España gastará más en 2025 de lo comprometido con Bruselas para cumplir con el 2% del PIB en Defensa
- El Gobierno espera un crecimiento del gasto computable del 4,1% frente al objetivo fijado del 3.7%
- España cumple con la recomendación fiscal de no aumentarlo por encima del 5.3% con un margen de 7.300 millones de euros


España gastará más en 2025 de lo acordado en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea para cumplir con el 2% del PIB en Defensa. Concretamente, el Gobierno espera un crecimiento del gasto computable del 4,1%, ligeramente por encima del objetivo anual del 3,7% fijado por Bruselas.
El Gobierno ha enviado este miércoles a Bruselas el primer informe de situación sobre el plan fiscal estructural, presentado a la Comisión Europea el pasado mes de septiembre y en el que se establece un plan de reequilibrio de las cuentas públicas y reformas para los próximos siete años.
Cumple la recomendación con un margen de 7.300 millones
El informe enviado este año no se refiere al cumplimiento del plan fiscal (que entró en vigor en enero), sino a las recomendaciones específicas para España en 2024, que exigían que el gasto primario neto no aumentara por encima del 5,3%, algo que se ha cumplido al aumentarlo hasta el 4,1%.
Según ha informado el Ministerio de Economía, la diferencia equivale a unos 7.300 millones de euros (0,5% del PIB), que, como marcan las nuevas reglas fiscales europeas, se registrará como un "crédito" a favor de España y servirá para compensar eventuales desviaciones futuras de la regla de gasto.
Con las nuevas reglas fiscales, es el gasto computable la variable clave que tiene en cuenta la Comisión Europea para evaluar el cumplimiento del Plan Fiscal por parte de un Estado miembro. "Por tanto, España cumplió con la regla de gasto de forma holgada y eso permite tener un mayor margen para los próximos ejercicios", ha destacado el Ministerio de Economía.
Todo esto teniendo en cuenta que el gasto ligado a la gestión de las consecuencias de la dana ascendió en 2024 a 5.590 millones de euros, siendo el más importante el asociado a las compensaciones del Consorcio de Compensación de Seguros (4.712 millones).
España da por completada la reforma fiscal
Para 2025 se prevé un déficit del 2,5% del PIB (excluyendo el impacto las medidas de la DANA, que finalizarán este año). Esta previsión cumpliría con el objetivo del plan fijado el pasado mes de octubre.
Por el lado de los ingresos, para 2025 se espera una moderada ralentización del crecimiento, con una tasa de variación del 6%, alcanzando el 41,3% del PIB (excluyendo los ingresos procedentes de la UE).
Esta evolución se explica por el impacto neto de medidas tributarias, que este año será positivo debido a la reversión completa de las rebajas impositivas, a la ausencia de sentencias desfavorables y a la adopción de medidas normativas que incrementarán la recaudación, como es la introducción del Impuesto mínimo complementario.
Además, en el ámbito tributario el Gobierno ha dado por cumplida la reforma fiscal comprometida con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que ha contribuido en el aumento de ingresos públicos en 0,3 puntos. Se prevé que, con medidas adicionales que se puedan adoptar hasta finales de año, el incremento de ingresos estructurales alcanzará el 0,4% del PIB.
El gasto público previsto desciende hasta el 44% del PIB
En el informe, el Gobierno ha calculado el impacto de algunas de las medidas tributarias más recientes. Entre ellas, destaca el Impuesto temporal de solidaridad a las grandes fortunas, que ya ha aportado 623 millones de euros anuales adicionales a las arcas públicas. Por su parte, la introducción del impuesto mínimo complementario a empresas generará unos 2.200 millones de euros extra en ingresos.
En cuanto al gasto público previsto para 2025, este descenderá ligeramente hasta el 44% del PIB (excluyendo los financiados por la UE). Esta reducción se debe, fundamentalmente, a la disminución de gastos puntuales (one-offs), que compensarán en parte el incremento del presupuesto en seguridad y defensa.
El aumento del gasto en defensa se canalizará a través del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa, que priorizará la inversión en equipamiento, tecnología y formación de las Fuerzas Armadas. Asimismo, incluirá mejoras salariales para el personal militar y una modernización de sus infraestructuras.