice tuvo que moverse "entre aguas muy complicadas y yo creo que ha sabido calmarlas“
Pese a los avances, Juani Peña considera que "se han quedado muchas cosas en el tintero". "Se podría haber hecho más", subraya, aunque opina que demostró que era "una persona que quiere estar cerca del pueblo". La misma postura mantiene el portavoz de CRISMHOM, al que le habría gustado "que hubiera ido más allá y se hubiera iniciado este cambio doctrinal antes". Si el cambio no se ha iniciado —teoriza— es porque "no ha podido, porque no creo que no haya querido" al recibir "presiones internas". El pontífice "ha tenido que moverse entre aguas muy complicadas y yo creo que ha sabido calmarlas", añade.
¿Un cambio de postura en la Iglesia?
Para Gibaja, los avances que dio el papa Francisco "han generado esperanza en muchísimas personas LGTBIQ+ creyentes". Además, vincula la parábola del Buen Samaritano con la imagen del papa Francisco. "Te acoge, te cura las heridas, te limpia y te cuida después de haber recibido una paliza", explica.
Desde el punto de vista de la teóloga, que hubiera un papa conservador "llevaría al desencanto de aquellas personas que de repente están volviendo a casa". No obstante, insiste en que la actitud del colectivo es "muy distinta" a la que antes se tenía. "Estamos mucho más empoderadas", afirma, "ya no creemos esa imagen que nos decía que estamos condenadas por ser como somos". "No vamos a poder callar", resalta Gibaja.
La comunidad cristiana LGBT, CRISMHOM, en un templo junto a la bandera del colectivo e imágenes sagradas. CRISMHOM
Por su parte, Peña Gutiérrez expone que le da "pena que se pueda torcer de nuevo la situación". Pero "ha llegado un punto en el que hemos perdido el miedo" y reitera que "no vamos a echar la cabeza como antes". El portavoz de CRISMHOM no habla solo del colectivo —especifica—, sino también de los aliados y aliadas. "El cambio no va a venir solo por el empuje de los LGTBIQ+, sino de las personas cercanas a ellos", amplía y cita el caso de una madre que participa en el coro y a la que cuyo hijo no confirman por su condición sexual.
Retos pendientes
Los expertos coinciden en que todavía hay retos que la Iglesia tiene pendientes. "Hay un gran sector de la Iglesia con mucha homofobia interiorizada", revela Peña Gutiérrez. "Muchas personas consagradas, sacerdotes, son LGTBIQ+ y les da miedo reconocerlo porque vienen de un periodo social en el cual es una vergüenza", expone. "La Iglesia tiene que estar sustentando a las personas LGTBIQ+ allí donde la necesiten", subraya, aunque remarca que en Europa "no es tan necesario" porque "te pueden rechazar en tu parroquia, pero puedes ir por la calle de la mano con tu novio".
La comunidad cristiana LGBT durante la Jornada Mundial de Juventud en Lisboa, en 2023 CRISMHOM
Gibaja considera que "es importante una reestructuración" y "una reforma de ciertos documentos eclesiales [...] donde muchas realidades LGTBIQ+ no están incluidas". Por su parte, a Juani Peña le gustaría que la Iglesia aceptara el matrimonio igualitario. "Queremos ser uno más dentro de la de la Iglesia, sin diferencias", apunta y advierte que "no somos personas que estemos enfermas, somos iguales".
“Las personas cristianas del colectivo estamos porque queremos reconstruir desde dentro y no queremos destruir“
"Las personas cristianas del colectivo no estamos en una secta", defiende el portavoz de CRISMHOM. "Conocemos la historia, sabemos lo que ha pasado, nos duele y seguimos pidiendo a la Iglesia una reparación", apostilla. Peña Gutiérrez añade que el colectivo no está en la Iglesia "por miedo, ni por vergüenza, ni por tontería". "Estamos porque queremos reconstruir desde dentro y no queremos destruir", resalta. "Si quisiéramos destruir, entonces no podríamos llamarnos cristianos. Estaríamos traicionando nuestro principal objetivo y nuestra principal razón de ser".