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Luz Mely Reyes, creadora de 'Efecto Cocuyo': "Es difícil encontrar otro amor que te corresponda como el periodismo"

  • La periodista explica las claves para contar la migración venezolana
  • Desde el 2015 existe un aumento notable en la huida de venezolanos, según la reportera Luz Mely Reyes
En la imagen se muestra una foto en plano medio de Luz Mely Reyes, creadora de la plataforma 'Efecto Cocuyo'
La periodista venezolana, Luz Mely Reyes, creadora de la plataforma 'Efecto Cocuyo' Paula Guzmán
*PAULA GUZMÁN

La imagen de entrada ya nos daba una pista. Una mujer decidida, revestida en todas las gamas que puede tener el color morado. Y el primer consejo que nos daba: una lección de vida propia que a ella le tocó aprender siendo apenas una niña. En una cita de la periodista, Luz Mely Reyes, con los alumnos del máster de Reporterismo Internacional de RTVE, la escritora advertía de las opciones que tiene cualquier joven venezolana y del momento en el que le tocó enfrentarse a ellas tiempo atrás. Y un descubrimiento: la mayoría de los nombres de los integrantes de la clase de reporterismo provenía de fuera de España. Y las sorpresas que te puede proporcionar Google y sus anteojeras.

Madre adolescente, mujer de delincuente, participante del concurso de Miss Venezuela o estudiar. Esos eran los caminos que se le presentaban a una joven Mely Reyes. Su madre, que no llegó a tercer grado de educación, entendió la importancia de estudiar en una Venezuela de entorno vulnerable y así se lo transmitió a su hija. Siguiendo los consejos de una feminista que aún no sabía que lo era y descartando las opciones que requerían cumplir con unos estereotipos de belleza hegemónica que reconoce no haber cumplido nunca, Luz Mely Reyes recuerda su andanza por la educación pública de Petare gracias al consejo de su madre: “Para que no dependas económicamente de nadie”.

“Todo lo que he aprendido ha sido gracias a la educación pública venezolana y a un sistema de solidaridad del que pretendo seguir obteniendo información”, afirma impasible.

Cuando algunos se hubieran rendido, nosotros decidimos ser valientes y dar el paso

Años más tarde nacería Efecto Cocuyo, un proyecto para contar la migración venezolana y ayudar a construir la patria virtual. Golpes de Estado, crisis económica y un aumento de la inseguridad física y jurídica; en este oscuro momento el periodismo “de cocuyo” se abre paso. “Cuando algunos se hubieran rendido, nosotros decidimos ser valientes y dar el paso”, comenta orgullosa Mely Reyes.

La pantalla proyecta una imagen imponente: una mujer respaldada por una estantería repleta, una montaña de conocimiento y sobre su cima un mensaje claro: Efecto Cocuyo, periodismo que ilumina. No hay tregua para los aprendices, rápidamente lanza la pregunta, ¿qué es un cocuyo? La mayoría no atendieron a atisbar de qué estaba hablando, pero algunas manos tímidas (no es casualidad que todas esas manos pertenecieran a personas hispanoamericanas) aseguraron que era un insecto, que se trataba de una lámpara para orientarse. Cuando la escritora retoma la palabra aclara la referencia. En la naturaleza hay un fenómeno de bioluminiscencia. Hay seres vivos que tienen articulaciones de iluminación propia, como un mecanismo de defensa. No es una luciérnaga, sino una especie de primo de ella. La narrativa es evidente: “Todos juntos como cocuyos, periodistas como organizaciones, podemos iluminar una nación entera”.

Periodismo independiente

El mayor hito de las campañas de microfinanciación (crowdfunding) en Venezuela se llama , que consiguió recaudar 27.000 dólares. Pero antes de ello, Luz Mely Reyes rememora los inicios del medio.

Si yo quiero al periodismo y el periodismo me quiere a mí, es difícil encontrar otro amor que te corresponda de esa manera

Nacieron en la actual red social X, y sus 18.000 seguidores alcanzados en apenas dos días le hicieron darse cuenta de la necesidad de información que reclamaba su país. Al comienzo eran seis personas en una cafetería. También menciona que llegaron a pedir dinero en la calle para sostener el proyecto: “Hacer periodismo cuesta”.

Hizo reflexionar a los jóvenes aspirantes a reporteros sobre la ambición que un día a ella le cambió la vida para siempre. “El periodismo es el amor de mi vida. Hacer periodismo ha sido parte de mis amores. Si yo quiero al periodismo y el periodismo me quiere a mí, es difícil encontrar otro amor que te corresponda de esa manera”.

Todos fuimos migrantes

Luz Mely Reyes subrayó la coyuntura actual que atraviesa el éxodo venezolano. En un ejercicio de empatía, propuso a la veintena de estudiantes realizar una búsqueda rápida para averiguar el origen de cada apellido. La puesta en común de los hallazgos destapó que la mayoría de los nombres de los integrantes de la clase provenía de fuera de España. Apellidos suizos, franceses, germanos… y todos nos hablan de un proceso de migración.

Hemos normalizado que la migración se asocie a la etapa de conflicto

“Resulta que ninguno de ustedes está en su lugar de origen”, explicaba Mely Reyes con una media sonrisa. Las razones por las que la gente decide migrar son muchas: económicas, políticas o incluso el amor y la necesidad de reunirse con las personas que se quiere. Aunque pueda sonar cursi, “esa fuerza ha hecho que millones se hayan movido”, explicó la escritora.

Una nueva tarea encomendada a la clase pone en jaque el verdadero valor del periodismo. Si se busca la palabra migrantes en Google, la mayoría de los titulares dejará entrever tintes ultraderechistas. Del mismo modo, al rastrear migrantes en Google Imágenes, los rostros que se muestran pertenecerán a personas latinoamericanas y de piel negra. “Hemos normalizado que la migración se asocie a la etapa de conflicto, ya no se habla de las historias permanentes, solo de viajes y tránsito”. Ese es el marco que ayuda a propagar discursos de xenofobia y a reducir las historias bellas a meras narrativas políticas que infunden miedo a la variedad y a lo que no conocemos. “Todos nosotros tenemos detrás una historia de migración, pero también hay prejuicios”, comentó la periodista.

La diáspora venezolana

A partir de 2015 se identifica un aumento notable en la huida de venezolanos. Hoy se calcula que aproximadamente ocho millones de venezolanos viven fuera de su país. Según Luz Mely Reyes, la diáspora de la arepa es un claro ejemplo de lo que está pasando. Cuando se comienza a ver muchos puestos de comida venezolana en lugares extranjeros es porque algo está ocurriendo.

La situación se agrava y a partir de 2018 se empieza a notar una corriente de migrante venezolano por tierra, algo que nunca había pasado, ya que lo normal y registrado hasta entonces había sido la salida por aire. La pandemia recrudece la realidad mundial y a Venezuela le crecen otros brazos por los que salir de ella: la selva y el mar. La selva del Darién y las rutas marítimas que se abren a través de Colombia hacia las islas del Caribe aumentan la cantidad de migrantes y empeoran sus condiciones de salida.

La "migración inversa": miles de venezolanos regresan ante la dificultad de entrar en EE.UU.

El 90% de la población venezolana que se encuentra en otros países y que se siente amenazada de deportación busca integrarse, ser productivo y encontrar una vida mejor. “¿Qué amenaza puede haber ahí, tras la proliferación de bulos de que se tratan de delincuentes?”, preguntaba a los alumnos la escritora venezolana. La importancia de la historia que quiere contar Venezuela radica en la idea que explica Luz Mely Reyes: estimular una red de periodistas migrantes venezolanos, generar alianzas entre organizaciones periodísticas y asociaciones enfocadas al trabajo con migrantes en países receptores, así como conseguir desarrollar contenidos periodísticos que estén enfocados en la agenda de los Derechos Humanos.

Las historias de los migrantes son historias de ida y vuelta porque la gente va a seguir moviéndose y buscando opciones de vida. Para Luz Mely Reyes, “eso es lo que de verdad entrena a los periodistas para seguir investigando nuevas formas de hacer periodismo”.

*Paula Guzmán es alumna de Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.